Crisis en el PSOE

El resultado de las pasadas elecciones autonómicas y municipales celebradas el domingo y que dejaron un triunfo inapelable para el PP y una derrota histórica para el PSOE, sigue siendo el gran tema de debate y análisis en las tertulias periodísticas y en todo aquel lugar en el que se hable de política. El caso es que ayer vimos cómo el PP reclamaba al presidente del gobierno a someterse a una cuestión de confianza, mientras que el PSOE replicaba pidiendo al PP que presentara una moción de censura. Ninguna de los dos hará tal cosa. Hoy en día es tan poco problabe que Zapatero saque un apoyo suficiente del Congreso de los Diputados como que el PP lograra sacar adelante una moción de censura en su contra. Este tipo de iniciativas parlamentarias se hacen con un único fin: ganarlas, y ni el PP ni el PSOE están ahora mismo para esas alegrías en la Cámara. Desde fuera del PSOE, el debate se centra en la idoneidad o no de que Zapatero siga sin convocar elecciones y cumpla los plazos previstos, mientras que dentro de las finlas socialistas todos discuten sobre qué sería lo mejor para reflotar el partido: unas primarias o un Congreso extraordinario que eligiera a un nuevo líder. Lo que se vive ahora mismo en el PSOE es lo más parecido a una batalla interna que pueda existir.

Los dos nombres que sigue sonando para encabezar la lista del PSOE a las generales del próximo años son Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón. No es difícil imaginar que ambos estarán moviendo sus fichas, jugando sus bazas y midiendo sus apoyos de cara al nuevo tiempo que, de un modo u otro, se abrirá en el PSOE. Hay voces para todos los gustos dentro del PSOE. Tras la derrota, José Blanco dijo en relación a la posibilidad de que no se celebraran primarias que no cree en acuerdos entre bambalinas. Es decir, él apuesta porque haya primarias. De la misma opinión es el presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Según parece, del País Vasco llegan las voces más críticas con la celebración de unas primarias. Ayer el lehendakari Patxi López lo dejo bien claro y reclamó un cambio de políticas y no sólo de nombres. Eso, dijo el presidente vasco, en mi partido se hace mediante un Congreso. Hoy Zapatero ha llamado a López para tratar de convencerle de que las primarias es la mejor opción, pero no está claro que lo haya logrado ya que Rodolfo Ares, consejero de Interior del gobierno vasco y mano derecha de Patxi López, ha insistido en la idea que propuso el lehendakari. La discusión interna en el PSOE consiste en ver cuál de las dos opciones será la mejor para el partido.

Según interpretan hoy algunos medios de comunicación como El Mundo, Rubalcaba estaría detrás de la petición de celebrar un Congreso. El vicepresidente del gobierno desearía de este modo frenar laas primarias en las que tendría que verse las caras con la ministra de Defensa. Según informa la edición digital de otro periódico, en este caso El País, Chacón se ha quejado ante el presidente del gobierno por las palabras de López ya que entiende que la celebración de un Congreso sería perjudicial para sus aspiraciones a liderar el proyecto socialista de cara a las generales. En esas están ahora los socialistas. El gran riesto que puede tener ahora el PSOE es que el partido se divida en dos. El presidente saliente de Extremadura, que lo seguirá siendo si pacta su investidura con IU, Fernández Vara, declaró tras el desastre electoral del PSOE que no creía que éste fuera el mejor momento para embarcarse en un proceso de primarias. Esto implicaría debates y divisiones entre miembros del partido. A poco de la celebración de las elecciones generales, el PSOE lograría volver a ser el centro del debate, sí, pero a costa de vivir una feroz batalla interna por suceder al presidente Zapatero. Las primarias, vendría a decir Vara, las carga el diablo.

El proceso de primarias es la primera opción que tiene en mente ahora mismo el presidente del gobierno y secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero. Patxi López es el líder regional de este partido que de forma más clara ha pedido que no se haga lo que propone Zapatero. Es un barón regional y su opinión sería importande ya de por sí, pero es que además es el único socialista que gobierna en una Comunidad Autónoma en estos momentos, por lo que su palabra debe ser escuchada y no es la de un militante de base que proponga un cambio respecto a lo que el aparato del partido tiene previsto. Hay quien dice que este movimiento de López busca, por encima de todo, quitarse cualquier responsabilidad del mal resultado electoral del PSE en estas elecciones, ya que pasó a ser la tercera fuerza política en el País Vasco por detrás del PNV y de Bildu. Es otra posibilidad. El presidente vasco y líder del PSE lograría de este modo poner el acento en el PSOE y desviaría la atención respecto a su responsabilidad en el resultado del 22-M en Euskadi. La otra interpretación es la que defiende El Mundo: poner una alfrombra roja a Rubalcaba para siuarle al frente del PSOE. Puede ser también que López crea, sencillamente, que es la mejor alternativa, pero pensar eso es quizás muy inocente por mi parte.

