Sarkozy y Cameron visitan Libia

El presidente francés y el primer ministro británico han visitado hoy Libia en un gesto significativo de apoyo al nuevo régimen que está naciendo en el país tras la derrota de Gadafi. Nicolás Sarkozy y David Cameron han estado en Trípoli unas horas y ha mostrado todo su apoyo al Comité Nacional de Transición. Han felicitado a los rebeldes por el triundo conseguido y han pedido un proceso de reconciliación y unidad nacional. Más allá del gesto en sí, que tiene gran valor sin duda, lo más destacado de la visita es la petición expresa de ambos dirigentes de que exista reconcilicación nacional. Es algo clave para el futuro de Libia. Está claro que es complicado, pero las represalias contra los gadafistas no son admisibles y la nueva Libia debe estar abierta a todos. Esto no quiere decir que Gadafi y compañía no deban responder de sus actos ante los tribunales.

"Creo en una Libia unida, no en una Libia dividida", ha dicho Sarkozy en Bengasi. Son las palabras más destacadas, pues reflejan a la perfección lo que debe suceder en Libia en un futuro, desde este preciso momento en que se da por hecha la derrota definitiva de Gadafi y la caída de su régimen. Libia debe comenzar una etapa ilusionante, no de ajustes de cuentas con los que estuvieron del lado de Gadafi. Será complicado, pero el resultado final vale la pena. Vale la pena que haya una Libia con la paz, la democracia y la reconciliación como bases, tal y como señalaba Sarkozy nada más aterrizar en Trípoli. "Es extaordinario encontrarse en una Libia libre", ha declarado Cameron. Eso sí, Sarkozy ha recordado que Gadafi sigue siendo un peligro.
Otros asuntos importantes sin duda como la crisis económica llevan a un segundo plano todo lo que está sucediendo en Libia, algo que es ciertamente apasionante. Es lógico que así sea, pero la visita de hoy de los líderes francés y británico devuelven al primer plano el proceso de transición en Libia. Un proceso con Gadafi en paradero desconocido, lo cual será peligroso sin ninguna duda hasta que no se detenga, que tendrá grandes dificultades. Libia debe caminar hacia la democracia y la libertad, es decir, hacia un régimen y un sistema totalmente contrario y opuesto al anterior. Para ello es vital que se piense en todos los libios, no sólo en los que han mostrado su pureza apoyando a los rebeldes.

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