Esta madrugada, a las doce, comienza la campaña de las elecciones autonómicas en Cataluña. Hoy se han publicado dos encuestas de sendos organismos oficiales del Estado central y la Generalitat sobre los comicios. Los sondeos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) y del Centro de Estudios de Opinión (CEO) coinciden en una clara victoria electoral de CiU, pero sólo el del organismo catalán le otorga la mayoría absoluta. Además, el CIS también ha publicado una encuesta con intención de voto a nivel nacional, en la que se refleja la caída incesante del PP y el estancamiento alarmante del PSOE.
Según el CIS, en las elecciones catalanas del 25 de noviembre CiU lograría entre 63 y 64 escaños (la mayoría absoluta está en 68 escaños en el Parlamento catalán). La formación liderada por Artur Mas aumentaría entre uno o dos escaños su actual presencia en la Cámara autonómica. El PSC sería la segunda fuerza política más votada con 19 escaños (nueve menos que ahora), seguido de ERC con 17(siete más que en la actualidad) y del PP con entre 16 y 17 escaños (entre uno o dos menos que ahora). ICV obtendría 11 escaños y Ciutadants lograría siete (más del doble que en la actualidad). Solidatirat, el partido independentista creado por Laporta, caería desde los cuatro parlamentarios de ahora hasta tener un solo escaño.
La encuesta del CEO no coincide con la del CIS ni en lo relativo a la posible mayoría absoluta de CiU ni en la distibución del resto de fuerzas políticas. Para este organismo de la Generalitat, CiU sí lograría la mayoría absoluta en las elecciones al conseguir entre 69 y 71 diputados. Según este sondeo, Artur Mas tendría la mayoría que reclama para emprender su proyecto separatista. El segundo partido más votado no sería el PSC según esta encuesta, sino el PP, con entre 18 y 19 diputados. El hundimiento de los socialistas catalanes sería mucho mayor aún que el que refleja el CIs, ya que el sondeo del CEO le otorga 15 escaños. Caería así a la tercera plaza con un único escaño de ventaja sobre ERC, cuarto con 14 parlamentarios. ICV tendría seis escaños, mismo resultado que CIutadants. Para esta encuesta, Solidaritat se quedaría fuera del Parlamento catalán.
Artur Mas obtiene otra buena noticia más de este sondeo además de la mayoría absoluta, ya que se sitúa como el líder más valorado con un 5,82. El segundo en este ranking es Duran i Lleida con un 5,41. El candidato de ERC, Oriol Junqueras, saca un 5,38. También aprueba el cabeza de lista de ICV, Joan Herrera con un 5,04. Malas notas para Pere Navarro, del PSC (3,66); Albert Riera, de Ciutadants (2,79) y Alicia Sánchez Camacho (2,16). Por último, el CEO pregunta sobre el voto en una hipotética consulta por la independencia. Los partidarios del sí superan con holgura a los del no (un 57% frente a un 20,5%).
El escenario político en el conjunto de España ha sido retratado también por el CIS. La realidad sigue mostrando una pérdida de apoyos del PP que en absoluto capitaliza el PSOE. Si las elecciones se celebraran hoy, el PP lograría un 35,9% en estimación de voto. Son 8,7 puntos que hace un año cuando ganó en las urnas por mayoría absoluta. El PSOE no tiene pocos motivos de preocupación porque, ante este desgaste sin precedentes del partido en el gobierno, obtendrían un 28,6% de los votos, es decir, una décima menos incluso que el 20-N y un 1,3 por debajo del último sondeo del CIS que recogía intención del voto, el del mes de julio.
Izquierda Unida y UPyD siguen en la tendencia ascendente atrayendo gran parte del voto descontento con los dos grandes partidos. La coalición liderada por Cayo Lara obtendría un 9,4% de los apoyos ciudadanos, dos puntos y medio más que hace un año. Por su parte, el partido que encabeza Rosa Díez subiría hasta el 7,3% en estimación de voto, 2,79 puntos más que el 20-N. CiU bajaría hasta el 3,9%, Amaiur subiría hasta el 1,6%, el PNV mejoraría ligeramente los resultados de las pasadas generales llegando al 1,4%, ERC subiría hasta el 1,3%, el BNG se mantendría en el 0,7% y Coalición Canaria bajaría dos décimas hasta el 0,4%. Compromís Equo (0,7%) y Geroa Bai (0,3%) mejoran sus resultados.
La valoración de líderes reparte, como viene siendo habitual, suspensos por doquier. La política más valorada, Uxue Barkos no llega al aprobado (4,5). Le sigue Rosa Díez con un 4,31. Baja nota del líder de la oposición: Alfredo Pérez Rubalcaba se lleva un pobre 3,7. Muy deficiente es la calificación que le dan los españoles a su presidente, ya que Mariano Rajoy se queda con un 2,78, su peor nota hasta el momento. Un 67,1% de los encuestados considera que la gestión del gobierno es mala o muy mala. La nota de los ministros tampoco es, en consencuencia, para tirar cohetes. El más valorado es Alberto Ruiz Gallardón con un 3,54. Es decir, tampoco tiene una gran ventaja sobre el que peor nota obtiene, precisamente el titular de la cartera de Educación José Ignacio Wert con un 2,15.
