Cualquier tipo de película se puede disfrutar en un cine de verano, aunque hay algunas más apropiadas que otras, más propicias para este tipo de espacios. En realidad, después de tanto tiempo sin ir al cine por culpa de la maldita pandemia, casi cualquier película se puede disfrutar, sea donde sea, con tal de volver a disfrutar de la pantalla grande. El cover, de Secun de la Rosa, es una película maravillosa, perfecta para ver en una cine de verano y, más todavía, en este momento en el que soñamos con recuperar nuestra vida y ansiamos volver a todo aquello que ha tenido que quedar aparcado por culpa del Covid, porque es una película llena de vida.
Por pedante y terrible que pueda sonar, recuerdo que más de una vez he leído críticas de películas en las que se afea que un filme esté hecho para gustar. Ojo, que resulta que hay quien cree que es malo que las películas se hagan para que el espectador lo pase bien y disfrute. Esas críticas ceñudas recelan del cine que divierte y entretiene, porque sólo les gusta el que hace sufrir. En el cine cabe todo y bendita sea la variedad de este arte, pero, por favor, que no faltan nunca películas como El cover, hechas para gustar, sí, y vaya si lo consiguen.
Es una película de conciertos, de fiestas, de celebración de la vida, de abrazos y bailes. Una película de esas en las que te dan ganas de cantar las canciones que suenan y ponerte de pie para bailar, de las que sabes que recordarás con una sonrisa y querrás volver a ver. Yo al menos recordaré con cariño que vi El Cover en el cine de verano del parque de la Bombilla, una tórrida noche de agosto en Madrid, sintiéndome inmensamente afortunado por poder volver a disfrutar del cine y de esas pequeñas cosas que tanto echaba de menos, las que me hacen sentirme vivo.
El cover cuenta la historia de Dani (magnífico Àlex Monner), un joven que adora la música, pero no termina de atreverse a cantar en público. Vive en Benidorm, repleto de locales de karaoke y de actuaciones de toda clase. Allí conocerá a Sandra (inconmensurable Marina Salas, la luz de la película), quien le invitará a soñar, a disfrutar sin complejos, a probarlo. Que es el mensaje que lanza la propia película, con momentos musicales fabulosos y un retrato de Benidorm y de todo tipo de música de una forma desacomplejada, libre de prejuicios y de pensamientos que nos bloquean e impiden disfrutar.
La película, que cuenta con un elenco inspirado y que está llena de música desde el principio hasta el final, transmite una energía positiva que necesitamos siempre, claro, pero más todavía después de sufrir este gran trauma colectivo que ha sido la pandemia. El propio director de la película, Secun de la Rosa, ha contado que pasó el Covid-19, que además interrumpió el rodaje de la película. El guión, naturalmente, ya estaba escrito de antes, incluida la aparición del Sobreviviré que tanto escuchamos durante la pandemia, pero en la película se encuentra también esa voluntad postpandémica de saborear la vida, de disfrutar de cada rato con amigos, de cada baile, de cada canción, porque no sabemos lo que durará todo eso que damos por hecho, que consideramos normal, pero que en cualquier momento se puede esfumar.
El cover es la primera película como director de Secun de la Rosa y es un muy buen debut, en el que se encuentran algunos de los temas centrales que ya estaban en El disco de cristal, la obra de teatro que hace unos años dirigió el propio Secun de la Rosa, y que disfruté en el Lara. Aquella obra, una versión libre de El zoo de cristal, de Tenesse Williams, también tenía a la música en el centro de la historia, en la que aparecen igualmente los sueños y anhelos de unos personajes entrañables y en los márgenes, y la timidez y esa mezcla de miedo y ganas, de temor al fracaso y ansias de intentarlo, igual que la huella que deja la familia y las relaciones paternofiliales. Por cierto, el protagonista de la obra, Xavi Melero, aparece en El cover. Yo no dejaría que terminara el verano sin ver esta película. Si es un cine de verano, mejor aún. Más películas así, por favor.
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