El mejor teatro y la mejor danza que he visto en 2023

 

El Cultural tiene una sección que me encanta en la que se pregunta a algún artista, escritor o cineasta por sus gustos y experiencias culturales. Una de las preguntas que más me gusta es en la que cuestionan al entrevistado por una experiencia cultural que le cambió la vida, un hito para esa persona. Sin duda, a esa pregunta yo respondería que el momento en el que descubrí la danza. En la que me la descubrieron con amor, mejor dicho. Fue un deslumbramiento absoluto y, desde entonces, intento recuperar el tiempo perdido y disfrutar de este género único. Un año más, este 2023 que a punto estamos de despedir he podido disfrutar de grandes noches de danza que han sido, sin ninguna duda, varios de los mejores momentos que he vivido estos últimos doce meses. Y ojalá siga siendo así por muchos años.  
En mayo pude ver la versión de Raymonda del English National Ballet, con producción de Tamara Rojo, en el Teatro Real de Madrid. Un sueño. El ballet clásico, estrenado en 1898, centraba la acción en las cruzadas de la Francia medieval y que aquí pasa a transcurrir en la guerra de Crimea. Además, el personaje protagonista que da nombre a la obra tiene un papel mucho mayor. Impresiona todo en esta obra prodigiosa, que tiene música de Alexander Glazunov de la que Chaikovski dijo que, si la hubiera escucha antes de componer El lago de los cisnes, quizá no se habría atrevido. 

Este 2023 ha sido también un placer seguirle los pasos de la Compañía Nacional de Danza dirigida por Joaquín de Luz. Como es imposible quedarme con uno solo de sus espectáculos, y además no hay ninguna necesidad de hacerlo, recuerdo aquí con idéntica admiración los tres que he disfrutado de ellos. Uno, el programa América, primera parte de la despedida de temporada de la compañía, que reunió piezas icónicas procedentes de aquel continente, en la que me fascinó especialmente la pieza Barber Violin Concerto, que juega con el contraste entre una pareja de bailarines modernos y otra clásica. Dos, el programa Europa, que curiosamente disfruté el día de la jornada de reflexión antes de las elecciones generales y en la que me cautivó especialmente el estreno de A tu vera, prodigiosa pieza que rinde homenaje al flamenco dirigida por Joaquín de Luz con coreografía de Sara Calero y del propio De Luz. Y tres, por supuesto también La Sylphide, último de los espectáculos de la compañia, del que disfruté hace unas semanas en el Teatro de la Zarzuela, igual que los dos anteriores. Es sencillamente impecable. 

Más allá de la danza, en este artículo de lo mejor que he visto en los teatros en 2023 no pueden faltas dos musicales, una versión muy peculiar de una de las más famosas obras de Oscar Wilde y una obra clásica en el inigualable escenario del Teatro Romano de Mérida. Por partes. Esta última obra a la que me refiero es Salomé, con la versión de Magüi Mira en la dirección y la espléndida interpretación de Belén Rueda. La obra está repleta de decisiones arriesgadas que funcionan a la perfección, exactamente igual que sucede con la versión de La importancia de llamarse Ernesto dirigida por David Selvas y protagonizada, entre otros, por María Pujalte y Pablo Rivero con la que me reí a carcajadas en el Teatro Español de Madrid. Absolutamente genial. 

Los dos musicales de los que hablaba son Aladdín, que lleva con acierto y mucha espectacularidad toda la magia de la mítica película de Disney al escenario, y Company, un musical diferente, más adulto, producido por el Teatro del Soho de Málaga y que defendió sobre las tablas Antonio Banderas a principios de año en el Teatro Albéniz de Madrid, reabierto con esta función después de estar cerrado desde 2018. 

Mañana: Las mejores exposiciones que he visitado en 2023. 

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