La primera preocupación de los españoles sigue siendo el paro (77,9%), seguido de los problemas de índole económica (43,4%) y la clase política (30%, nuevo récord). Un 77,6% ve mal o muy mal la situación política. Un 91,6% considera que la situación económica es mala o muy mala (en estos casos siempre me he preguntado quiénes serán ese 8,4% restante) y cunde el pesimismo porque hasta un 49,1% de los encuestados cree que será peor dentro de un año. No es nada distinto de lo que se desprende de los informes y previsiones de la mayoría de los organismos internacionales.
Según el CIS, en las elecciones catalanas del 25 de noviembre CiU lograría entre 63 y 64 escaños (la mayoría absoluta está en 68 escaños en el Parlamento catalán). La formación liderada por Artur Mas aumentaría entre uno o dos escaños su actual presencia en la Cámara autonómica. El PSC sería la segunda fuerza política más votada con 19 escaños (nueve menos que ahora), seguido de ERC con 17(siete más que en la actualidad) y del PP con entre 16 y 17 escaños (entre uno o dos menos que ahora). ICV obtendría 11 escaños y Ciutadants lograría siete (más del doble que en la actualidad). Solidatirat, el partido independentista creado por Laporta, caería desde los cuatro parlamentarios de ahora hasta tener un solo escaño.
La encuesta del CEO no coincide con la del CIS ni en lo relativo a la posible mayoría absoluta de CiU ni en la distibución del resto de fuerzas políticas. Para este organismo de la Generalitat, CiU sí lograría la mayoría absoluta en las elecciones al conseguir entre 69 y 71 diputados. Según este sondeo, Artur Mas tendría la mayoría que reclama para emprender su proyecto separatista. El segundo partido más votado no sería el PSC según esta encuesta, sino el PP, con entre 18 y 19 diputados. El hundimiento de los socialistas catalanes sería mucho mayor aún que el que refleja el CIs, ya que el sondeo del CEO le otorga 15 escaños. Caería así a la tercera plaza con un único escaño de ventaja sobre ERC, cuarto con 14 parlamentarios. ICV tendría seis escaños, mismo resultado que CIutadants. Para esta encuesta, Solidaritat se quedaría fuera del Parlamento catalán.
Artur Mas obtiene otra buena noticia más de este sondeo además de la mayoría absoluta, ya que se sitúa como el líder más valorado con un 5,82. El segundo en este ranking es Duran i Lleida con un 5,41. El candidato de ERC, Oriol Junqueras, saca un 5,38. También aprueba el cabeza de lista de ICV, Joan Herrera con un 5,04. Malas notas para Pere Navarro, del PSC (3,66); Albert Riera, de Ciutadants (2,79) y Alicia Sánchez Camacho (2,16). Por último, el CEO pregunta sobre el voto en una hipotética consulta por la independencia. Los partidarios del sí superan con holgura a los del no (un 57% frente a un 20,5%).
El escenario político en el conjunto de España ha sido retratado también por el CIS. La realidad sigue mostrando una pérdida de apoyos del PP que en absoluto capitaliza el PSOE. Si las elecciones se celebraran hoy, el PP lograría un 35,9% en estimación de voto. Son 8,7 puntos que hace un año cuando ganó en las urnas por mayoría absoluta. El PSOE no tiene pocos motivos de preocupación porque, ante este desgaste sin precedentes del partido en el gobierno, obtendrían un 28,6% de los votos, es decir, una décima menos incluso que el 20-N y un 1,3 por debajo del último sondeo del CIS que recogía intención del voto, el del mes de julio.
Izquierda Unida y UPyD siguen en la tendencia ascendente atrayendo gran parte del voto descontento con los dos grandes partidos. La coalición liderada por Cayo Lara obtendría un 9,4% de los apoyos ciudadanos, dos puntos y medio más que hace un año. Por su parte, el partido que encabeza Rosa Díez subiría hasta el 7,3% en estimación de voto, 2,79 puntos más que el 20-N. CiU bajaría hasta el 3,9%, Amaiur subiría hasta el 1,6%, el PNV mejoraría ligeramente los resultados de las pasadas generales llegando al 1,4%, ERC subiría hasta el 1,3%, el BNG se mantendría en el 0,7% y Coalición Canaria bajaría dos décimas hasta el 0,4%. Compromís Equo (0,7%) y Geroa Bai (0,3%) mejoran sus resultados.
La valoración de líderes reparte, como viene siendo habitual, suspensos por doquier. La política más valorada, Uxue Barkos no llega al aprobado (4,5). Le sigue Rosa Díez con un 4,31. Baja nota del líder de la oposición: Alfredo Pérez Rubalcaba se lleva un pobre 3,7. Muy deficiente es la calificación que le dan los españoles a su presidente, ya que Mariano Rajoy se queda con un 2,78, su peor nota hasta el momento. Un 67,1% de los encuestados considera que la gestión del gobierno es mala o muy mala. La nota de los ministros tampoco es, en consencuencia, para tirar cohetes. El más valorado es Alberto Ruiz Gallardón con un 3,54. Es decir, tampoco tiene una gran ventaja sobre el que peor nota obtiene, precisamente el titular de la cartera de Educación José Ignacio Wert con un 2,15.
La primera preocupación de los españoles sigue siendo el paro (77,9%), seguido de los problemas de índole económica (43,4%) y la clase política (30%, nuevo récord). Un 77,6% ve mal o muy mal la situación política. Un 91,6% considera que la situación económica es mala o muy mala (en estos casos siempre me he preguntado quiénes serán ese 8,4% restante) y cunde el pesimismo porque hasta un 49,1% de los encuestados cree que será peor dentro de un año. No es nada distinto de lo que se desprende de los informes y previsiones de la mayoría de los organismos internacionales.
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