El Médico, el musical

"Estoy oyendo mi libro", le dijo Noah Gordon, autor de El médico a Iván Macías, compositor y director musical de la obra de teatro que convierte aquella obra, una de las más vendidas de las últimas décadas, en un magnífico musical. Y no extraña esa reacción del autor, porque el musical capta, en efecto, la épica de esa historia más grande que la vida nacida de la pluma de Gordon, que traslada al lector y, ahora, al espectador del teatro, al siglo XI. El médico es una obra tan célebre, conocida ya por tantos millones de lectores en todo el mundo, que resulta muy osado plantear la idea de crear un musical a partir de la historia de Rob J. Cole. No porque no haya material de calidad en el libro para ello, por supuesto, sino, precisamente, porque lo hay de sobra, porque esta trama forma parte del imaginario colectivo. Por eso, es delicado acercarse a ella y darle una vuelta de tuerca tan original. Iván Macías y Féli Amador han superado con nota el reto, como demuestra el público que llena cada noche el Teatro Nuevo Apolo de Madrid, con una ovación que parece no tener fin cuando concluye la obra. 


Además de enfrentarse al desafío, nada menor, de mantener la esencia de El médico y conseguir realzar su grandeza con la música y la puesta en escena, los autores del musical tenían ante sí otro reto: abrirse paso en la muy competitiva cartelera de musicales en Madrid, convertida en los últimos años en una de las capitales del género en Europa. Otro reto superado, a tenor de las exitosas cifras de público de la obra, cuyo estreno mundial en Madrid y cuya autoría española lanza también un mensaje elocuente del papel que juega el teatro español en el género musical, que encadena varios años prodigiosos de producciones nacionales e internacionales de primer nivel, como El Rey León, Billy Elliot o el inolvidable Más de cien mentiras

El musical de El Médico está a la altura de todos ellos. De hecho, creo que es el musical más completo de los últimos que he visto. Porque todo funciona a la perfección en él. Es un musical puro, en el que se canta casi más de lo que se habla (o sin casi), por lo que la calidad vocal de los 41 actores que aparecen en pantalla es clave. El sonido es potente, extraordinario, y hay un puñado de escenas que conmueven, con voces poderosas. La mayoría de los intérpretes protagonistas de la obra cantan mejor que actúan, sin que esto signifique que no cumplan con creces en la parte interpretativa. Algunos musicales brillan en lo musical pero flaquean en la historia. Aquí, con la fascinante novela de Noah Gordon de fondo, ambas partes de la obra van de la mano. 

Al terminar la función, los actores y, por supuesto, la orquesta en directo, recibieron una prolongada y merecida ovación, que se trasladó después al resto del equipo del musical, más de 100 personas, como los técnicos, que subieron al escenario. Creo que es la primera vez que veo algo así, ese gesto con los otros profesionales que hacen posible la obra, sin dar la cara. Y me parece de justicia, porque si algo impresiona de este musical es su portentoso despliegue, en todos los aspectos. Ver a más de 40 actores en el escenario en varios momentos de la obra impresiona, pero no lo hacen menos los efectos de luces, la música en directo y la escenografía, que consigue llevarnos de la mano del protagonista en su largo viaje desde Londres a Isfaham, en busca de Avicena. Mención especial merece también el vestuario, del que es responsable Lorenzo Caprile, porque juega un papel central en esta obra.

La belleza de la historia de amor, amistad, lealtad y ansia de conocimiento del libro escrito por Noah Gordon alcanza nuevas cotas con este musical, cuya recreación de cada escenario por el que pasa Rob J. Cole es más espectacular que la anterior. Como los más grandes musicales, El Médico lo tiene todo, son más de dos horas fascinantes en la que el público deja en la puerta sus problemas e inquietudes del siglo XXI para viajar al siglo XI, para quedarse boquiabierto con las actuaciones más impresionantes, aquellas en las que aparecen todos los actores en escena, pero también para emocionarse con las más intimistas, como aquellas en las que el protagonista y Mary celebran su amor. El Médico es, en fin, uno de los mejores musicales que han pasado por Madrid en los últimos años. Y no han pasado pocos. 

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