Dentro del PSOe se viven momentos de debate. Dicho de forma más clara: luchas internas entre distintas corrientes del partido y, sobre todo, entre partidarios de un candidato o de otro para las primarias. Se da por hecho que el candidato socialista a las elecciones generales del próximo año saldrá del duelo en primarias entre Chacón y Rubalcaba. La mirada de todos los analistas políticos estará puesta este fin de semana en el Comité del PSOE en el que es lógico pensar que se oirán todo tipo de propuestas. Es de esperar que allí López compruebe si tiene más apoyos en su propuesta de celebrar un Congreso Extraordinario que implicaría el cambio de los dirigentes del partido. Las primarias han arrancado y será difícil pararlas. Muchos defienden que este proceso comenzó en el momento justo en que Zapatero anunció que no sería el candidato o incluso antes de ello. Entonces se dijo que la cuestión de las primarias quedaría aparcado hasta después de las elecciones. Éstas han pasado con un hundimiento del PSOE y la carrera por liderar al PSOE en las generales ha comenzado de forma definitiva. Como se dice en ciclismo, la carrera está lanzada. Chacón y Rubalcaba se muestran cautos en público, pero todos saben que aspiran, y es legítimo, a ser el candidato del PSOE.

Estas elecciones dejan más temas de interés. El que tiene más miga es el de los pactos postelectorales allí donde un partido necesita de otro para gobernar. Es el caso de Extremadura o Asturias, si nos referimos a Comunidades Autónomas, y de otras ciudades donde tampoco está claro todavía quién gobernará, como en varios municipios de Madrid donde UPyD tiene la llave del gobierno. En Extremadura se da por hecho, a pesar de las reticencias de IU a echarse en los brazos de Fernández Vara, que el PSOE va a pactar con la coalición de izquierdas para poder seguir en el poder. En Asturas lo que se da por cantada es una alianza, pero esta vez de partidos de derechas. El Foro Asturias de Álvarez Cascos, debe pactar para formar gobierno y parece condenado a entenderse con el PP asturiano, del que salió de mala manera, si quiere gobernar. Son cosas que tiene la política. Sobre los municipios de Madrid donde no está claro todavía quién formará gobierno, UPyD es clave en algunos de ellos como Getafe. Allí Pedro Castro lleva bastante tiempo en el poder y ahora estaría cerca de dejar de ser alcalde. El PP fue la lista más votada y si cuenta con el apoyo de UPyD para su investidura y dar estabilidad a su gobierno, la formación de derechas podría ponerse al frente del Consistorio.

Son más los flecos que quedan abiertos tras las elecciones. Así, la dirección de ERC dimitió en bloque tras conocer los malos resultados de este partido en las elecciones. En el País Vasco, hay todavía dudas en algunos de los lugares donde Bildu logró vencer, como en San Sebastián. No se sabe si habrá pactos para evitar que esta coalición forme gobierno. Está por ver todavía y tenemos por delante interesantes días para saber qué sucede en todos aquellos lugares donde el resultado de las elecciones no ha dejado claro quién gobernará. El que está decidido a seguir gobernando en España hasta el año próximo es Zapatero. El PP intentará por todos los medios, por todos menos or una moción de censura, demostrar que el presidente debe marcharse. Lo hicieron cuando anunció que no repetiría como candidato del PSOE, argumentando que lo que no vale para su partido tampoco debería valer para el país, y ahora lo harán respaldados por las elecciones autonómicas y municipales en las que el PP ha logrado un resultado sensacional para sus intereses. Como se ve, muchas cuestiones políticas en la primera plana de las noticias de todos los medios. Los que aparecen cada vez menos son los miembros del movimiento 15-M. Da la sensación de que está desinflando a pasos agigantados. Veremos.

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