Aunque la actualidad está repleta de noticias, ayer fui al cine y hoy cumplo con lo prometido: cada vez que vaya a ver una película, haré un comentario de la misma en el blog. Siempre que hago una crítica de cine (aunque tampoco pretende ser tal cosa) advierto que no me considero en absoluto un experto en cine, sólo alguien a quien le gusta ir a las salas y disfruta con las historias cinematográficas de calidad. Es por ello que no haré una crítica súper profesional o de un entendido en la materia. Dicho esto, la película de la que disfrute ayer fue 'Medianoche en París' de Woody Allen. El director es un auténtico genio y de este tipo de personas sólo se pueden esperar genialidades. Esta cinta es una de ellas. Las críticas que había leído sobre ella ponían la película por las nubes y también sabía que había tenido una gran acogida de público. No es de extrañar ni una cosa ni la otra. Se trata de una obra de arte espléndida que cuativa desde el primer momento y que va creciendo. Es mucho más que una película que busca reflejar la enorme belleza de la ciudad de París, aunque desde luego es una carta de amor a la capital francesa. El cine de Allen nunca está exento de tintes reflexivos, en este caso sobre la nostalgia, el pasado y el presente.
La historia comienza con una pareja de prometidos que viajan a París con los padres de ella poco antes de su matrimonio. Este viaje cambiará sus vidas. Las interpretaciones de los actores de la película están a la altura de lo que se espera de una cinta de Woody Allen. De hecho se puede decir que todos los elementos de la cinta, desde la música hasta el guión pasando por las bellas escenas de París que podemos presenciar en esta película, están a un gran nivel. Poco más quiero decir de la historia ya que es mucho mejor recomendar encarecidamente ir al cine a ver esta 'Medianoche en París'. Yo soy de los incondicionales de Woody Allen, pero creo que esta cinta atraerá a todo tipo de público. Considero que es una genialidad deliciosa de este mangnífico director que sigue con fuerzas y cabeza clara para inventar grandes historias a su edad. Woody Allen es un personaje muy interesante y sus obras también lo son.
La música de esta película es maravillosa, como también lo es el modo en que la ciudad de París pasa a ser una protagonista más de la historia, un personaje más de esta cinta. La presencia de personajes históricos es otro de los aspectos destacados del film. Son también muy buenas las alusiones a la política estadounidense. Se habla hasta del Tea Party en la película. Sobre todo esta cinta se puede resumir en tres frases: es una genialidad de Woody Allen, es una carta de amor a París y es una película reflexiva que también invita a pensar, como es habitual en todas las obras de este director. Una película más que recomendable.
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