"Mi siglo", de Günter Grass

Cuando estaba a punto de terminar El tiempo de ayer, las portentosas memorias de Stefan Zweig, encontré en casa como por parte de magia, invitándome a la lectura, Mi siglo, de Günter Grass. Conmovido y fascinado como estaba con las reflexiones lúcidas de Zweig sobre el pasado, sobre ese tiempo de ayer, quería seguir adentrándome en los recuerdos del siglo pasado de otro gran autor. Aunque no encontré en Mi siglo exactamente lo que buscaba al comienzo, pues no son unas memorias del escritor alemán, sino un conjunto de relatos, sí supone una mirada inteligente a los grandes hitos del siglo XX, una crónica excepcional, desde lo cotidiano, de los principales cambios y acontecimientos que agitaron el mundo el siglo pasado, el siglo de Günter Grass, quien publicó esta obra el año 1999, para despedirse de la centuria pasada. 

Cada año tiene su propia historia, con distintos protagonistas, o con el mismo, sólo que cambiado. "Yo, intercambiado conmigo, estuve presente año tras año. No siempre en primera línea, porque, como allí había guerra todo el tiempo, nos gustaba quedarnos en retaguardia", leemos al comienzo de la obra, en la historia de 1900. La guerra está muy presente en la obra. Las dos contiendas mundiales, la guerra de Vietnam, la primera televisada. Como resume un personaje de este libro en una de las historias, el siglo XX se puede resumir de algún modo como un periodo en el que "había guerra, siempre guerra, con pausas en medio"


Como crónica del siglo XX, sin embargo, Mi siglo no se limita a los grandes hitos o a los personajes de los libros de historia. También nos acerca, por ejemplo, a partidos de fútbol, o nos relata la llegada de descubrimientos tecnológicos rompedores. Y son muchas veces esas historias cotidianas las que más conmueven, porque es la intrahistoria de la historia, las notas a pie de página del paso del tiempo, de los hitos del siglo XX. No es in tratado histórico, sino que refleja, de algún modo, cómo pudo ser la vida de cualquier ciudadano corriente a lo largo de todo el siglo. Adopta distintas voces, distintos tonos, el autor, para mostrarlo todo, desde la caída del muro de Berlín o el estallido de las dos grandes guerras mundiales a la irrupción de nuevos estilos musicales o a memorables partidos de tenis. Todo tiene cabida en estas páginas. 

Hay muchas historias impactantes en el libro. Ninguna de ellas tiene más de cinco o seis páginas. En las dos guerras mundiales, son los mismos personajes los que, durante todos los años de la contienda, rememoran aquel tiempo de muertes y sufrimiento. Impacta cómo afectó la hiperinflación en la vida de la gente en Alemania, la precaria situación económica en la que quedó el país tras las sanciones impuestas después de la I Guerra Mundial, que tanto tuvieron que ver con el surgimiento posterior de Hitler y el movimiento más fanático y criminal de cuantos ha sufrido la humanidad a lo largo de su historia. En esta obra queda claro cuánto impacta la economía, los tipos de cambios, cualquier cifra económica, en la vida cotidiana. 

Si tuviera que quedarme con un solo pasaje de este libro, sería sin duda el del año 1989, el que pasó a la historia como el año de la caída del muro de Berlín, una de las escenas más icónicas del siglo pasado. Nos presenta el autor a dos personas en un taller. "Mi amigo echó una rápida ojeada la pantalla sin sonido, en la que aparentemente pasaban una película en cuyo argumento unos jóvenes trepaban al Muro, se sentaban a horcajas sobre la protuberancia superior y la policía de fronteras contemplaba la diversión sin hacer nada. Al hacerle observar ese menosprecio del Muro de Protección, el amigo de mi amigo dijo: típicamente occidental". Mi siglo es, en fin, la mirada despierta y ágil de uno de los autores alemanes más reconocidos del siglo XX, premio Nobel de Literatura, quien reconoció en la parte final de su vida que, como tantos jóvenes de la época, fue seducido por Hitler y entró en las juventudes del partido nazi, como confesó en su, esta sí, autobiografía, Pelando la cebolla. Una buena obra para seguir con esta indagación de las memorias de grandes autores del pasado siglo. 

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