Fiesta del baloncesto en Madrid

Ayer tuve la suerte de poder asistir al Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid para presenciar las seminfinales de la Copa del Rey de baloncesto. Era la primera vez que acudía a una cita con la Copa y la verdad es que no me defraudó en absoluto. Es una auténtica fiesta en torno al baloncesto en la que se dan cita las aficiones de los ocho equipos que se clasificaron para disputar este torneo. La Copa del Rey es el gran tesoro del baloncesto español, todo un acierto que cada año supone un éxito enorme se celebre donde se celebre y que hay que mimar y cuidar porque es la envidia de medio mundo baloncestístico ya que es difícil que en cuatro días pueda haber más tensión y más atractivos en una competición. Dejando a un lado la Final Four de la Euroliga, que por motivos obvios debe de ser un espectáculo aún mayor que el de la Copa, este título aporta al baloncesto español toda la repercusión que le falta a lo largo de la temporada regular de la ACB. Los medios se hacen eco de la Copa y los aficionados a este deporte en España se pegan al televisor o viajan cientos de kilómetros para poder presenciar en vivo los partidos de esta brillante competición. Es maravilloso ver cómo han venido hasta Madrid aficionados de los ocho equipos que llegaron a esta fase final de la Copa del Rey.
Ya cuando se llega a las inmediaciones del Palacio de los Deportes se nota que el baloncesto es protagonista y que hay fiesta grande del deporte en Madrid. Esto se debe a que hay muchas carpas de las distintas aficiones y de los patrocinadores que amenizan el previo a los partidos y que sirven para realzar aún más el ambiente lúdico y festivo que se respira estos días en la capital de España. Mención especial merece la afición del Baskonia, pues han llegado en masa desde Vitoria para apoyar a su equipo y no pararon de hacerlo en ningún momento antes, durante y después del partido. Y eso que enfrente estaba el todopodersos Barcelona de Navarro y compañía. Había aficionados de todos los equipos, porque pude ver bufandas del Blancos de Rueda Valladolid, del Gran Canaria, del Bizkaia Bilvao Basket y del Juventut, es decir, de los cuatro equipos que ya estaban eliminados tras los cuartos de final. Y, por supuesto, también había una presencia considerable de las aficiones de Barcelona, Caja Laboral y Power Electronic Valencia. La afición de casa, la del Madrid, también era numerosa pero quizás menos ruidosa y animosa que las otras aficiones. En todo caso, el colorido y el pique sano entre aficiones son uno de los puntos fuertes de la Copa del Rey.
La tarde comenzó con muchos espectadores en la grada para ver el partido entre el Real Madrid y el Power Electronic Valencia. Los jugadores de uno y otro equipo salieron a la cancha con un nivel muy bajo y con malos porcentajes de tiro. Se diría que estaban afectados por la presión de disputar su pase a una final. El tanteo que llevaban en el primer cuarto era ciertamente de dos equipos de juveniles, impropio de un duelo en las semifinales de la Copa del Rey. En este mal partido dominaba en todo momento el conjunto valenciano y el Madrid no lograba meterse en el partido. Estaba muy errático y fallaba muchas posesiones. El choque fue avanzando sin mejorar en exceso la calidad del mismo y siempre con el Valencia dominando en el marcador. Finalmente, el Madrid fue entrando poco a poco y comenzó a jubar un mejor baloncesto, aunque para eso tuviera que pasar mucho tiempo. Por cierto, en el descanso de este partido se rindió un sentido y muy merecido homenaje al gran Andrés Montes. El periodista dedicó su vida profesional a una de sus grandes pasiones: el baloncesto, y ayer todos los aficionados nos pusimos en pie para aplaudir a esta persona que vivía el deporte de la canasta como nadie y que transmitía la emoción del baloncesto con sus brillantes narraciones. Fue la ovación más unánime de todas las que se dieron ayer, pues las aficiones de todos los equipos se pusieron de acuerdo para rendir tributo a este genio.
