Lobas de mar

Unos libros conducen a otros, ya sea por la temática, por una anécdota o un periodo histórico o porque quieres seguir leyendo más obras del autor o la autora de una novela que te ha gustado. Es lo que me pasó con Zoé Valdés, de quien no había leído nada, y cuyo estilo directo y lírico a la vez, crítico y sensual, social y poético, en La nada cotidiana, me atrapó. Rebuscando en casa di con una edición de Planeta, cuando era Planeta De Agostini, de Lobas de Mar, una novela que ofrece exactamente lo que sugiere su título y su portada: una aventura de piratas, con la particularidad de que sus protagonistas son mujeres. 


Lo primero que llama la atención de la novela es que sus dos personajes centrales, Ann Bonny y Mary Read, existieron de verdad. Ambas fueron piratas en las aguas del Caribe a finales del siglo XVII y principios del XVIII. Así consta en los archivos históricos. De su vida, sin embargo, muy poco se sabe, y es ahí, en esas páginas en blanco de la historia, en sus huecos que sólo se pueden llenar con imaginación, donde la autora decide construir a dos mujeres fuertes, de mucho coraje y no menos pasión. Dos personajes fascinantes que son, sin duda, el centro de la novela. La fuerza de ambas es lo que más me atrae de un libro que, por lo demás, se mantiene dentro de lo que cabe esperar de toda novela de aventuras al bordo de un barco pirata. 

Las dos mujeres protagonistas se disfrazan de hombres, porque en la época no se admitían a mujeres en estas embarcaciones. Las dos se abren paso en un mundo vedado por completo a las mujeres, y lo hacen adoptando vestimentas masculinas y también ganándose el respeto de todos alrededor jugando con sus mismas armas. Ambas buscan en el mar y vestidas de hombres la libertad que la vida en tierra como mujeres les negó.

En los primeros capítulos se narran los motivos que empujan a ambas al mar y, posteriormente, a la piratería. Hasta que se encuentran y la novela gana en intensidad y también en pasión. No escatima la autora la violencia, ni tampoco la sexualidad libre, libérrima, de ambas mujeres. La sensualidad juega un papel clave en la obra. Las dos esconden su condición de mujer, porque lo necesitan para poder seguir con sus ocupaciones, con su vida en el mar, pero ambas aman, sienten y viven como quieren. 

Imposible no acordarse leyendo esta obra de la trilogía de Martín Ojo de Plata, de Matilde Asensi, en la que Catalina Solis también se tiene que hacer pasar por un hombre para ganarse el respeto y la autoridad que nadie le concedería de oro modo. Las novelas de Asensi tienen una mayor vocación de ofrecer el retrato de una época, en ese caso, el Siglo de Oro español, mientras que en Lobas de mar Zoé Valdés se centra sobre todo en los sentimientos de las dos protagonistas. Una historia, sin duda, fascinante, que suma a la atracción innegable de toda historia de piratas el añadido de que los dos personajes principales son mujeres. Y qué mujeres. 

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