La crisis griega

Seguimos dándole vueltas al movimiento 15-M y, a buen seguro, los indignados serán protagonistas del domingo con las marchas anticrisis que están convocadas en Madrid para ese día. Hoy, sin ir más lejor, portavoces de este movimiento van a desmarcarse previsiblemente de la violencia con la que un grupo de personas actuó en Barcelona tratando de impedir la entrada de los políticos al Parlamento catalán para debatir los presupuestos. Las declaraciones cruzadas entre gobierno y oposición giraban ayer en torno a si el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, estaba actuando de forma correcta ante esta situación. Él habló de firmeza con los violentos y de prudencia con aquellos que se manifiestan de forma pacífica. El líder de la oposición, Mariano Rajoy, alabó la prudencia pero dijo que ésta no podía convertirse en pasividad. Mientras tanto, los actos de protesta de ayer se centraron en Valencia y, en este caso, se trataron de protestas pacíficas mostrando tarjetas rojas para denunciar la corrupción política. Así es cómo está la situación en relación a los indignados, pero hay otras noticias que preocupan estos días. Una de ellas, quizás la más alarmante, es la grave crisis griega que pone en jaque al euro y en riesgo a otros países europeos como España.

No hace falta ser un experto económico para tener la sensación de que volvemos a vivir momentos trascendentales en Europa, momentos críticos. Cuando el primer rescate a Grecia se pasó por una situación muy delicada y ahora este país necesita una nueva inyección para no caer en una situación aún más grave que haría mucho daño a Europa. Según parece, todos en la Unión Europea coinciden en que Grecia necesita un nuevo empujón, ya que es incapaz de cumplir con los compromisos adquiridos hace un año, pero se discrepa en la forma que debería tener esta ayuda. De este modo, Alemania apuesta por la participación de los bancos privados en este segundo rescate, mientras que Francia, la Comisión y el BCE consideran que, nuevamente, debe ser una inyección pública la que salve a Grecia. Hoy hay una cita trascendental en Berlín entre Angela Merkel y Nicolás Sarkozy. Ambos defienden posturas encontradas y presiden los dos países más importantes de la UE, por lo que esta reunión adquiere un gran valor. De lo que salga de este cita dependerá en gran medida el camino que se tome para ayudar a Grecia y evitar un colapso total en la economía de este país. Merkel y Sarzoky deciden hoy qué pasos tomar con toda Europa pendiente de Berlín.

A todo esto, como es lógico pensar, la crisis griega no afecta de forma aislada a este país. Si así fuera no extrañaría que sonaran voces que pidieran dejar caer al país heleno. Pero todo es mucho más complejo. Así, la deuda española se está resintiendo. La prima de riesgo de ha disparado y está cerca de máximos históricos. Una vez más hay verdadero pánico en los mercados. A España le afecta como al que más lo que sucede en Grecia. Las turbulencias que llegan desde Atenas son auténticos quebraderos de cabeza en Madrid. La ministra de Economía, Elena Salgado, reconoció que nuestro país es de los que más se está viendo afectado por esta delicada situación económica en Grecia. Los mercados se dejan llevar por el miedo a un contagio y, como siempre se dice en estos casos, tras tener que ser rescatados Grecia, Irlanda y Portugal, el siguiente país que estaría en la cuerda floja sería España. Aún así, nadie habla hoy de un posible rescate a España, sino de que urge una solución a problema griego para salvar el euro y para evitar que otros país de la UE se vean directamente dañados por esta situación. España sufre mucho con esta crisis, que va camino de convertise en una tragedia griega. Como siempre digo cuando escribo de economía, soy cualquier cosa menos un entendido en la materia, pero todos los expertos aseguran que España es de los países más afectados con este problema.

La crisis económica griega se convierte también en una crisis política tras la huelga general de esta semana. Hoy está previsto que el primer ministro griego anuncie una remodelación del gobierno. De hecho, la agencia Reuters informa en el momento en que escribo estas líneas sobre este cambio. Así, Evangelos Venizelos será el nuevo ministro de Economía de cumplirse las informaciones de esta agencia. Era el anterior titular de la cartera de Defensa. El ministro de Economía saliente no se queda en el paro, sino que pasaría a ser ministro de Medio Ambiente. Papandreu ofreció a la oposición un gobierno de concentración nacional para afrontar unidos estos delicados momentos, pero los partidos que no están en el gobierno quieren dejar a éste toda la responsabilidad. Digamos que parece que no se quieren manchar las manos, no quieren que se les pueda relacionar con esta crisis. Algo que puede parecer irresponsable, más aún en el caso de los conservadores ya que, según todos los analistas, fue el gobierno conservador que estaba antes que el de Papandreu quien metió de lleno a Grecia en esta crisis por su incorrecta forma de gobernar y gestionar la economía. Grecia sufre y Europa contiene la respiración.

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