Pacto de pensiones

Si un tema de los que se tratan en el Parlamento importa de verdad a los españoles ese es todo aquello que tenga que ver con el trabajo y la economía. La última encuesta del CIS refleja que el paro y la situación económica son las grandes preocupaciones de los españoles junto a los partidos políticos que son los encargados de tomar decisiones que afectan a todos en estos campos tan importantes de actuación política. Prueba de que estos temas importan de verdad a todos y de que son los que más directamente nos afectan es que la reforma laboral provocó en septiembre una huelga general y que ahora todo el mundo está pendiente de los pactos a los que los partidos puedan llegar en materia de pensiones. Nos suene muy cercano o muy lejano en el tiempo eso de las pensiones por nuestra edad es algo que nos preocupa a todos. Ayer la atención era máxima en la reunión del Pacto de Toledo que tenía que debatir sobre una reforma en el sistema de pensiones.
Hubo un gran acuerdo en uno de los puntos claves de la negociación y quedó en el aire el punto fundamental: la edad de jubilación y la más que probable ampliación de la misma hasta los 67 años. El acuerdo llegó en la ampliación de los años que se utilizan para el cálculo de las pensiones. Actualmente son los últimos quince años los que se tiene en cuenta para calcular la pensión. Pues bien, esto dejará de ser así. El gobierno propuso en un primer momento que se alargará hasta los veinticinco últimos años cotizados, pero al final parece que serán los últimos veinte años. Esto supone rebajar las pensiones ya que los años que más se suele cobrar son los últimos años del período laboral. Al calcular la pensión en base a los últimos veinte años en lugar de los últimos quince se hace que las pensiones sean menores. Los dos grandes partidos, PSOE y PP, han llegado a u acuerdo en este campo y se han alejado del mismo los partidos de izquierdas como IU, ERC u BNG.
Otro de los campos más importantes, si no el más destacado de todos, es el de la edad de jubilación. Aquí el acuerdo se presenta más complicado. El gobierno parece decidido a que se prolongue la edad de jubilación legal de los 65 años actuales a los 67. El resto de grupos no está muy por la labor, o eso parece. El PP ha defendido en el debate sobre esta cuestión que se viene llevando a cabo desde hace unos meses que se debería hacer esta modificación siempre y cuando sea algo voluntario. Es decir, no obligar nadie a jubilarse más allá de los 65 años sino incentivar de algún modo estas jubilaciones. Los grupos de izquierdas se opone a esta medida. Antes de seguir debo señalar que no entiendo gran cosa de todos estos asuntos. Debe de ser porque me pilla bastante lejos eso de la jubilación, pero lo cierto es que no alcanzó a entender las claves de estos temas. En todo caso, sí me interesan y preocupan y por ello los sigo y escribo sobre ellos estas líneas. La advertencia es que no soy un experto, más bien alguien que escribe sus opiniones sobre un tema que considera importante pero que no domina.
El caso es que el resultado final de todas estas negociaciones va a ser, eso parece al menos, que las pensiones van a ser menores para aquellas personas que se jubilen a partir de que se logre un acuerdo y éste se apruebe, y que todo hace indicar que la jubilación legal se va a alargar dos años más. Todo esto tiene como objetivo que nuestro sistema de pensiones se mantenga y pueda dar para todos, que no lleguemos a un momento en que sea inviable económicamente que esto sea así. En este sentido un dato claro es el de las personas mayores de 65 años que habrá en nuestro país dentro de unos años, y el de las personas menores de 14. Habrá más ancianos que jóvenes y esyo es un riesgo desde el punto de vista de las pensiones. Si cada vez hay más gente que tiene que cobrar su pensión y cada vez son menos los que están en disposición de trabajar y mantener el sistema viable, algo se tendrá que hacer. Esto no singnifica que estas medidas que se van a adoptar sean las más adeucadas. Lo que sucede es que quizás no quede más remedio. Sería el mismo discurso mantenido por los que defienden las medidas económicas del gobierno: no es lo más deseable, no son medidas fáciles de tomar, pero es lo que hay, es lo que toca.
El ejemplo más reciente de respuesta popular a la prolongación de la edad de jubilación lo tenemos en Francia. Ese país es un referente europeo y mundial de compromiso ciudadano. Los trabajadores y también los estudiantes se echaron a la calle para protestar por la reforma laboral de Nicolás Sarkozy. España no es Francia, desde luego, pero los sindicatos ya han advertido que podría darse una nueva huelga general. Veremos cómo se desarrollan los acontecimientos y qué medidas se toman finalmente. El acuerdo de ayer entre PSOE y PP indica que han llegado a un punto de entendimiento en esta materia que el gobierno quiere dejar zanjada a mediados del próximo mes de enero. Los grupos de izquierdas argumetan para su oposición a estos acuerdos que divergir de ellos es acercarse a la calle, según señaló el diputado de ERC Joan Tardá. Gaspar Llamazares rechaza posiciones "ambiguas" y dijo que "tienen que salir los 65 años como edad legal" de jubilación.
Habrá que estar pendientes a lo que se debate y a lo que se vaya decidiendo en el Pacto de Toledo porque, como dije al principio, las medidas que salgan de ahí nos afectan a todos de forma directa. Pero quiero terminar esta entrada hablando también de economía, pero en términos más generales. Hoy el diario El País continúa con las revelaciones de Wikileaks y publica cómo el gobierno de Estados Unidos dudó de la "credibilidad" económica del gobierno español. "O Zapatero minimiza intencionadamente el problema, o no se da cuenta de la realidad" dicen estos informes que se hacen publicos hoy en este periódico. No le faltan frases lapidarias a los informes como, por ejemplo, esta: "cada empleo perdido es otro pequeño clavo en su ataúd". Sobre la vicepresidenta económica, Elena Salgado, dicen estos telegramas que es una persona "seria, muy trabajadora, solvente y ambiciosa". Y la postura de Zapatero ante la crisis se define como "desacertado optimismo". Para saber esto último no hace falta que se revelen informes de Estados Unidos. Todos percibimos que el presidente del gobierno es en ocasiones excesivamente optimista. Muchas veces sin motivo para ello.
Por último, siguiendo con Wikileaks, el fundador de esta web de revelación se secretos de Estado, Julian Assange, era uno de los grandes favoritos a ser elegido por la revista Time como el personaje del año. Pero es finalmente Marck Zuckerberg, el creador de Facebook quien se lleva esta prestigiosa portada, quien es considerado por esta revista como el personaje del año. Los argumentos que se dan desde la revista para elegirle a él en lugar de a Assange son que éste último ve el mundo lleno de enemigos, mientras que Zuckerberg lo ve lleno de amigos potenciales. Es una forma de verlo. Lo cierto es que los internáutas habían elegido a Assange, pero la revista opta por el fundador de Facebook. Como ya escribí cuando hice la crítica de la película La red social, creo que Facebook ha cambiado el mundo. Es uno de esos inventos que para mucha gente marca un antes y un después. Facebook ha cambiado la sociedad, afirma Time. Estoy de acuerdo con ellos. Creo que es un reconocimiento muy merecido.

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