15 años del blog

 

Hace 15 años, Zapatero era presidente en España, a Obama le faltaban unos meses para convertirse en el primer presidente negro de Estados Unidos, Benedicto XVI todavía era papa, la ley del matrimonio homosexual en España se había aprobado menos de tres años antes, Twitter tenía apenas dos años de vida e Instagram aún no se había creado, Javier Bardem ganó el Oscar a mejor actor de reparto por No es país para viejos y a Penélope Cruz le faltaba un año para hacer lo propio por su papel en Vicky Cristina Barcelona, El orfanato y La soledad se repartieron la gloria en los Goya, Juan Marsé ganó el Premio Cervantes, a la selección española de fútbol le faltaba aún  dos años para proclamarse campeona del mundo en Sudáfrica, Alberto Contador estaba a punto de ganar un Giro de Italia al que acudió a última hora, faltaban unos pocos meses para que estallara la peor crisis financiera en muchas décadas, el fin de la actividad criminal de ETA no llegaría hasta tres años después y el Brexit no era más que una fantasía de un puñado de euroescépticos en el Reino Unido. 


Sin duda, el mundo ha cambiado mucho en estos últimos 15 años. Justo hoy hace 15 años, como parte de mi formación como periodista y para hablar de Revista de Actualidad, programa de radio que entonces hacía en OMC Radio, la emisora comunitaria de Villaverde, abrí este blog. Por supuesto, el blog también ha cambiado en todo este tiempo. La política tiene cada vez menos presencia. Ya casi sólo hablo de libros, películas, conciertos y viajes, es decir, de aquello que me apasiona. Como Sant Jordi, por ejemplo, la fiesta del libro y la rosa, de la literatura y el amor, en mi amada Barcelona, una fiesta única que descubrí en 2015 y a la que he vuelto después en 2017, 2018, 2019 y 2022.  Incluso cuando no la viví en Barcelona por culpa del covid, aquellos pandémicos 2020 y 2021, Sant Jordi me emocionó. En unos días volveré a disfrutar del mejor día del año en Barcelona, esa ciudad a la que siempre quiero volver. 

Estos 15 años también he hablado mucho de París, siempre París, con la que me reencontré el año pasado tras dejar atrás la pesadilla de la pandemia, y de muchos otros viajes que he compartido aquí a lugares lejanos como Argentina (de la que estaba enamorada antes de conocerla, no digo ya tras visitar Buenos Aires, el Perito Moreno o Iguazú) o Perú (de Lima a Cuzco pasando por Arequipa, Puno y el Lago Titicaca y, por supuesto, el Machu Picchu) y también otros más cercanos como Donosti (donde siempre me siento como en casa), Mérida (escenario cada verano de su fabuloso Festival de Teatro Clásico, del que he disfrutado en 2015, 2016, 2017, 2018, 2019, 2021 y 2022), Santiago de Compostela (inolvidable la experiencia del camino), A Coruña, Cuenca, La Gomera, Sevilla, Toledo, Oslo y Bergen, Oporto y Lisboa, Praga, la Costa BravaMarruecos o el asombro Mont Saint-Michel

Por supuesto, los libros han ganado peso estos quince años en el blog. De hecho, cada año el artículo que más disfruto escribiendo es el de los mejores libros que he leído los últimos 365 días, costumbre que empecé en 2013 y he continuado en 2014, 2015, 2016, 2017, 2018, 2019, 2020, 2021 y 2022. Me encantan las listas, no porque quiera categorizar nada ni porque sea tan ingenio como para pensar que en ese tipo de listas no se me escapan muchas lecturas imprescindibles que no he podido disfrutar o de las que ni siquiera he oído hablar, sino porque me ayuda a recordar muchos buenos momentos en compañía de un libro. Librerías ha sido una palabra muy frecuente en estos años de blog. He escrito de ellas en varios momentos como en 2018, cuando recordé las más bellas librerías que conocía en ese momento (incluida la portentosa librería de El Ateneo Gran Splendid en Buenos Aires, en la foto, que antes era un teatro), en 2021, cuando disfruté de un maravilloso sábado libresco en Madrid en el que, además de la  Feria del libro visitamos Amapolas en Octubre y La Mistral, o el año pasado, cuando dediqué un artículo a los espacios librescos que visité en París

