31 personas huyen de la violencia por minuto

El informe anual de la Agencia de la Onu para los Refugiados (Acnur) está repleto de cifras que estremecen y, sobre todo, de algunos de esos rostros que hay detrás de los fríos números, de algunas de las historias que esconden las brutales estadísticas que tanta inhumana indiferencia despiertan en las sociedades occidentales. De todos esos datos, uno de los más impactantes es que el año pasado 31 personas huyeron de la violencia en el mundo ¡cada minuto! 31 personas, 31 vidas, 31 historias destrozadas. El año pasado se alcanzó un dato récord de 68,5 millones de personas que escaparon de la violencia en todo el mundo. 


Más cifras con personas detrás que invitan a la reflexión. De esas personas que huyeron, 40 millones son desplazados internos; 3,1 millones, solicitantes de asilo; y 25,4 millones, refugiados. La cifra de refugiados representa un incremento anual de 2,9 millones de personas, más que nunca antes. El 68% de ellos escaparon de Siria, Afganistán, Sudán del Sur, Myanmar y Somalia. Y, ojo, el 85% de los refugiados vive en países en desarrollo, ante la pasividad de los países desarrollados que, como los de la UE, externalizan la acogida a terceros países. Los Estados que reciben al 85% de los refugiados son Turquía, Pakistán, Uganda, Líbano e Irán. 

El 52% de los refugiados son niños y niñas. De ellos, 173.800 emprenden el viaje solos. Lo dejan todo para buscar una vida mejor, o sencillamente para buscar mantener su vida, despojados de la inocencia infantil, de los juegos que deberían marcar su existencia, del aprendizaje propio de esta época vital. 

Siria sigue centrando parte de la preocupación de las agencias que, como Acnur, sí están a la altura de la tragedia humanitaria de estos días, la más grande desde la II Guerra Mundial. El año pasado hubo 5,5 millones de refugiados sirios y 6,1 millones de desplazados internos. Otro de los mayores focos de inquietud fue Myanmar, de donde los rohingyas tuvieron que huir ante una persecución demencial que recuerda a otras épocas grises. El año pasado 932.000 personas rohingyas escaparon del país. De ellas, más de medio millón huyeron sólo en septiembre. 

El informe anual de Acnur da cuenta de la extraordinaria labor de esta agencia de la ONU y también comparte información que, sinceramente, desconocía. Por ejemplo, que Irán es uno de los pocos países del mundo que pone su sistema nacional de sanidad a disposición de los refugiados en las mismas condiciones que la población local. Acnur ayudó al país persa en este servicio, cubriendo los costes de las primeas de 110.000 refugiados. También hay datos relevantes sobre Europa, como el hecho de que en 2017 el número de refugiados descendió un 53%, aunque los xenófobos vean invasiones por todas partes. Acnur y tantas otras organizaciones mantienen la dignidad en este tiempo en el que la mayoría de la sociedad mira hacia otro lado en una actitud que la Historia juzgará

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