20 años de Operación Triunfo


Cuando se emitió la primera edición de Operación Triunfo faltaban cuatro años para que naciera YouTube y cinco para que se creara Twitter. Hoy, dos décadas después, OT ha celebrado un maratón de 24 horas en su canal de YouTube, ampliamente comentado en Twitter y otras redes sociales por los seguidores de las distintas generaciones del programa. En su momento, OT marcó un antes y un después de la televisión y de la música en España. Nunca antes y jamás después hubo un fenómeno televisivo semejante como aquella primera edición en la que medio país quedó prendado de Rosa, Bisbal, Chenoa y componía. Gestmusic, la productora del programa, propuso a TVE varias alternativas para celebrar este vigésimo aniversario, como una gala con concursantes de distintas ediciones, pero la cadena pública no dio luz verde a ninguna de esas propuestas y sólo se sumó a última hora al fin de fiesta del maratón de 24 horas a través de su plataforma RTVE Play. 

El mundo ha cambiado mucho en estos 20 años. También la forma de consumir la televisión y la música. OT, cuyo formato es muy claro y apenas ha variado en cuanto a su funcionamiento (el reparto de temas, las clases, las galas, él jurados, los cuatros nominados, de los que los concursantes salvan a uno y la academia a otro...), sí ha sabido reinventarse. El programa, que consigue una conexión emocional con sus espectadores que no alcanzan muchos otros, que tiene algo especial, ha madurado muy bien. En su nueva vida, a partir de la edición de 2017, la de Amaia, Alfred y compañía, la de los Javis como profesores de interpretación y la gran Noemí Galera, Noemí de España, como directora de la academia, OT abrazó el mundo de las redes sociales y su canal de YouTube, en el que el programa ha seguido vivo incluso cuando no se emitía por televisión.

OT ha sabido modernizarse y adaptarse a los nuevos tiempos. Ya no es necesario un resumen en televisión y el consumo en directo del programa en el canal de turno, La 1 durante su comienzo ya sus últimos años, Telecinco en una etapa. OT conectó con buena parte del público en 2001, porque era imposible no sentirse cautivado por esos jóvenes inseguros que querían triunfar en la música y que se esforzaban y aprendían semana a semana. La generación de OT1, los que seguimos aquel programa con devoción, nos sentimos atraídos por el programa, en parte, por esa nostalgia de lo mucho que disfrutamos en su día, pero el gran logro del programa es que ha sabido atraer a otras generaciones y adoptar otros lenguajes, ir allí donde está el público. OT no va de moderno, lo es, conecta de verdad con el público joven, y eso no es tan obvio ni tan fácil de conseguir. 20 años es un mundo en televisión y OT no se ha limitado a vivir de las rentas, del poder de esa marca, sino que ha ido reinventándose. 

Si TVE hubiera aceptado las propuestas de Gestmusic, seguro que hubiéramos podido disfrutar de una gala con mucho presupuesto y más concursantes de otras ediciones. Pero este maratón de 24 años, en especial su fin de fiesta, emitido ayer de 18:30 a 20:30, y que puede verse en RTVE Play, ha tenido una frescura que no suele casar con la rigidez de la televisión. Ha sido todo más natural, un encuentro entre amigos, con muchas de las personas que han sido importantes en la historia de OT conectando desde sus casas, o hasta desde un coche (Javián) o desde un restaurante de un hotel (Rosa). No he visto todo el maratón, claro, pero lo que he visto ha sido muy divertido, con espacios dedicados a las distintas ediciones de OT, en las que algunos de los concursantes compartían anécdotas y recuerdos. El rato de OT1 fue muy divertido y tuvo también un momento emotivo al recordar a Àlex Casademunt, recientemente fallecido. También hablaron, entre otros, Jesús Vázquez, presentador del programa en sus ediciones en Telecinco, o Poti, el inolvidable profesor de coreografía de las primeras ediciones. Algunos exconcursantes, como Bisbal, enviaron vídeos, mientras que otros estuvieron ausentes. 

El fin de fiesta, conducido por Noemí Galera y Manu Guix, dos de los pocos que han estado en todas las ediciones de OT, junto a Ángel Llacer, que fue profesor de interpretación en las primeras ediciones y hasta director de la academia en una de sus ediciones, reunió a participantes de todas las ediciones para cantar algunos de los temas más reconocidos de la historia del programa. Hubo ausencias, sí, pero fue una fiesta llena de buen rollo, buena música y energía positiva. El final, con todos los reunidos cantando Mi música es tu voz, fue muy emocionante, el fin de fiesta prefecto para este 20 aniversario. Me quedó la misma sensación que tras ver en su día OT, el reencuentro, que este programa sigue teniendo algo especial, que hay que cuidarlo y no quemar el formato, pero  que no ha dicho su última palabra. No sé dónde no cuándo, pero parece claro que OT volverá y seguirá escribiendo su historia, que es desde hace 20 años la historia de quienes no podemos evitar sentir un pellizco cuando escuchamos la sintonía del programa. Larga vida a OT. 

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