La unidad. T2

 

La unidad, la serie de Movistar creada y dirigida por Dani de la Torre y Alberto Marini sobre una unidad antiterrorista de la policía, se había puesto a sí misma el listón muy alto tras una excelente primera temporada. Era por tanto un misterio ver con qué nos sorprenderían los responsables de la historia en la segunda tanda de episodios, estrenada recientemente en dicha plataforma. Y, básicamente, han elevado aún más la apuesta. Si en la primera temporada había una escena impactante y estremecedora (si has visto la serie sabes de qué escena estoy hablando), esta segunda tiene otra que no tiene nada que envidiar aquella. Si entonces hubo intriga, acción, emoción y suspense hasta el final, aquí volvemos a sentir lo mismo. Si el elenco rindió a un nivel soberbio en la primera temporada, vuelven a hacerlo en esta segunda. Para alegría de quienes hemos disfrutado con la serie, Movistar ya ha confirmado que tendremos tercera temporada. Gran noticia. 
Hay una escena al comienzo de esta segunda temporada de la serie en la que la jefa de la unidad (Nathalie Poza) está cenando con su superior (Fele Martínez) en un restaurante. Hablan sobre la despreocupación de quienes los rodean y cuentan que envidian esa sensación. "Nosotros nos preocupamos para que ellos no lo hagan", escuchamos. Y, efectivamente, uno de los grandes aciertos de la serie es que pone el foco en esos profesionales que se preocupan por nosotros, que anticipan posibles amenazas, que conocen mejor que el común de la población los peligros a los que nos enfrentamos. Un trabajo esencial para la sociedad del que la mayor parte del tiempo no nos enteramos, pero que es fundamental. 

Si en la primera temporada la unidad se dedicó a intentar detener una amenaza terrorista, esta vez son los propios policías antiterroristas el objetivo de los ataques. Quieren terminar con ellos por venganza. Esta vez, son sus propias vidas las que están en juego. El grupo siente una presión extra, porque ellos y sus familias están en el foco. De nuevo, ya digo, uno de los puntos fuertes de la serie es su elenco, en el que además de los intérpretes citados están, entre otros, Michel Noher, Marián Álvarez, Raúl Fernández o Carlos Blanco. Al igual que esa unidad antiterrorista que recrea la serie se basa en el trabajo en equipo, perfectamente coordinado, sin espacio para los personalismos, la serie es también coral y se asienta en el trabajo de todo el reparto, también de quienes dan vida a los malos. 

Desde un punto de vista técnico, la serie es impecable. Su factura visual apabulla. Está muy bien hecha, cada detalle parece cuidado al extremo. En los primeros diez minutos de esta segunda temporada aparecen cinco o seis escenarios distintos. Todo resulta muy realista, muy verosímil. Es un trhiller que deja sin aliento, pero no se limita sólo a jugar esa baza, que desde luego la juega muy bien. Hay acción, pero también investigación, momentos para ver a las personas que hay detrás de los policías, su día a día. Por momentos, uno siente al ver la unidad lo mismo que sintió en su día con la mítica 24 o, más recientemente, con Homeland. Espero ya ansioso la tercera temporada. 

Comentarios