Ocho libros para el 8 de Marzo

Este año, de nuevo, el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, será una jornada más para la reivindicación que para la celebración. Poco hay que celebrar porque, aunque se ha avanzado mucho en la igualdad, aún queda un camino larguísimo por recorrer y la complacencia suele ser un riesgo para las causas sociales. La semana del 8 de marzo nos permite hablar de feminismo, que tan necesario y estimulante resurgir ha vivido en los últimos meses. Feminismo como el que impregnan, cada uno a su manera estos ocho libros altamente recomendables para cualquier época del año, pero también para este 8 de marzo.


La ridícula idea de no volver a verte (Rosa Montero)
Un libro delicioso. Al igual que el resto de obras mencionadas en este artículo, es recomendable, sobre todo, por su calidad. Esta extraordinaria obra de Rosa Montero plasma la vida de Marie Curie, doblemente premiada con el Nobel, primero de Física, con su marido, y después de Química. Una mujer excepcional que sufrió en primera persona el machismo de la sociedad. El recuerdo de la fascinante vida de Marie Curie se entremezcla en La ridícula idea de no volver a verte con la historia de la propia autora, que con sensibilidad comparte sus sentimientos por la pérdida de su pareja. Uno de los mejores libros que he leído. 

Yo acuso. Defensa de la emancipación de las mujeres musulmanas (Ayaan Hirsi Ali)
Me impactó la lectura de esta obra en la universidad, cuando disfruté con un curso sobre el Islam impartido por el profesor Juan José Tamayo. La autora, Ayaan Hirsi Ali, nacida en Somalia, emigró a Europa en 1992. En las páginas de esta obra plantea una visión crítica del rol que el Islam reserva a las mujeres. Su compromiso con la libertad de las mujeres en países musulmanes le ha costado recibir amenazas de muerte por parte de fanáticos. Sus posiciones, en ocasiones polémicas, a veces demasiando contundentes, no dejan indiferentes y, sobre todo, recuerdan algo que en Occidente en ocasiones olvidamos: la situación de la mujer en otros países, donde ellas son tratadas como ciudadanas de segunda. 

Usos amorosos de la postguerra en España (Carmen Martín Gaite)
Otro libro que leí en la universidad y del que conservó un recuerdo muy vivo. Es una lectura especialmente recomendable para los jóvenes, porque nunca está de más comprobar cómo eran las relaciones amorosas hace no tanto. Por supuesto, era la mujer la que se llevaba la peor parte en la visión de la época de esa España gris de hace unas décadas, que algunos parecen añorar. Un libro impresionante que me hizo entender que la Historia, con mayúsculas, está también (o sobre todo) en las historias, con minúsculas, del día a día. 

El cuento de la criada (Margaret Atwood)
La novela de Margaret Atwood, escrita en los años 80, vive una segunda juventud editorial por la serie de HBO inspirada en aquella obra y por la inquietante vigencia de su planteamiento, una distopía muy dura que alerta del riesgo de los extremismos y de cómo éstos suelen cebarse con  las mujeres. En el prólogo de la obra, editada por Salamandra, la escritora canadiense afirma que no concibió su novela como una obra feminista. Pero lo es, sin duda. Y también un ejemplo excepcional de cómo a veces la mejor forma de reflexionar sobre la realidad es construir otra, más gris, más inquietante, con los mimbres de lo peor de nuestra sociedad presente. 

Los hombres me explican cosas  (Rebecca Solnit)
Cuenta Rebecca Solnit en Los hombres me explican cosas (Capitan Swing) que en una cena con varias personas un señor empezó a hablarle de un libro que le había gustado mucho. La autora le dijo que ella era escritora, que conocía la obra. Él siguió hablando. Solnit le contó al fin que ella era la autora de ese libro, mientras que él terminó reconociendo que en realidad sólo había leído una reseña del mismo. Perfecto ejemplo del fenómeno del mansplaining, ese fenómeno que define al modo en el que muchos hombres explican a las mujeres con cierto paternalismo cuestiones de las que en realidad ellas saben mucho más. Este libro incluye nueve ensayos en los que Solnit muestra hasta qué punto el feminismo es una lucha con muchos frentes abiertos que aún debe ser librada. 

Mujeres y poder (Mary Beard)
La prestigiosa divulgadora británica Mary Beard, una de las mayores autoridades mundiales de la cultura grecorromana, también ha sufrido algún que otro episodio de mansplaining, a pesar de su indudable erudición, que combina además con una sensacional capacidad didáctica y divulgativa. Una de sus últimas obras, Mujeres y poder (Crítica), reúne dos conferencias pronunciadas por la autora en las que reflexiona sobre el papel de las mujeres en puestos de poder a lo largo de la historia, remontándose a textos clásicos que relegan a la mujer a un plano secundario, pero compartiendo también ejemplos más recientes. El libro incluye una caricatura que lleva al extremo una situación no tan distinta a las que viven muchas mujeres en el día a día. En ella, una mujer hace una propuesta en una reunión laboral. "Es una excelente propuesta, señorita Triggs. Quizá alguno de los hombres aquí presentes quiera hacerla", le responden. 

Monstruas y centauras (Marta Sanz)
Todo lo que escribe Marta Sanz es interesante, independiente de lo que trate. Por su estilo, ágil, directo, contundente, sin concesiones, y por el compromiso político de cada una de sus líneas. En Monstruas y centauras, Sanz reflexiona sobre el resurgir del feminismo en los últimos años. Comparte su ilusión por esta oleada igualitaria, aunque no esconde ciertos recelos con el movimiento Me Too. El libro, que forma parte de la colección de los cuadernos de Anagrama, ofrece mucho más que lo que, con un exceso de modestia, la autora presenta como "reflexiones dispersas y posibles vías de trabajo. Balizas. Puntos que se señalan en el mapa del tesoro. Las marcas que deja una goma de borrar cuando se ha escrito mal, a lápiz, una letra. Correcciones y frases". 

Sexismo cotidiano (Laura Bates)
Que en los últimos años, sobre todo en sociedades occidentales, se ha avanzado en igualdad entre hombres y mujeres es algo tan difícilmente cuestionable como que el machismo sigue demasiado presente en nuestra sociedad. En ocasiones, ese sexismo va de la mano de actitudes o comentarios cotidianos, a los que con demasiada frecuencia se les resta importancia. Laura Bates comparte los testimonios de cientos de mujeres en Sexismo cotidiano, un ensayo homónimo a un proyecto que lanzó en las redes sociales en el Reino Unido para que las mujeres compartieran con libertad situaciones de desigualdad sufridas en su día a día. Lo que se reúnen en estas páginas es demoledor, desde micromachismos hasta situaciones de acoso toleradas o no perseguidas. Una luz de alarma que es imposible no ver, por cegados que estén los ojos de patriarcado. 

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