Semana Santa pasada por agua

La Semana Santa es un tiempo de tradiciones, y tristemente una de ellas empieza a ser ya la lluvia. Estos días se pruduce la gran evasión por carretera, por tren y por avión de personas que buscan tener unos días de descanso. El sol no acompaña y es la lluvia la que amarga más de un plan estos días. En toda España el mapa de los espacios del tiempo en televisión muestran nubes y lluvia. Ayer, Jueves Santo, se celebraba uno de los días grandes de la Semana Santa para los cristianos, pero la lluvia hizo acto de presencia, tal y como se preveía, y muchas de las más importantes procesiones no pudieron salir a la calle. Es el caso de todas las cofradías de la Madrugá de Sevilla, que se quedarn sin poder procesionar por primera vez en muchas décadas. También ocurrió lo mismo en Madrid, donde las dos procesiones más importantes que suelen recorrer el centro de la capital el Jueves Santo tampoco salieron a la calle. El panorama para hoy es similar, pues se esperan más lluvias. Es una verdadera lástima porque hay mucha gente que prepara estas procesiones con gran devoción y fe, y también muchas personas que esperan todo el año para ver a su Cristo o a su Virgen en la calle, pero contra el tiempo nada se puede hacer.

Hay muchas noticicias destacadas, por lo demás, en el panorama nacional e internacional, pero hoy voy a hablar de la Semana Santa y dejaré para el lunes (porque este fin de semana me tomo un descanso) el comentario de todas esas noticias. Aún así, sí quiero hablar de dos cuestiones que son noticia estos días. Entre ellas una muy preocupante, la posible fuga de un etarra al que se puso en libertad aplicando un criterio que, días después, los mismos jueces no consideran oportuno. Es cierto que no se debe politizar la Justicia, pero tampoco es deseable que la Justicia cometa estos graves errores. Parece una chapuza descomunal. Se libera a un terorista y poco después de decide que esta decisión no ha sido acertada y se opta por volver a encarcelare pero, como era de esperar, el terrorista no está ya en un a alcance de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Se especula con la posibilidad de que haya huido. Es un gran error, sobre todo por el cambio de criterio en tan poco tiempo y por la sensación de que estamos haciendo el ridículo más espantoso. Veremos cómo acaba todo esto y esperemos que al menos sirva para tomar nota de lo que no hay que hacer en un futuro. Si se decide algo, adelante con ello, y si no se debe pensar antes de tomar la decisión.

La otra noticia que quería comentar antes de entrar con la Semana Santa es la relativa a Japón. En este sentido, son tres noticias en una. Por un lado, hemos de seguir lamentado las cifras espeluznantes de muertos y desaparecidos por el terremoto y posterio tsunami en este país. Por otro lado, está la crisis nuclear que, lejos de estar resuelta, sigue dando quebraderos de cabeza a las autoridades y les hacen mantener el perímetro de seguridad en torno a la central de Fukushima. Se habla de meses hasta que se pueda dar por superada esta grave crisis, la más importante de estas características desde Chernóbil. La otra noticia que tiene que ver con Japón es el anuncio de la OCDE sobre la previsión del crecimiento de la economía de este país. Según este organismo internacional, se reduce a la mitad la previsión de crecimiento. Esto es debido a los efectos del terremoto y a todos los recursos que el país tendrá que dedicar a la reconstrucción. Por lo pronto se ha aprobado una partida de 33.000 millones de euros para esta función de reconstrucción del país. Una vez más se percibe con claridad que esta catástrofe natural deja un enorme daño en la economía del país asiático, pero seguro que Japón logrará salir adelante.

Acabo esta entrada de hoy, Viernes Santo, con una referencia a la Semana Santa. La de este año nos dejará en cuestión de horas una imagen insólita, nunca vista: la de un Papa respondiendo a las preguntas de los ciudadanos. Será en un programa de la cadena pública italiana, la RAI, y en ella Benedicto XVI responderá preguntas de seis ciudadanos. Una de ellas proviene, precisamente, de una niña de Japón que le preguntará por el dolor que está pasando su país. Otra será una musulmana, y también se le preguntará sobre la persecución del cristianismo en alguno países. Es un hecho inusual que invita a pensar que el Papa tiene intención de acercarse a sus fieles y a los ciudadanos en general por todos los medios posibles. De este modo, además del Vía Crucis de todos los Viernes Santos en Roma, el Santo Padre participa en este programa (que ya ha sido grabado). El espacio televisivo podrá verse también en España a través de TVE.

Concluyo deseando un final feliz de vacaciones a todo el mundo que esté estos días disfrutando de un merecido descanso. Regreso el lunes, puntual a la cita, a este blog.

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