Crisis humanitaria en Libia

Hay varios frentes abiertos en Libia, pero los que más preocupan son dos de ellos: la crisis humanitaria que se está viviendo en las fronteras de este país con Túnez y Egipto, y las amenazas de Gadafi de bombardear de nuevo a su pueblo. La comunidad internacional mira con atención y con alarma lo que está pasando en Libia, y la ONU ha llamado a una evacuación masiva de personas que están intentando salir del país. Para esta organización hay una grave crisis humanitaria ante la situación de las miles de personas que pretenden abandonar Libia ante la masacre que están padeciendo. Las cifras que se manejan actualmente hablan de 70.000 personas que ya han huido de Libia, y de 40.000 que estarían intentando hacerlo. Ban Ki Moon, secretario general de la ONU, ha declarado que hay miles de vidas en juego. Es una de las caras del drama que se está viviendo en Libia. Los medios de comunicación informan de lo que sucede en estos pasos fronterizos y las imágenes que llegan reflejan la solidaridad de los tunecinos con los desplazados, pero también que aquellos están desbordados ante la enorme cantidad de personas que intentan cruzar la frontera. Las personas se están hacinando en el paso fronterizo y la situación es crítica.
Es por ello que la ONU está pidiendo ayuda a los países para que éstos manden hasta allí aviones, barcos y todo lo que sea necesario para tratar de plantar cara a esta delicada situación. Una vez más, la comunidad internacional está ante un reto que debe afrontar con coraje y determinación. Nadie entendería que el mundo mirara para otro lado ante esta grave crisis. De este modo, la situación en Libia exige actuaciones claras y rápidas por parte de la comunidad internacional. De un lado, están los enfrentamientos y la situación dentro de país, con Gadafi aferrándose al poder y negando la realidad; de otro lado está la crisis humanitaria que hay que afrontar en la frontera de Libia con Túnez. Vivimos momentos de gran importancia y de gran valor histórico, y es en estos momentos en los que se necesita más que nunca actuaciones firmes por parte de los países. Se necesita altura de miras y solidaridad para evitar que el drama en Libia crezca todavía más. El único responsable de lo que está pasando en ese país es el desequilibrado dictador que ataca a su propio pueblo, pero el resto del mundo no puede por ello hacer como si no fuera con ellos. Deben intervenir de un modo u otro, y cuando hablo de intervenir no me refiero, necesariamente, a una intervención militar. Simplemente a actuar, y cuanto antes, frente a esta alarmante situación.

Precisamente sobre la posible intervención militar en Libia hay noticias. Por un lado está la OTAN que ha descartado tomar esta medida, y por otro Estados Unidos que ha movilizado a cientos de marines y a dos barcos anfibios que se están trasladando hacia la zona. Por partes, la posición de la OTAN parece ser contraria a una intervención. Hay que recordar que para que hubiera una actuación de este tipo bajo el amparo de la OTAN se debería encontrar un consenso que, en este momento, no existe. Esto no quita para que Estados Unidos haya decidido mandar dos barcos anfibios hacia la zona. Según distintas informaciones, la intención de los estadounidenses es llevar a cabo una misión humanitaria, y no intervenir contra Gadafi de forma militar en Libia. Y por si faltara algo, China también ha entrado en juego en esta zona del tablero de ajedrez en el que se está jugando ahora la política internacional para defender sus intereses económicos en la zona. Así, China se ha movilizado para sacar del país a sus ciudadanos, y también ha enviado hasta allí un navío de guerra de aviones militares para dejar claro que es una potencia de primero orden y que va a defender sus interes petroleros en la zona. Si China y Estados Unidos son los países que están movilizando a tropas hacia Libia, Francia es el país que con mayor claridad ha rechazado cualquier interenvención militar que no cuente con el amparo de la ONU.

Otra de las ideas que están manejando ahora los países del mundo para tratar de frenar la masacre de Gadafi contra su pueblo es la de crear una zona de exclusión aérea que evitara así el bombardeo contra los manifestantes o contra los opositores a Gadafi. Al parecer esta opción está siendo considerada para intentar acabar con los ataques de la gente de Gadafi a los contrarios al régimen. Hillary Clinton, secretaria de Estado de los Estados Unidos, declaró ayer que "ha llegado la hora de que Gadafi se vaya, sin más violencia o dilación". Así mismo, Clinton aseguró que Gadafi y los suyos tendrán que responder por todos los crímenes que han cometido en Libia en estos últimos días. Entre ellos están los ataques a la población, la ejecución de militares que han desertado o la tortura a opositores al régimen. La comunidad internacional está dispuesta, ahora sí, a tomar todas las medidas que sean necesarias para que Gadafi abandone el poder. Cualquier medida no militar contra el régimen del dictador libio está siendo tenida en cuenta. Libia ha sido expulsada del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, y se ha prohibido la venta de armas o materiales antidisturbios a este país. Se están estudiando más medidas para dejar claro a Gadafi que está solo y que no cuenta con ningún apoyo internacional.

