The Good Doctor 6

 

Hay series que buscan contar una historia y, cuando lo han logrado, terminan, y otras que se centran en los personajes, conectan emocionalmente con los espectadores y se alargan hasta el infinito y más allá. The Good Doctor siempre tuvo todas las papeletas para ser de las segundas. Porque muchas otras series de médicos antes han sido especialmente longevas (Urgencias, Hospital Central, House, la inmortal Anatomía de Grey), porque estas producciones permiten contar historias nuevas cada día con cada nuevo paciente además de las historias de los médicos protagonistas y porque esta serie tiene algo especial. No conserva la frescura ni el factor sorpresa de sus comienzos, pero la serie sigue resultando emotiva y sigue provocando emociones, reflexiones y dilemas éticos. 


La serie es muy sentimental, por momentos lacrimógena, pero parte de una verdad muy poderosa, que a menudo es cuando llegan los problemas de salud cuando uno se replantea su vida, reflexiona sobre sus prioridades y se despoja de lo superfluo. Esto da pie a multitud de situaciones emotivas de la mano de las tramas de cada episodio. Y, entre medias, claro, las historias de los protagonistas. Esta sexta temporada, que consta de 22 capítulos, comienza justo donde terminó la temporada anterior. Acabó en todo lo alto, con mucho tensión tras el apuñalamiento de la doctora  Lim (Christina Chang). Las decisiones tomadas por  Shaun (Freddie Highmore), en la operación a vida o muerte de la jefa de cirugía provocarán roces entre ambos. En la parte final de la temporada, otra circunstancia de salud afectará a la relación de Shaun con otra persona clave en su vida, en este caso, su figura paterna, su cuidador y mentor, su verdadero padre, el doctor Glassman (Richard Schiff).

La serie incorpora también nuevos residentes y, en la parte final, incluye también el regreso de un personaje clásico. Uno de los hilos conductores de la larga tanda de episodios es el embarazo de Lea (Peage Spara), lo que plantea las ya habituales conversaciones, charlas amables y negociaciones entre ella y Shaun. Sigue siendo especial ver desarrollarse en la pantalla las distintas fases en la vida de este cirujano con autismo que es distinto a los demás y que supera sus adversidades gracias a la gente que lo rodea. De hecho, la serie incide en la importancia de contar con gente querida al lado.

The Good Doctor, siempre pegada a la actualidad, incluye una trama sobre una ola de calor y sus consecuencias, que es de lo más interesante de esta sexta temporada. También se abordan cuestiones como la maternidad, la adicción a las opiáceos (una auténtica epidemia en Estados Unidos) o el aborto. Uno de los mejores capítulos de esta tanda de episodios es en el que Shaun tiene que defenderse ante la justicia de una denuncia por negligencia, para lo que decide que lo defienda una abogada con TOC con cuya historia se siente identificado. También es muy emotivo otro capítulo, Afortunado, en el que la grave enfermedad de un paciente y su forma de afrontarla dará ánimo a los protagonistas de la serie para valorar lo importante de verdad y lanzarse.

The Good Doctor, en fin, tal vez esté lejos de sus mejores días, es posible que se esté alargando más de lo debido, pero sigue emocionando y es demasiado el cariño que inspiran los personajes como para irnos ahora. Esperaremos, pues, la séptima temporada, en la que posiblemente no estará Hill Harper, el actor que da vida al director del hospital, Marcus Andrews, quien se centrará en su carrera política. Como tantas otras producciones, el rodaje de su séptima temporada está pospuesto por la huelga de guionistas e intérpretes.

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