Barcelona 2050

 

Mis largas travesías por las colecciones de Filmin, donde uno puede tirarse horas hasta que se decide entre la extensa oferta de la plataforma, suelen pasar antes o después por la dedicada a Barcelona. Aquello de la cabra y el monte. El otro día di con Barcelona 2050. Retos urgentes para un futuro sostenible. El documental, dirigido por Joan Úbeda, cuenta con las reflexiones de expertos de distintas áreas sobre el presente y el futuro de la ciudad. Es un enfoque muy atractivo y surgen ideas atractivas, aunque el cambio climático tarda demasiado en aparecer para mi gusto, teniendo en cuenta que el documental busca hablar sobre la Barcelona de dentro de tres décadas. 

En cierta forma hay una contradicción entre la primera parte del documental, que habla de crecimiento y las áreas de la ciudad donde se puede crecer y construir viviendas y oficinas, y la parte final, que recuerda la amenaza del cambio climático. Es cierto que sí hablan de materiales más sostenibles, de origen biológico, pero creo que lo primero en un documental así debería ser la sostenibilidad. Eso del cambio climático, que queda reservado para el final del documental, me parece el reto con mayúsculas para cualquier proyecto de futuro, también el de cómo será la Barcelona de 2050. 

Precisamente es esa parte del documental, la más corta y la que se reserva para el fina del mismo, es la que más me interesa. Se propone una ciudad más abierta a la naturaleza, una Barcelona más verde. Se cuenta que la ciudad del futuro deberá ser, inevitablemente, una ciudad con menos espacio para los coches y más para los peatones. No se mencionan algunos de los proyectos interesantes que sí ha llevado a cabo ya el ayuntamiento de Barcelona y que van en la buena dirección, porque el documental se rodó en 2020. Es interesante, por ejemplo, la realidad de que los jóvenes se sacan mucho menos el carné de conducir que sus padres. Los jóvenes sueñan más con un móvil potente que con un coche potente. Y, precisamente desde ese móvil, tienen acceso a apps de coches compartidos, escuchamos. Y es verdad. 

A muchos de los expertos que participan en el documental se les nota su amor por Barcelona. Desde ahí, proponen ideas para el futuro de la ciudad. Es de agradecer que no se queden en generalidades. Mencionan proyectos y propuestas concretas. Algunos de ellos consideran que en los últimos años a la ciudad le falta ambición y también el consenso político con el que sí contó hace tiempo, lo que permitió reinventar Barcelona hace décadas. Con todo, según una encuesta de Boston Consulting Group, Barcelona sigue estando entre las ciudades preferidas para vivir. 

Tras mencionar los puntos fuertes de Barcelona y lo que la convierte hoy en una ciudad llena de alicientes y atractivos, como su privilegiada arquitectura o su cultura admirable, el documental se centra en lo que, en opinión de los expertos, Barcelona debería ser en el futuro. Todos hablan de situar a la ciudad como referencia de innovación, como una ciudad puntera en sectores como la tecnología, la biomedicina, la gastronomía, la industria, el sector editorial o el audiovisual. 

Entre las peticiones de la mayoría de los expertos está la de diseñar una agenda ambiciosa de transformación de la ciudad y que ésta contara con la colaboración público-privada. También reclaman una cierta unidad política de todo el área metropolitana de Barcelona, por una cuestión de tamaño (Barcelona es una de las ciudades más densas de Europa) y por la estrecha relación entre la ciudad y las que lo rodean. 

Entre los ejemplos concretos que se mencionan en el documental está la propuesta de reforzar el puerto para que se convirtiera en destino de más mercancías procedentes de Asia y ser un centro logístico desde el que trasladar esas mercancías por tren al resto de Europa. Para eso, claro, haría falta una inversión en una red ferroviaria que lo permitiera. También señalan la zona de las tres chimeneas como un espacio de la ciudad donde se podría hacer lo mismo que se hizo con el Distrito 22@, aunque con más espacio reservado para viviendas y menos para oficinas. Igualmente mencionan el plan de La Sagrera. 

Naturalmente, se debate también sobre el problema de la vivienda en Barcelona. Un problema derivado, en parte, de la falta de espacio para seguir construyendo viviendas, y también  por la escasa oferta del alquiler y la gran demanda. Varios de los entrevistas proponen que se devuelva más actividad económica al centro de Barcelona, como vía para combatir la gentrificación. También piden mejoras en la red de Cercanías. Nadie inventa la rueda en ese documental, claro, pero es muy bienvenido que tantas personas se tomen el tiempo de sentarse a debatir y a proponer con serenidad ideas para el futuro de una ciudad extraordinaria llamada a reinventarse una vez más.