La cuestión independentista ha capitalizado totalmente el debate político en Cataluña y en el conjunto de España. No se habla ya del cierre de hospitales, de los recortes aprobados por el gobierno de Mas, del rescate que tuvo que pedir esta comunidad al Estado central para seguir afrontando sus pagos... De entrada, la apuesta independentista de Mas ha llevado de forma clara a dividir toda la política catalana entre partidarios y detractores de la independencia, y eso puede llevar también a una división peligrosa en la sociedad. Ayer Artur Mas estuvo en Telecinco contando lo mismo de siempre, al igual que Alicia Sánchez Camacho, que presentó a su partido como el único de verdadera oposición al independentismo en Cataluña, y Pere Navarro, que sigue en esa estudiada posición intermedia entre unos y otros que, a tenor de las encuestas, confunde a propios y extraños.
Hoy conocemos que cientos de intelectuales han firmado un manifiesto al calor de este debate independentista. Lo hacen para mostrar su rechazo al soberanismo y en defensa del consenso y del federalismo en España. Entre los firmantes están Pedro Almodóvar, José María Ridado, Félix de Azúa, Elvira Lindo, Almudena Grandes o Mario Vargas Llosa en una larga lista de personalidades de distintos ámbitos. ¿Qué dicen en el documento? De algún modo, viene a pedir sentido común y voluntad de diálogo de todos los partidos. Desmontan los engaños del nacionalismo catalán y piden que no se opte por el inmovilismo como respuesta a la actual situación.
"Ni Cataluña está sometida a un expolio por parte de España ni el común de los españoles alberga sentimiento alguno de menosprecio hacia ella", se puede leer en este manifiesto que celebro porque es un canto a la sensatez, al diálogo y a la moderación. Es un manifiesto favorable a la izquierda, de hecho así comienza, pero igual da que este llamamiento al consenso llegue de un lado u otro. Las ideas expuestas en él son un buen punto de partida. Se critica que los partidarios de la independencia de Cataluña, los responsables políticos que están vendido este paraíso que sería el nuevo Estado propio catalán, "aducen beneficios obviando penosas consecuencias para todos". Además, echan en cara este proyecto" en los actuales momentos de crisis económica porque, según dicen, "añadir una propuesta de secesión augura, bajo el pabellón de un nacionalismo exacerbado, el desbordamiento a corto plazo del malestar social al que nos viene arrastrando el súbito empobrecimiento y el vértigo de la desesperanza de un número creciente de ciudadanos".
En el documento se asegura que "los independentistas convierten su particular idea de España en el chivo expiatorio sobre el que cargar todos los malestares". Se ataca también la ficción histórica sobre la que se construye el discurso independentista ya que "la afirmación de que España perpetró agresiones contra Cataluña es una desgraciada manipulación del pasado". A continuación se asegura que desde el resto de España se admira a Cataluña porque "sin ella, sin su lengua, sin su cultura y sin su aportación solidaria no puede entenderse la España democrática".
Se reconoce que existe en Cataluña un fuerte sentimiento nacional, pero también se recuerda que hay muchas voces en Cataluña y en el resto de España que piden seguir avanzando juntos. Recuerdan también que cualquier cambio de estatus legal debe pasar por la ley y señalan la contradicción del discurso independentista catalán que pretende separar, e incluso confrontar, lo legal de lo democrático. "Ahora, paradójicamente, los independentistas, para llevar adelante su denominada transición nacional se proponen violentar la ley democrática, hecha por todos y para todos, con el propósito de alumbrar una ley nueva, hecha sólo por los que se sienten llamados a una misión sin contar con los demás".
Piden que CiU y otras fuerzas independentistas asuman "sus graves responsabilidades en la equivocada gestión de la presente crisis económica y en los abusos en que incurrieron y dejen de exculparse bajo el supuesto expolio perpetrado por España". Por último, reclaman a todas las fuerzas democráticas a sumarse para buscar "un mejor encaje constitucional para Cataluña, un modelo de financiación más justo y una federalización del deteriorado Estado de las autonomías".
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