Sobre los enfrentamientos en Libia por el control de las diferentes zonas del país, parece que hay muchas ciudades que están ya bajo control de los opositores. El ejército de los contrarios a Gadafi está formado por militares que desertaron del ejército libio al negarse a atacar a la población civil, y también por miles de ciudadanos que se han presentado de forma voluntaria a formar parte de las tropas que pretenden liberar Trípoli, el único lugar donde Gadafi mantiene su poder y donde se está haciendo fuerte él y sus lugartenientes. En un excelente artículo en ABC, Mikel Ayestarán cuenta cómo se está produciendo el reclutamiento de los voluntarios para formar parte del ejército opositor a Gadafi. En Trípoli parece que está la clave de lo que pase en Libia en el futuro. Además de ser la capital, es el lugar donde se anuncia una batalla más dura y donde el dictador está actualmente. Es la ciudad donde Gadafi mantiene el poder y si cayera Trípoli no hay duda de que el régimen de Gadafi estaría en las últimas. Con armas muy antiguas y sin muchos profesionales preparados para combatir, ya que buena parte del ejército opositor está formado por voluntarios civiles, la lucha puede parecer desigual. Veremos cómo se desarrollan lo acontecimientos.

Sobre la evolución de los combates, los periódicos informan de que el contraataque de Gadafi en el oeste del país contra los opositores ha fracasado. Zauiya es otra ciudad clave en toda esta revuelta. Está bajo control de los contrarios al régimen, y Gadafi está intentando, sin éxito, revertir esta situación y volver a tomar el mando en esta importante ciudad del oeste de Libia. De momento los opositores resisten en esta y en otras ciudades que están bajo su dominio. La duda ahora es cuándo se pondrá punto y final a esta situación de conflicto en Libia. Es decir, qué tiene que pasar para que esto acabe. La creciente preocupación por la crisis humanitaria en la frontera con Túnez se une a las muertes de personas en los enfrentamientos entre tropas de contrarios a Gadafi y el ejército libio. Parece que Trípoli será decisivo, pero un temor que existe entre la comunidad internacional y que preocupa mucho es que Libia esté avanzando hacia una larga guerra civil. Se teme que así sea y que los enfrentamientos entre opositores y favorables a Gadafi se prolonguen en el tiempo. De momento no parece que la solución esté cerca, pero también es verdad que resuta inútil hacer previsiones. Entre otras cosas porque es muy difícil entrar en la mente de un tipo como Gadafi, y tampoco sabemos hasta qué punto los opositores tienen o no una gran fuerza para tomar Trípoli.

Por último, hay que destacar que el presidente del gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, está viajando hacia Túnez en estos momentos. Su intención es ofrecer el apoyo de nuestro país a la transición que ahora debe comenzar este país. Es el primer presidente que visita Túnez tras las revueltas que acabaron con el poder de Ben Ali y que abrieron camino hacia una democracia. Ahora Zapatero viaja a este país para mostrar que el mundo está comprometido con este proceso, y también para conocer de primera mano lo que está sucediendo en el mundo árabe. Poco antes de esta visita, el primer ministro de Túnez, Ganuchi, dimitió tras las manifestaciones contra él, por lo que la llegada de Zapatero a Túnez se produce en un momento de gran incertidumbre en ese país. Además, Túnez está viviendo muy de cera la crisis que está provocando la salida de Libia de miles de personas. Es en la frontera de este país con Túnez donde hay más gente hacinada en estos momentos. No le van a faltar puntos de los que hablar al presidente del gobierno. España, por otro lado, tiene un gran prestigio internacional en lo que a transiciones se refiere, por lo que la visita de Zapatero tiene un doble valor. Es la visita del presidente de un país que realizó con éxito una transición a la democracia tras muchos años de dictadura. Un espejo donde mirarse, salvando las distancias.

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