El presidente de la Real Federación Española de Atletismo ha dado hoy la esperada rueda de prensa tras el escándalo de la Operación Galgo. Esta operación contra el dopaje no nos está aportando desde que salió a la luz nuevos nombres pero sí ciertas sospechas, algunas declaraciones extrañas y muchos comentarios sobre este tema tan importante que afecta a la credibilidad del deporte español. Así, se están publicando informaciones sobre este asunto que dejan en una situación muy delicada a algunos de los implicados en esta trama de dopaje. Se habla de grabaciones telefónicas y de seguimientos en los que quedaría demostrada esta red de dopaje. Por si al tema le faltará interés, el PP lo ha metido de lleno en la batalla política al afirmar que el gobierno emplea esta operación como cortina de humo para tapar las explicaciones de Zapatero en el Congreso sobre la crisis de los controladores.
Sobre este último asunto, el Partido Popular se está acostumbrando a acusar al gobierno de intervenir en las decisiones judiciales y policiales en función de sus intereses. Es un hecho que la situación de los controladores aéreos ha pasado a un segundo plano, pero no es de recibo que un partido político que aspira a ser gobierno lance este tipo de acusaciones en forma de insinuación. No parece muy acertado que el principal partido de la oposición deje caer que vivimos en un Estado policial en el que las operaciones de las fuerzas de seguridad del Estado actúan para ayudar al gobierno y cuando el gobierno quiere. No es la primera vez que el PP, especialmente Esteban González Pons, hace este tipo de insinuaciones. Con los casos de corrupción este partido suele defender que la fiscalía y la policía actúan más contra gobernantes del PP que contra goberantes del PSOE. Además, ¿le viene bien al gobierno que no se hable del asunto de los controladores? La mayoría de los ciudadanos tiene claro quién provocó el caos (exclusivamente los controladores) y también que el gobierno actuó como debía. Muchos piensan que en este tema el gobierno ha actuado de forma correcta, que es de los pocos asuntos en los que sí ha estado a la altura. Sea como sea, no es acertado que el PP haga este tipo de afirmaciones.
Más allá de la lectura política que ciertas personas le sacan siempre a todo, lo cierto es que es en el ámbito de deporte (y también en la política en este ámbito, sólo en este ámbito) donde debemos centrarnos para hablar de la Operación Galgo. Sobre la política del Consejo Superior de Deportes hay que decir que Jaime Lissavetzsky ha sido una persona con errores y aciertos, que tiende a hacerse la foto con excesiva frecuencia, pero también un firme defensor de su política de "tolerancia cero" con el dopaje. Creo acertado que la máxima autoridad efectiva del país esté tan concienciado con la necesidad de combatir esta lacra. Si en España hay operaciones de este tipo, es porque hay una ley que castiga el tráfico de sustancias dopantes y porque hay verdadera determinación contra el dopaje. Algunos interpretan que el hecho de que se den en nuestro país operaciones como ésta son muestra de que aquí hay más dopaje. Puede ser. O también puede ser que aquí hay mucho control y que se persigue de verdad a los tramposos.
No sé si en España hay más dopaje que en el resto de países. De entrada me parece injusto que se haga la afirmación de que nuestro país es la cuna del dopaje, el paraíso de los tramposos. Es tremendamente injusto porque España es un país de una gran tradición deportiva y con una gran afición y ni los deportistas honrados ni mucho menos los aficionados nos merecemos que se nos diga que todo lo que vemos en nuestro país es una mentira. No es justo y sobre todo no creo que sea verdad. No pueden pagar justos por pecadores y no se puede generalizar. Habrá tramposos, seguro que sí. Pero también estoy convencido de que hay una inmensa mayoría de deportistas sacrificados y honrados cuyo único estímulo es el trabajo bien hecho y el esfuerzo. Esa mayoría debe adoptar posturas como la de los atletas españoles que han firmado un documento conjunto apoyando las investigaciones de la Operacion Puerto. Deben unirse y hacer todo lo posible para que la trampa no tenga cabida en el deporte. Porque un deporte con dopaje no puede ser considerado como tal.
El presidente de la Federación de Atletismo, José María Odriozola ha hablado hoy. No está en una situación precisamente cómoda. Al fin y al cabo con él Marta Domínguez, ahora implicada en la Operación Galgo, era vicepresidenta y con él en el poder se han dado estas situaciones de dopaje. En todo caso no tengo claro que él tenga una responsabilidad directa en todo esto. Odriozola se ha presentado como una víctima. Además ha asegurado que dimitir es de cobardes y que no lo va a hacer. La aparición del nombre de Marta Domínguez en toda esta trama de dopaje ha sido para él el mayor disgusto de todos los años que lleva como presidente. Sobre Eufemiano Fuentes, una figura que forma parte de la historia negra del deporte español, el presidente de la federación ha dicho que rompió con él en 1989 y que desde entonces pasó al ciclismo. No parce que así sea. No se fue del todo este tipo del atletismo según parece. En todo caso no creo que echar el muerto a otro deporte sea solución alguna. Odriozola ha hablado, se ha explicado y seguirá al frente de la Federación. Esa es su decisión y dice contar con el total apoyo del presidente del COE, Alejandro Blanco.
El atletismo español está pasando desde que se conoció esta Operación Galgo los peores momentos en mucho tiempo. Y es que la implicación de algunas personas en esta trama, especialmente la posible relación directa de Marta Domínguez con esta red de dopaje, hace que mucha gente ponga ahora en cuestión absolutamente todo. Y la sombra de la duda se cierne sobre todos los atletas. La labor que se debe hacer desde la Federación, si sigue Odriozola será él el encargado de ello, es demostrar que s eha hecho, se hace y se hará todo lo que esté en sus manos para tratar de combatir el dopaje. Que se hacen, básicamente, todos los controles necesarios. Una labor de control que debe ir de la mano de una concienciación a todos los atletas, en especial a los más jóvenes. Sería inútil hacer controles antidopaje y no llevar a cabo una labor didáctica y pedagógica con los atletas que están empezando. También debe haber total colaboración con la justicia en la investigación de este caso y compromiso firme para combatir el dopaje. Odriozola debe dejar claro que en la Federación no hay ningún tipo de tolerancia hacia los tramposos. Que se va con toda la fuerza contra ellos.
Por último, algún medio de comunicación ha dado informaciones sobre el negro personaje Eufemiano Fuentes en las que se recoge que este individio habría afirmado que los tentáculos de su red de dopaje no se limitan al ciclismo o al atletismo. En concreto, según publica El Mundo, se habría referido al mundo del fútbol. Me parece que sembrar dudas sobre la limpieza de cualquier deporte sin pruebas es un despropósito. El señor Fuentes debería ser castigado duramente por todo lo que ha hecho, por el mal que ha hecho al deporte español, presuntamente claro. Ya este tipo dijo en su día que no sólo había ciclistas en la Operación Puerto. No sé qué credibilidad tiene un señor que se regodea de sus delitos. En todo caso, todo lo que haya que salga caiga quien caiga. Pero no me ceo ni media palabra de este señor. En la celda dijo que adiós a la Eurocopa y al Mundial si él hablara, insinuando así dopaje en el fútbol español. Acusar sin pruebas es muy grave. Así como he criticado que se intoxique algún otro deporte más débil, tampoco debe nadie echar mierda sobre el fútbol. Que la justicia haga su labor y que tipos como el señor Fuentes no vuelvan a tener sitio en ningún deporte.
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