Saludos cordiales

 

En un pasaje de Saludos Cordiales, el extraordinario podcast de Pablo Juanarena en Radio Marca sobre la histórica rivalidad entre José María García y José Ramón de la Morena, Iñaki Gabilondo afirma que la radio es el medio que mejor se amolda a la sociedad, que se adopta a ella como un guante y que, por eso, siempre existirá la radio. "Dime cómo será la sociedad del futuro y te diré cómo será la radio del futuro", afirma el periodista. La radio, en efecto, se adapta a la perfección a los cambios de la sociedad, también en los cambios de hábitos de consumo. Por eso, a la radio le sentó genial la llegada de Internet, primero, y la de los podcast, después. Porque los podcast son radio, abren una nueva ventana a este medio camaleónico, en el que siempre importará más la conexión con el oyente, el cómo y qué se cuenta, que el medio a través del que esa historia llega a los oyentes, ya sea por FM, Internet, aplicaciones móviles, podcast o cualquier canal. Saludos Cordiales es, por encima de todo, una celebración de la radio, un canto de amor a este medio único. Mirando al pasado, sin ánimo de juzgarlo, demuestra lo vivo que está este medio y sus enormes capacidades. Es de lo mejor que he escuchado en radio en mucho tiempo. 
La serie Reyes de la noche, que no tendrá finalmente segunda temporada, a saber por qué, recreaba de forma muy libre aquella batalla sin cuartel entre José María García, el líder indiscutible de la radio deportiva en España durante los 90, y José Ramón de la Morena, quien terminaría superando a aquel en audiencia. La serie ha reavivado el interés por aquel periodo apasionante y salvaje de la radio, en el que todo valía para competir contra el rival. En los cuatro episodios de Saludos cordiales, un gran reportaje radiofónico con algún que otro extra, no hablan ni García ni De la Morena, según explica su autor, porque no les pidió que participaran, ya que quería hacer un retrato de aquella época con las voces de quienes acompañaron a las dos estrellas de la radio deportiva en aquellos años. Lo logra con creces. 

Es incontable el número de personas que participan en el reportaje, ya digo, una auténtica delicia, radio de calidad. Por razones obvias, ya que siento devoción por el ciclismo, disfruté especialmente el tercer capítulo de la serie, dedicado a la Vuelta Ciclista a España, que tanto engrandeció este duelo radiofónico. García convirtió la Vuelta en un fabuloso espectáculo, con helicóptero, radios en los coches de los equipos, conexiones interminables en cada boletín horario, programas especiales de cara al público, retransmisiones de horas de los finales de etapa... La Vuelta le debe mucho a la radio. Yo soy de los que comencé a amar este deporte con un aparato de radio encendido y la voz de Javier Ares narrando las carreras. Se me hace raro, de hecho, no escucharlo por la radio, aunque ahora es comentarista en Eurosport. Llegué ya a la parte final de esos despliegues impresionantes de las radios en la Vuelta, pero guardo un gran recuerdo de ellos. En el podcast de Radio Marca se explica aquel tiempo tan apasionante y, a la vez, tan loco y salvaje. 

Entre los reporteros que formaron parte de los equipos de García y De la Morena y que rememoran aquella época en este reportaje hay dos posturas claramente diferenciadas. De un lado, los que no niegan lo divertido que fue aquel tiempo y lo mucho que aportaron al deporte en la radio, pero que se arrepienten de esa batalla tan directa, incluidas alusiones personales y hasta intentos de agresiones físicas, entre los dos bloques. En ese lado está, por ejemplo, José Antonio Alcalá, hoy en la Cadena Cope. Él considera que el coste humano de aquella batalla no compensó y, como tantos otros, cuenta que no se entiende ese duelo por tener al protagonista del día el primero cada noche, hasta el punto de dejar descolgado el teléfono de un restaurante durante toda una noche para que la competencia no entrevistara al futbolista de turno, o peleas en casas de futbolistas o hasta persecuciones con motos por la carretera. Pero, de otro lado, también hay algunos que no pueden evitar sentir añoranza de aquel tiempo, que se ríen con lo vivido entonces, incluso con los episodios más incorrectos y difíciles de entender hoy en día. 

Al final, lo que queda es un homenaje a la radio y un preciso relato de un tiempo que no volverá y que, como todos, tuvo sus luces y sus sombras. No se le puede negar a García ni a De la Morena que consiguieron que millones de españoles trasnocharan a diario para escuchar sus programas nocturnos, ni que no contribuyeran a popularizar la radio. Aquellos tiempos no volverán y, curiosidades de la vida, los dos grandes protagonistas de ese duelo radiofónico, que hoy tienen una relación de cordialidad, se retiraron de las ondas en la misma emisora, en Onda Cero. García, tras su decepción con Telefónica, hace ya casi dos décadas, y De la Morena, esta temporada, desplazado hasta la tercera posición del EGM en la radio deportiva nocturna. No hace falta ser un apasionado del deporte para disfrutar de Saludos Cordiales, basta con que te enamore la radio. Es un podcast excepcional que no descarto volver a escuchar de nuevo. No me lo perdería. 

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