Tímidas luces, gestos necesarios

Ayer fue un día en el que al menos tuvimos alguna buena noticia, además bastante inesperada, que llevarnos a la boca. También hubo alguna esperpéntica e intolerable como la comparecencia a puerta cerrada de Draghi o la inhibición para los móviles, buscando así impedir que diputados fueran contando vía Internet lo que decía el presidente del BCE. La guinda del esperpento llegó cuando al final se filtró toda la comparecencia, e incluso el propio organismo europeo la publicó en su web. Alguien ha quedado muy mal en todo esto. No se puede hablar de transparencia y provocar tamaño disparate en una comparecencia, por otro lado, sin mucha sustancia, de un responsable europeo en el Congreso de los Diputados, es decir, la sede de la soberanía nacional, la casa de todos los españoles.

Y a eso voy al hablar de tímidas luces, de buenas noticias, de gestos necesarios. A que ayer el Congreso fue un poco más la casa de todos que en estos tiempos pasados. La Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que pide la dación en pago, con cerca de millón y medio de firmas, llegó al Congreso donde tenía que ser aprobada o no su admisión a trámite. El PP, partido con mayoría absoluta en la Cámara, era contrario a aceptar su estudio. Es decir, no era partidario de debatir al menos una propuesta que han respaldado con sus firmas un millón y medio de ciudadanos. 

Al final, el partido en el gobierno terminó cediendo (no sabemos si por un destello de luz repentino ante la abismal distancia de la clase política con los ciudadanos o debido a la trágica noticia del suicidio de una pareja de pensionistas en Mallorca que iban a ser desahuciados). El caso es que el PP rectificó y votó a favor de debatir la ILP. Dicen que de sabios es rectificar y no vale eso de criticar a un partido cuando dice una cosa y luego también cuando dice la contraria. Bienvenido sea el cambio de postura y esperemos a ver el recorrido de esta propuesta.

Por lo pronto, las asociaciones de afectados por la hipoteca (PAH) y esta propia ILP son la mejor muestra de que la movilización ciudadana por una causa sí puede dar sus frutos, que sí puede servir para algo. Han logrado que se admita a trámite esta ILP, pero también antes alguna modificación legal sobre las hipotecas y los desahucios que, si bien son insuficientes para los miembros de esta plataforma, sí son algún avance. Es la grata sensación, rara en este país, de que los políticos escuchan a los ciudadanos y de que éstos pueden tener algo que decir sobre lo que se discute en el Congreso, lo que hace de la jornada de ayer en las Cortes algo razonablemente ilusionante, una tímida luz agradable ante tanta oscuridad. Eso no quiere decir que no haya mucho que cambiar todavía, por supuesto. Las ILP deberían pedir menos firmas de las que exige la ley actualmente (medio millón) y se deberían facilitar este y otros mecanismos de relación entre políticos y ciudadanos, de participación ciudadana en la política que más de lleno les toca. 

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