Montmartre, un village à Paris

 

Ahora que el confinamiento y, sobre todo, la responsabilidad nos impiden viajar, no queda más remedio que alimentarnos de los recuerdos de viajes pasados, de la esperanza de poder volver a visitar esos lugares que tanto echamos de menos y, por qué no, buscar documentales de las ciudades amadas hasta debajo de las piedras. O, más sencillo aún, en YouTube. Ahí se puede encontrar el documental Montmartre, un village à Paris, que nos permite viajar en la distancia al barrio más bohemio y con más personalidad de París. El documental, de Martin Blanchard, se propone, y consigue, ir más allá de la visión más turística de Montmartre, para captar la esencia de este barrio parisino que fue una población aparte hasta 1860. 

Comenzamos, claro, visitando la Place du Tertre, la plaza de los pintores, que desde hace unos años es más la plaza de las terrazas de los restaurantes de la plaza, pero donde resisten, cada vez con menos espacio, los pintores que ofrecen retratos a los visitantes y lienzos que alimentan la belleza y el romanticismo de París. Conocemos en el documental la historia de algunos de esos pintores, que madrugan para reservar su espacio preferido en la plaza, pasan frío y tienen una dura competencia con las tiendas de souvenirs, pero que, pese a todo, resisten. "Es el precio de la libertad", cuentan, fascinados por la historia de Montmartre, refugio de artistas legendarios como Picasso, Modigliani, Van Gogh y tantos otros. 

Precisamente siguiendo los ecos de aquella historia fascinante, el documental nos acerca a la Cité Internationale des arts, una fundación que ofrece becas a artistas de todo el mundo y de todas las disciplinas, para crear allí donde vivieron, crearon y soñaron tantos grandes genios. También asistimos al Museo de Montmartre, donde se encuentran imágenes y documentos sobre la historia del barrio parisino que antes fue comuna y ciudad propia, y a una adoración nocturna en la basílica de Sacre Coeur. No sabía que hay peregrinos de todo el mundo que se inscriben para rezar de noche en el interior de la basílica. Desde el recogimiento del templo pasamos a los cabarets y locales de Montmartre, que no duermen, por razones distintas. Los contrastes de un barrio fabuloso, que sobrevive a todo, incluido el paso del tiempo y también el turismo masivo. 

"Todo era libre y abierto", cuenta una vecina de Montmartre en el documental, añorando tiempos pasados. También adora esta colina parisina y su historia Michou, un auténtico personajazo, al que no sconocía. Fue un cantante y director de cabaret, que según leo falleció a principios de este año. Es uno de los personajes más atractivos que aparecen en el documental, que también nos acerca, por cierto, al hotel Particulier de Montmartre, situado en una antigua casa del siglo XIX, donde no estaría mal vivir el ansiado reencuentro con París, cuando todo esto pase. Montmartre, un village à Paris es, en fin, un documental que nos permite pasear por Montmartre ahora que lo único que podemos hacer es añorarlo. 50 minutos de desconexión y de viaje a París. No es poco en este 2020 pandémico y desquiciado. 

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