Se cierra una semana crítica para la economía española

El presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se reunió ayer en el Palacio de la Moncloa con los representantes de 37 empresas importantes del país para charlar, por espacio de cuatro horas, con ellos sobre la crisis económica. Se supone que el tema central del encuentro fue la situación actual de amenaza por parte de los mercados a la economía española, y el resultado de la misma fue un compromiso firme del gobierno: acelerar las reformas para mostrar a los inversores que en España se están haciendo las cosas bien y que nuestra economía no se puede comparar con la de Irlanda, el último país de la UE que ha tenido que ser rescatado. La reunión se ha producido en una de las peores semanas para la Bolsa de Madrid, y en una semana en la que la rentabilidad que se ha tenido que dar para colocar la deuda española alcanzó cotas máximas y en la que el diferencial con el bono alemán se disparó. En fin, una semana en la que se ha temido como nunca un efecto contagio de la economía irlandesa y su plan de rescate a la española.
El presidente del gobierno anunció esta reunión en una entrevista con el diario El País el pasado domingo. La oposición, en concreto el PP e IU por diferentes motivos, han criticado esta reunión. El principal partido de la oposición está en contra de este encuentro porque, según los líders del PP, el presidente debería haberse reunido con los pequeños y medianos empresarios, tal y como hizo Rajoy esta semana en una contra reunión. El portavoz de Izquierda Unida en el Congreso de los Diputados, Gaspar Llamazares, criticó que Zapatero se haya reunido con los mismos empresarios que mandaron una carta al Rey don Juan Carlos en las que se ponía a caer de un burro la política económica del gobierno. Para Llamazares esta carta tenía tintes golpistas. Puede que la reunión sea tan sólo la búsqueda de una foto y que no traiga reales consecuencias, pero parece algo exagerada esta última crítica de IU. Exagerado, mas no incierta, pues en efecto esta semana se publicaba que algunos emresarios destacados del país habían elevado al Rey una carta reflejando su preocupación por la situación económica española.
Sobre el PP y la actitud que está teniendo en relación a este temor de un posible contagio, no todo vale en política. Sembrar dudas sobre la economía española no es propio de un partido que pretende llegar a gobernar en España. Las declaraciones de esta semana de Esteban González Pons han sido ciertamente lamentables. Este dirigente del PP es de lo que más acostumbra a sacar los pies del tiesto, a ciertas salidas de tono que no son las más correctas en una formación política que aspira a gobernar. Estamos acostumbrados a que este portavoz del PP, al igual que otros del PSOE o de otros partidos políticos, haga delcaraciones que no parecen las más adeucadas y que tan sólo están buscando réditos electorales. Y ese es uno de los males de la política, que da la impresión de que nuestros políticos están pensado sólo en las próximas elecciones. El discurso del PP está reduciéndose a afirmar que Zapatero tiene que irse. Es algo así como decir que el presidente es el culpable de todos los males del país.
Que toda la estrategia de un partido que es la alternativa al actual gobierno sea exclusivamente decir que todo lo que pasa en España es culpa de Zapatero, resulta algo pobre. Pero sembrar dudas sobre la economía española y dar pie a que se pueda pensar que España tendrá que ser rescatada como Irlanda, es una deslealtad absoluta. No al gobierno, sino a todo el país. Todos debemos remar juntos hacia la misma dirección. Al final va a parecer que el PP se juega todo a la carta de la economía y que por eso quiere que las cosas vayan mal. Así se desgasta al gobierno. Pero el PP con palabras como la de Pons no está desgastando al gobierno, está desgantando al país y a la solvencia que tiene España. No están atacando a su archienemigo Zapatero, sino que están yendo contra su archiquerida España. Lamentable de verdad que el PP haga este tipo de dicursos. Malo es que digan que todo es culpa de Zapatero, como si no supiéramos que hay una crisis internacional, pero patético e irresponsable es que crean que todo vale para desgastar al gobierno, hasta sembrar dudas sobre la economía española. Esa que quieren gestionar dentro de dos años.
Por una mera cuestión de lógica, el PP debería desear que los inversores confiaran en España y en su economía. Antes o después el Partido Popular va a tener responsabilidades de gobierno y en ese momento él querrá que la oposición sea leal en asuntos de Estado, en temas trascendentales como es la solvencia de la economía española. Desde el PP se ha querido equiparar las mentiras de Grecia y de Irlanda con las supuestas mentiras de Zapatero. Es muy grave todo lo que se ha dicho desde el principal partido de la oposición. Momentos como el que vivimos ahora requieren quizás de un gobernante mejor que Zapatero y de un gobierno mejor que el actual, pero no tengo ninguna duda de que también requieren responsabilidad por parte de todos. También de la oposición. Aliarse con aquellos que se están dedicando a decir que España será la siguiente en ser rescatada resulta una actitud poco edificante, muy irresponsable. Si el PP quiere gobernar debe empezar por ser un partido responsable. No digo que en términos generales no lo sea, digo que declaraciones como las de González Pons no deberían volver a repetirse.
Mariano Rajoy hizo una reunión paralela a la de Zapatero. Al menos se está dando así imagen de que el PP tiene ideas más allá de dar leña al gobierno. En política suelen perder los partidos que están en el gobierno, más que ganar los partidos de la oposición. Pero sería muy tranquilizador saber que el PP tiene, en efecto, proyectos para España en caso de que los ciudadanos de este país les confíen la responsabilidad de gobernar. No debería bastar con esperar a que el cadáver (político) de tu enemigo pase por la puerta de tu casa. El PP no debería contentarse con recoger el voto de los descontentos con el PSOE, debería tratar de ofrecer sus alternativas en todos los campos, y concretamente en la economía. Propuestas e iniciativas es lo que se echa en falta por parte del principal partido de la oposición. Creo que se puede ser crítico con la política económica del gobierno, pero también con la labor de oposición del PP. Está claro que el gobierno se ha equivocado en la gestión de la crisis, o al menos tal parece. Pero, ¿qué ha hecho el PP todo este tiempo? Decir que la culpa de todo lo malo que le pasa a España es de Zapatero. Además esta mentalidad ha calado entre algunos ciudadanos que están convencidos de que es el presidente el único culpable de todos nuestros males.
En esta entrada me he centrado en la actitud del PP, pero la cerraré hablando de la reunión de ayer del presidente del gobierno con la élite empresarial del país. Antes debo apuntar que esta crítica al PP no significa que el gobierno no sea el responsable de la política económica y de las medidas que se han tomado. Sólo digo que se deberían tener en cuenta las circunstancias mundiales que estamos viviendo. Y que con decir no a todo no vale, la actitud propia de un partido de la oposición responsable sería la de ofrecer alternativas y no parar de presentar proyectos. Sobre la reunión de ayer, Zapatero se comprometió a acelerar las reformas pendientes. Según algunos medios, los empresarios pidieron al presidente que tomara medidas aunque estas sean antipopulares. El presidente del gobierno dijo que la reunión había sido muy útil. Además se volverán a reunir en tres meses para hacer un seguimiento de los compromisos. ¿Fue lo de ayer sólo una foto o sirvió para algo más? Considero que el objetivo de tener esa foto es evidente, pero quizás sí sirvió para que Zapatero conociera las preocupaciones de algunos de los más importantes empresarios del país. Se cierra con esta reunión una semana crítica para la economía española. Está por ver cómo evoluciona todo. Qué tal se comporta mañana la Bolsa y la deuda española. Habrá que seguirlo atentamente.

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