Estos tres lustros de blog también he disfrutado de muchas buenas películas. La lista sería interminable, pero claramente tendría que empezar por Boyhood, que sigue siendo mi preferida de siempre. En la lista no podrían faltar La novia, Alcarràs, Quién lo impide, Call me by your name, El ciudadano ilustre, Pride, La gran familia española, Midnight in Paris, Dolor y gloria y tantas otras. Varias de esas películas las he visto en los cines Renoir de Madrid, en concreto, curiosamente, muchas de ellas en la sala 5 de los Renoir Plaza de España, en Martín de los Heros, la calle más cinéfila y una de mis preferidas de Madrid. Recuerdo con mucha emoción mi reencuentro con las salas de cine, naturalmente, en los Renoir, tras el confinamiento de 2020. La película fue Matthias & Maxime, de Xavier Dolan

En este tiempo hemos asistido al gran boom de las series, lo que muchos llaman su edad dorada. Yo la he vivido con cierto escepticismo, porque a veces se ha tratado esta fiebre seriéfila con cierto exceso, como si hubiera cinco mejores series de la historia cada semana. Pese a esa reticencia y al rechazo que me causa eso de “las 8.567 series que tienes que ver”, en estos quince años he dado cuenta en el blog de lo mucho que he apreciado series como Juego de tronos, Peaky Blinders, Homeland, The Crown, Ozark o la fantástica El Ministerio del Tiempo, entre otras muchas. 

En el blog también ha tenido presencia el teatro y la danza, descubrimiento relativamente reciente que me sigue fascinando con cada nuevo espectáculo (me acuerdo, entre otros, de Antígona, Pura Danza en el Teatro Real o Giselle en el Liceu). En el teatro recuerdo obras como Tierra del fuego, Smiley, La ola, La piedra oscura, La importancia de llamarse Ernesto, La Golondrina, Hermanas, Mala Broma o Escenas de la vida conyugal. También  muchos musicales como El rey león, Billy Elliot, Mamma Mia, Company o el musical de Sabina, Más de cien mentiras, con el que empezó mi afición por este género. 

Precisamente varios de los conciertos que recuerdo con más cariño de estos quince años de blog fueron de Sabina. En especial, claro, en el que pude ver al autor de tantas canciones inmortales junto a Serrat en Madrid. También me acuerdo del concierto de Zaz en el Palacio Real, del de Vetusta Morla en el Wanda Metropolitano o de tantos y tantos conciertos en la sala Galileo, Libertad 8 y otros lugares de Luis Ramiro, Marwán, Marino Sáiz y Andrés Suárez

En estos 15 años de blog también he reseñado distintas exposiciones, de las fotos de Magnumy Brassaï a la vida y obra de Hergé, el creador de Tintín, pasando por Dalí, Picasso, Andy Warhol o Gaudí. Me impactó la exposición sobre Auschwitz que vi en Madrid. También recuerdo otras como la dedicada a Pompeya de hace unos cuantos años. O la visita asombrosa al Museo del Novecento de Milán. Y, por supuesto, varias visitas al Prado, como la exposición temporal del Hermitage en el Prado de 2012 o la exposición del reencuentro con la pinacoteca tras el confinamiento

Me gusta recordar que el blog nació asociado al proyecto de radio que entonces hacía y que tanto disfruté, porque adoro la radio. Otra cosa que adoro y de la que creo que he escrito poco en el blog es la comida. Eso sí, no faltan alusiones a ella en la mayoría de los artículos sobre viajes. En algunos casos, la gastronomía tuvo una entrada propia como en Argentina y Perú (otro nivel). 

Aquí en el blog es donde siempre he podido escribir con libertad, construir recuerdos con palabras, compartir lo que me gusta y sólo rara vez lo que me cabrea o enfada. También lo que me importa, claro. He escrito mucho de feminismo, de derechos LGTBI, de refugiados, de la guerra en Siria, del cambio climático...  También he podido compartir mi creciente francofilia, que me ha permitido vivir experiencias fantásticas como asistir a la conferencia de Édouard Louis en el Institut Français de Madrid. 

Al preparar este artículo vuelvo a comprobar  lo bien que lo he pasado y lo paso escribiendo en el blog. Esta bitácora es sin duda el proyecto más duradero y gozoso de mi vida. En definitiva, lo que me apasiona, me motiva y me interesa, es decir, lo que soy, está en el blog más que en ninguna otra parte. Gracias por estar ahí. 

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