La unidad

 

No he visto todas las series producidas por Movistar, pero creo que sí las suficientes para reconocer en ellas un cierto sello de calidad. Habrá de todo, por supuesto, como en el resto de plataformas, pero un puñado de series magníficas (El día de mañana, La línea invisible, La peste, Vergüenza...) es motivo más que suficiente para reseñar que Movistar está haciendo las cosas bien y tiene muy buen ojo con los proyectos por los que apuesta. Proyectos atrevidos y originales, que posiblemente no tendrían cabida en la televisión generalista. Aportan algo distinto, un valor especial, que ensancha el atractivo de las producciones españoles.


No se trata de hacer comparaciones, siempre subjetivas, pero una serie sea original de Netflix, por ejemplo, suele significar más una difusión internacional gigantesca que una relativa garantía de calidad. Series buenas hay, sin duda, pero también hay muchas otras que no lo son. Entre las series producidas por Movistar he encontrado muchas más satisfacciones que decepciones, muchos más descubrimientos gozosos que chascos. La última satisfacción es La Unidad, de Dani de la Torre y Alberto Marini, una serie extraordinaria de apenas seis capítulos que se consume con voracidad y deja al espectador con ganas de más. 

La serie se basa en la unidad de lucha contra el terrorismo de la Policía Nacional. España es uno de los países más avanzados en la lucha contra el yihadismo radical desde el 11-M y esta serie retrata el trabajo de esos agentes, siempre discreto y que rara vez salta a los periódicos, pero que es trascendental para la seguridad de todos. El comienzo de la historia es la detención de un líder de un grupo terrorista radical en una redada en España. A partir de ahí, la unidad policial que da nombre a la serie tira del hilo y descubre una amenaza inminente. 

Todo en la serie parece realista y se escapa de todos los excesos que a veces tienen las producciones policiales. De entrada, no hay superhéroes o superheroínas, sino personas de carne y hueso. Y eso se agradece, porque se acerca mucho más a la realidad que esas historias de un agente que él solo desbarata los planes de los malos. Los protagonistas de La Unidad son verosímiles, nos lo creemos. Se muestra un formidable trabajo en equipo, sin policías estrella, sin esas ficciones que centran todos los logros en una sola persona, tan poco creíbles. Hay escenas de acción, claro, y extraordinariamente bien rodadas, pero, de nuevo aquí, también es realista la serie, porque hay igualmente trabajo de oficina, análisis de las redes sociales, escuchas, interrogatorios, tiempos muertos, infiltrados... En definitiva, no sé cómo será en realidad esa unidad de lucha contra el terrorismo de la Policía, pero da la sensación de que lo que vemos en pantalla se acerca mucho a la realidad. 

Esa característica tan valiosa de la serie, la de mostrar a personas de carne y hueso y escapar de maniqueísmos y héroes de cartón piedra, también se traduce en las enormes dificultades que tienen sus protagonistas para conciliar su vida privada con su profesión. Su trabajo consiste en estar siempre alerta, en anticiparse a las amenazas terroristas, y eso conjuga mal con una vida familiar mínimamente normal. Es uno de los dilemas a los que se enfrentan los personajes, y que engrandece la serie, porque la llena de verdad, de emociones más profundas que la simple acción. 

A todo ello se suma que la serie es técnicamente impecable. Enésima demostración, por cierto, del escaso sentido que tienen ya a estas alturas el complejo de inferioridad que a veces encontramos cuando se habla de series o películas de género policíaco en España, como si tuvieran que ir con la cabeza gacha ante las producciones estadounidenses, casi pidiendo perdón. En ocasiones falta presupuesto, nada más, pero no hay menos talento ni menos ingenio. En absoluto. Son debates absurdos que, por alguna razón, de vez en cuando surgen. Siempre está bien armarse de razones para desmontar ciertos prejuicios. Hay una escena en el tramo final de la serie (la escena), que no desvelaré, de una carga de profundidad, una angustia y una perfección técnica en su rodaje que son apabullantes. Insisto, nada que envidiar a ninguna otra serie policial. 

La serie muestra un trabajo en equipo en esa unidad antiterrorista, sin policías estrella que acaparen todo el protagonismo. Lo mismo sucede con el elenco de la serie, perfecto ejemplo de trabajo en equipo. La lista de intérpretes que bordan sus respectivos papeles es larga: Nathalie Poza, Michel Noher, Marián Álvarez, Luis Zahera, Raúl Fernández, Carlos Blanco, Fele Martínez, Alba Bernabé, Francesc Orella, Pepo Oliva... Ellos también son una pieza clave de este engranaje que roza la perfección en La Unidad

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