La lista de "Babelia"

 

Babelia, el suplemento cultural de El País, publicó ayer su lista de los cien mejores libros españoles del siglo XXI, elegida por un jurado de cien personas del mundo de la literatura. Naturalmente, la lista ha dado mucho de qué hablar, y de eso se trata, para eso se hacen estas listas. El primer libro, por cierto, es Tu rostro mañana, de Javier Marías, seguido de El infinito en un junco, de Irene Vallejo. Esta última contaba ayer en Twitter que siempre le ha asombrado "nuestra pasión contradictoria y ambigua por las listas: las necesitamos, las cuestionamos, las odiamos, las buscamos". En efecto, las listas nos fascinan precisamente por los debates que generan, en ocasiones, muy encendidos. Se trata de hablar con pasión de literatura, de cuestionar y criticar, de sugerir alternativas, de pensar qué libros incluiríamos cada uno de nosotros y en qué lugar de la lista, cuáles nos parece que están demasiado arriba o que no deberían estar. Es un juego, como la misma literatura. Qué más queremos. 
Se ha debatido mucho sobre la lista, ya digo, por lo que su objetivo está más que conseguido. La lista perfecta, unánime, que ponga de acuerdo a todo el mundo, no existe. Afortunadamente. El mérito de esta lista, insisto, basada en un jurado de 100 personas, que no se han inventado cuatro redactores una tarde, es que abre un debate, nos permite hablar, pensar sobre el canon de lo que va de siglo, reflexionar sobre si lo que hoy valora más la comunidad lectura y la crítica seguirá siendo valorado en unas décadas, para echar un poco la vista atrás y pensar sobre las mejores obras a nuestros ojos de los 22 años de siglo XXI que llevamos. 

Como siempre ocurre en estos casos, los comentarios a la lista son casi tan interesantes, o más, que la propia lista. Eloy Tizón, por ejemplo, critica que entre los 100 libros no haya ni uno solo de relatos. Por su parte, Paco Roca agradece la presencia de dos de sus cómics, Los surcos del azar y Arrugas. También hay quien se pregunta por qué hay tan pocas obras escritas en otros idiomas cooficiales distintos al español. Una de las críticas más recurrentes a la lista en redes sociales es la escasez de libros de pequeñas editoriales no pertenecientes a los grandes grupos. También hay críticas sobre el peso reducido de la poesía o de otros géneros como el teatro o el ensayo. 

Lo dicho, de todas esas críticas se aprende y gracias a todas ellas nos cuestionamos cosas. Ocurre, claro, que nadie lo ha leído todo, que es una ambición desmedida intentar elegir los 100 mejores libros de lo que va de siglo. Lo sabemos, hay que aceptarlo para jugar a esto de las listas, que tanto nos cabrea y tanto nos fascina a la vez. Yo creo que muchos de los libros ahí incluidos merecen su presencia en la lista. Sin ser exhaustivos y sin destripar la lista, yo también incluyo entre lo mejor que he leído estas dos últimas décadas a Patria, de Fernando Aramburu; Anatomía de un instante, de Javier Cercas; Un amor, de Sara Mesa; París no se acaba nunca, de Enrique Vila-Matas; Ordesa de Manuel Vilas, o la extraordinaria La ridícula idea de no volver a verte, de Rosa Montero, que pondría, eso sí, mucho más arriba en la lista. También veo demasiado abajo para mi gusto la monumental Yo confieso, de Jaume Cabré, y el muy influyente ensayo La España vacía, de Sergio del Molino, que tanto por calidad como por impacto en el debate público merecería aparecer en puestos más destacados. 

Echo en falta a Eduardo Mendoza. Es cierto que muchos de sus mejores libros no se han publicado en el siglo XXI, pero tanto la notable Riña de gatos. Madrid 1936 como cualquiera de los tres libros de su última trilogía (El rey recibe, El negociado del yin y el yang y Transbordo en Moscú) merecen su presencia en esta lista. Y en mi lista también estaría, sin ninguna duda, También esto pasará, de Milena Busquets, uno de mis libros preferidos de siempre. 

¿Y tú? ¿Qué libros no faltarían en tu lista de los mejores libros españoles de lo que llevamos de siglo XXI?

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