Con Montes el baloncesto pasaba a otra dimensión y fue muy acertado que en la cita más importante y con más repercusión de todas las que se celebran en España relacionadas con este deporte se rindiera homenaje al magnífico narrador. Una foto de él apareció en las enormes pantallas del pabellón y todo el mundo comenzó a aplaudir. Este jugón se merecía un homenaje como el de ayer en el que se le entregó a su familia una placa de la ACB. Aunque sus narraciones siempre fueron de la NBA o de los grandes campeonatos FIBA, lo cierto es que su aportación a este deportes fue muy grande. Ver un partido de la selección española, por ejemplo, con él como narrador era una experiencia totalmente distinta a la de ver un partido comentado por cualquier otra persona. Por eso todos ayer le elogiamos y le mandamos esa gran ovación, porque ha dado mucho al baloncesto y ahora el baloncesto debe devolverle algo de todo eso que ha aportado él a este deporte al que amaba el señor Andrés Montes. Fue el momento más emotivo de todos los que se vivieron ayer en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid. Todas las aficiones unidas para apaludir la figura de un showman que puso su talento al servicio del deporte de la canasta. Grande Montes.
Retomando la marcha del partido, en pocos momentos daba la impresión de ser lo que era, es decir, un duelo de las semifinales de la Copa. Es verdad que el Madrid fue entrando más en el partido y poco a poco el Valencia iba perdiendo fuelle. En el último cuarto, el Madrid se puso por delante y ya no dejó escapar la ventaja que le otorgaría la posibilidad de pasar a la final de la Copa del Rey. El partido concluyó con diez puntos de ventaja para el equipo blanco, pero el Madrid sufrió mucho más ayer que lo reflejaba el marcador. La impresión que dejaba el juego durante la mayor parte del partido del Madrid era que el ganador de la Copa saldría de la otra eliminatoria si el Madrid no mejora mucho de cara a a la final. Después del partido entre Madrid y Valencia, por cierto estuvo sensacional la afición del Valencia que tenía cerca de mí en la grada y que no paró de animar a su equipo, era el turno para el partido más atractivo de la tarde de ayer: el duelo entre Barcelona y Baskonia. Según se iba acercando la hora de comienzo del partido, la afición del Caja Laboral fue llenando las gradas hasta hacerse casi con la mayoría en cuanto a representación de los distintso equipos se refiere. El color rojo invadió el graderío del Palacio de los Deportes y sus gritos de ánimo atronaron con más fuerza que el de ninguna afición en el pabellón.
Justo encima de ellos había una nutrida representación de aficionados azulgranas y el pique entre ellos fue estrictamente deportivo y no hubo ningún tipo de problema. Ver jugar al Barcelona es todo un lujo. Tiene un equipo muy completo y muchas veces el rival no sabe si es mejor el equipo teóricamente titular o el suplente, porque cada vez que cambia de jugadores el equipo de Xavi Pascual no se nota nada la diferencia. Tiene este equipo un fondo de armario muy importante y la calidad y cantidad de su plantilla es una de las claves de su éxito. El Baskonia dio guerra pero poco se podía hacer contra el equipo azulgrana. Hoy por hoy, este equipo está un peldaño por encima del resto y es favorito claro para ganar todas las competiciones. Si me tuviera que quedar con un jugador del Barcelona, elegiría a Navarro. Es un jugador fuera de clase, excepcional y resolutivo al cien por cien. El único consuelo para las aficiones rivales es que al menos podrán disfrutar de él en la selección española, pero mientras llega el turno para La Roja, es el Barcelona el que cuenta con el inmenso talento de Juan Carlos Navarro. Es, desde luego, el gran favorito a ser elegido MVP del torneo a poco que hoy haga un partido como los que suele hacer.
Enfrente de Navarro y del resto del potente equipo del Barcelona estará el Real Madrid. El conjunto blanco tiene que salir hoy mucho más metido en el partido que ayer si quiere tener opciones de ganar al Barcelona. Sin duda quien parte como favorito es el equipo de Pascual, mientras que los de Messina tratarán de dar la sorpresa ante el equipo más en forma y con más calidad de España. Será un partido interesante, con el aliciente de ser un clásico entre Barcelona y Real Madrid, pero para que haya algo de emoción el conjunto blanco tiene que cambiar muchas cosas respecto al partido de semis de ayer. Para que sea un partido igualado, el Madrid tiene que salir a por todas desde el minuto cero y tratar de aguantar las embestidas del Barcelona con su magnífco juego interior y exterior. Quien gane el duelo logrará llevarse la Copa del Rey, el trofeo con más espectáculo y atractivo de todos los que se celebran en España. Ayer disfruté mucho del baloncesto y de todas las aficiones en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid en los dos partidos de semifinales que pude ver en este majestuoso e inmenso pabellón. Hoy, con la presencia del Rey Don Juan Carlos en el palco, Madrid y Barcelona se disputan la Copa. Que gane el mejor.

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