Obama señala a España

La economía sigue centrando la atención informativa. Grecia es de nuevo el epicentro del terremoto, pero el seísmo se puede notar en otros países. No hay más que ver cómo ayer bajaron a plomo las Bolsas de toda Europa, especialmente la francesa debido a que sus bancos están muy expuestos a la deuda griega, pero también la española. El Ibex 35 marcó mínimos y cayó hasta datos de 2009. Además de eso, la prima de riesgo de España e Italia sigue subiendo. Todo el mundo, en fin, mira a Europa con preocupación. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, no es una excepción, ya que ha hablado con periodistas sobre la situación económica europea y, entre otras cosas, ha dicho que el mayor problema puede ser lo que suceda con España e Italia si los mercados les siguen presionando. Esto se debe a que son dos países grandes y todo se ampliaría en caso de que España o Italia vivieran momentos tan delicados como los vividos por otros países de la UE.

Obama también tuvo tiempo para aconsejar a Europa lo que debe hacer, de tal forma que pidió a la UE políticas fiscales coordinadas que se conjuguen con la integración monetaria. Además, el presidente de Estados Unidos dijo que si no hay coordinación, seguiremos viendo debilidades en la economía global. Así mismo, Obama declaró que la crisis está afectando mucho a la economía de su país. Estas palabras de Obama alertando de que lo peor puede llegar si los mercados siguen acosando a España e Italia no hace sino reiterar lo que opinan la gran mayoría de expertos: que una cosa es que Grecia tenga problemas serios (y ya vemos cómo están afectando a toda la UE) y otra más grave aún sería que países grandes como España e Italia se vieran igualmente con el agua al cuello.

Entre tanto, hoy las Bolsas abrirán con la esperanza de ir recuperándose poco a poco de las fuertes bajadas de los últimos días. El de ayer fue eso que se llama un lunes negro, pero más bien habría que ir pensando en decir que estamos en un periodo negro para la economía mundial, ya que raro es el día que no hay algún sobresalto. Todos seguiremos mirando a Grecia esperando ver algún atisbo de esperanza, alguna luz que haga pensar que el país heleno va a poder hacer frente a sus compromisos. Mientras esto ocurre, es de esperar que la presión de los mercados sobre España e Italia continúe.

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