Un día para el recuerdo y la reflexión

Hoy es el Día Internacional contra la violencia de género y en España se llevarán a cabo actos de homenaje a las 64 mujeres que han sido asesinadas en lo que va de año. Es, por lo tanto, un día para el recuerdo, para recordar y homenajear a todas estas mujeres que ya no están entre nosotros debido a una lacra de la sociedad actual: la violencia machista. Pero también es un día para la reflexión, para ver si estamos haciendo todo lo posible para combatir esta repugnante realidad a la que nos enfrentamos casi a diario con informaciones de mujeres que están siendo maltratadas por sus parejas. Esta semana todos los medios de comunicación se dedican a este asunto con gran profundidad y no estaría mal que se entrara a analizar cómo estamos actuando como sociedad ante este drama que nos afecta a todos.
Hay que combatir la mentalidad machista que lleva a un hombre a creerse superior a la mujer, que está en el fondo de este tipo de violencia que nos empequeñece como sociedad. Una sociedad en la que exista violencia contra las mujeres es una sociedad imperfecta que tiene una gran obligación moral con estas personas que están siendo maltratadas por sus parejas. Son muchos años de esta mentalidad equivocada. De los grandes logros políticos de estos últimos años ha sido elevar a categoría de lacra social la violencia machista. Es decir, ser conscientes del drama que supone esta situación y de que debe ser combatida con todas las fuerzas con las que cuente el Estado de derecho. Es una lucha que deben llevar a cabo los jueces, los policías, pero también todos nostros como sociedad. Si antes decía que una sociedad en la que haya violencia contra las mujeres es una sociedad más pobre, diré también que es paupérrima una sociedad en la que la persona que esté siendo maltratada no perciba el apoyo de todos.
No es poco frecuente que en casos de malos tratos los vecinos, por poner un ejemplo, relaten como escuchaban peleas en el domicilio de la mujer que está sufriendo esas agresiones. Todos tenemos la obligación de adoptar una actitud mucho más activa y menos cómoda en relación a estos casos de violencia. A cualquier caso de violencia en general, pero a esta en particular pues es hoy el día en que reflexionamos sobre la violencia machista. Había un anuncio sobre esta lacra social que reflejaba cómo una mujer maltratada pasaba por delante de muchas personas y ninguna le hacía caso hasta que la mujer no tomaba la decisión de coger el telefóno y así toda la sociedad le echaba una mano. Este anuncio pretendía convencer a las mujeres que pasan por esta lamentable situación para que denunciaran a sus maltratadores. Pero cuando la mujer se decida a denunciar se debe dar esa situación de apoyo por parte de todos, incluso antes de que denuncie. Debemos estar todos concienciados de que nos empobrece como sociedad este tipo de violencia.
Se ha avanzado mucho en estos últimos años en relación al modo de combatir este tipo de violencia contra las mujeres. Se han creado juzgados especializados en este tipo de delitos y se han reforzado los mecanismos para que la mujer que consigue dar el paso de denunciar cuente con el calor y el ánimo de todos. Es un deber moral el que tenemos todos con estas mujeres, una olbigación muy importante. Estamos en el siglo XXI muy orgullosos de todos los avances que hemos logrado, de todas las modernidades con las que contamos en nuestra vida diaria, pero convivimos con esta rancia y odiosa lacra. El pensamiento de algunos hombres que consideran que las mujeres le pertenecen, que son suyas y que pueden hacer con ellas lo que quieran. La mentalidad de los testigos de que lo que pase en casa es cuestión de cada uno y que no debemos meternos en estos temas. Hay que combatir esta mentalidad machista pues es del todo incompatible con la sociedad democrática de libertades y derechos en la que vivimos.
No podemos ser insensibles ante esta gravísima situación que padecen tantas y tantas mujeres. Ellas deben denunciar, afirmamos todos. Pero deberíamos parar a pensar las condiciones que se dan para que denuncien, es decir, si cuando tomen el paso van a contar con el apoyo de todos. Es devisivo que sepan que estamos con ellas. Si creen que al denunciar van a quedar en una situación de absoltua desprotección será más difícil que tomen la decisión de denunciar el infierno por el que están pasando. Y que se den las condiciones de protección y apoyo depende de todos. Asi, debemos tener una actitud de tolerancia cero con los maltratadores. Estos energúmenos no pueden tener el más mínimo respiro por parte de la sociedad. Deben saber que, ellos sí, están solos y repudiados por todos. Deben pagar por lo que hacen y además tiene que saber que la sociedad entera les da la espalda.
La lucha contra la violencia machista es uno de los grandes desafíos sociales de nuestro tiempo. Todas las medidas que se adopten, todos los pasos que se den en la dirección de combatir esta lacra deben ser apoyadas por todos, dados por todos. Todos debemos ir en la misma senda. Y esa senda tiene como destino una sociedad de total igualdad entre hombres y mujeres, una sociedad sin violencia machista. Hoy mejor que mañana, todos tenemos que aportar nuestro grano de arena. Creo que en lo relativo a la sensibilización hemos avanzado mucho. Hoy a toda la sociedad le escandalizan estos actos de violencia y todos estamos concienciados de que hay que cambiar esta situación y lograr que ninguna mujer sea maltratada. Hoy habrá un montón de actos y concentraciones para recordar a todas las mujeres que han sido asesinadas, y para mostrar el apoyo social a las que están siendo maltratadas. Y cuando escribo esto me estremezco porque, en verdad sabemos que están siendo maltratadas mujeres en este momento. Y eso repugna de tal forma que hemos de redoblar los esfuerzos para combatir esta lacra.
Por eso digo que, además de todos los actos de homenaje, deberíamos hacer una reflexión conjunta para ver si estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos y un poco más para luchar contra el maltrato. Desde los políticos hasta los ciudadanos pasando por los jueces, todos tenemos que pensar sobre si la actuación global en estos casos es la mejor posible. Creo que sí hemos mejorado algo, pero las mujeres siguen siendo maltratadas y asesinadas por sus parejas. Y mientras haya una sola mujer que pase por esto, nadie podrá estar satisfecho con la forma en la que estamos actuando. La Ley integral contra la violencia de género fue un avance importante, pero debemos dar más pasos hacia esta sociedad sin malos tratos, hacia ese horizonte en la que no se dé ni un solo caso de violencia machista. Es un reto que tenemos que afrontar entre todos para evitar el sufrimiento de todas estas mujeres. Hay que mostrarles que no están solas, que pueden contar con todos nosostros. Así debe ser. Para que algún día no tengamos que hacer actos de este tipo porque la violencia machista se ha erradicado por completo.

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