Septiembre

 

Siempre me ha gustado septiembre. El noveno mes del año, que por su nombre debería ser el séptimo y que más bien podría ser el primero, por todo lo que comienza en él, tiene algo especial. No es un mes más. Oficialmente, el año comienza en enero, pero septiembre tiene siempre un aire de nuevos inicios. Vuelta al cole, al trabajo, a la oficina, a las temporadas en radio y televisión, al lanzamiento de novelas, a los festivales de cine del mes (Venecia y San Sebastián). Harry Mulisch escribió que un comienzo no desaparece nunca, ni siquiera con un final, y puede que sea por eso, porque de algún modo todo vuelve a empezar en septiembre, por lo que me gusta tanto este mes

Como no suelo tomar vacaciones en agosto, que es un mes magnífico para quedarse en Madrid, nunca he asociado septiembre al final de las vacaciones. Es más, suele ser sinónimo de alguna escapada. Es interesante ver volver de sus vacaciones a los compañeros y amigos, no por hacerlo de rabiar ni nada por el estilo, sino porque es siempre atractivo ver cómo, en la mayoría de los casos, el tomarse unos días libres y alejarse de la rutina y de esta vida acelerada que llevamos ayuda a pensar, a reflexionar sobre lo que de verdad vale la pena en la vida, sobre a qué le queremos dedicar el tiempo. Esas reflexiones veraniegas pueden durar más o menos, suelen durar poco, la verdad, pero son interesantes porque son auténticas, porque no hay nada como parar un poco para saber dónde estamos y qué queremos. 

En septiembre regresan mis publicaciones y programas preferidos. El viernes pasado regresó El Cultural, por ejemplo, con un especial dedicado a Dante, por el 700 aniversario de su muerte. También el viernes volvió La Cultureta, en su doble versión, el programa de libros, series,películas y debates varios en Onda Cero. No me pierdo ninguna semana ni la edición matutina, dentro de Más de Uno, con Alsina al frente y Nacho Vigalondo como añadido de lujo a los culturetas clásicos, ni la de madrugada, con Rubén Amón, Rosa Belmonte, Isabel Vázquez, Guillermo Altares, JF León y Sergio del Molino. Es ya la octava temporada de La Cultureta, que comenzó dentro de La Brújula, cuando Alsina madrugaba menos. También ha regresado ya La grande libraire, el programa de libros de France 5 que comencé a ver para ir haciendo el oído al francés y que ahora no puedo dejar de ver. Espero igualmente pronto las próximas temporadas de Página Dos, en La 2, y de La estación azul, en RNE. 

Hablando de radio, el estreno de la nueva temporada ha traído la gran noticia del regreso, aunque temporal, de Julia Otero. A partir de esta próxima semana tendrá que volver a ausentarse, para terminar su tratamiento contra el cáncer, pero ha dirigido Julia en la Onda durante toda esta semana. Su vuelta ha estado rodeada por el cariño y la admiración que merece y uno de los más bonitos ejemplos de ese aluvión de apoyos hacia Julia Otero llegó de sus competidores en la Ser, ya que Carles Francino cerró La Ventana poniendo en antena un trocito del comienzo del programa de Julia Otero en Onda Cero. Un precioso detalle de humanidad y compañerismo. El primero de muchos grandes momentos de radio que seguro que nos traerá esta temporada a los amantes del medio. 

Tras el parón veraniego, sin grandes estrenos, aunque alguno que otro ha habido, septiembre traerá también multitud de novedades de series y películas. La Casa de Papel, por ejemplo, estrenó ya la primera parte de su quinta temporada el viernes pasado. Pronto hablaré de ella aquí. Y, como cada año, los festivales de cine de Venecia y Donosti nos pondrán los dientes largos, con películas que desearemos ver tan pronto como las estrenen. Al frente de ellas, Madres paralelas, la última de Almodóvar, bien recibida en Venecia. 

Soy un gran aficionado al ciclismo y en ese campo septiembre es también un mes importante, ya que en él se celebra la Vuelta Ciclista a España, la tercera gran vuelta del calendario, y el Mundial, que suele coincidir además por fechas con mi cumpleaños. 

Septiembre es igualmente sinónimo de la rentrée literaria, con lanzamientos de novelas que van directas a las listas de deseos de los lectores, como Los vencejos, la primera novela de Aramburu tras el éxito arrollador de Patria. Pinta muy bien. La Feria del Libro de Madrid no se celebra nunca en septiembre, pero la prudencia debida por el Covid-19 obligó a cambiar sus fechas habituales, así que desde este viernes, a los muchos alicientes de septiembre y sus comienzos se sumará este gran evento, la fiesta en torno a los libros que embellece aún más el Retiro cada año en Madrid. Será una Feria diferente, con mascarillas y aforos limitados, pero volverán las casetas, los libros y las firmas de los autores al Retiro. Otro motivo más para querer a septiembre. 

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