Ayer hablaba de las elecciones catalanas que tan importante serán pues son los primeros comicios de nivel que se celebran en España con la crisis económica a cuestas. La primera gran cita a la que se tendrán que enfrentar los partidos políticos. El primer examen para todos ellos. Pues bien, tras las catalanas el PSOE se puede enfrentar a una primera derrota electoral de importantes dimensiones si se cumplen las encuestas. Así, el presidente del gobierno comenzaría a ver cómo se cumplen las malas expcectativas electorales de su partido. Pero las encuestas, encuestas son.
Lo cierto es que es a lo que nos podemos agarrar a la hora de hacer análisis y pronósticos. En mayo de 2011 la mayoría de las Comunidades Autónomas y los ayuntamientos elegirán quién les gobierna. Andalucía, Madrid, Castilla La Mancha y Valencia son comunidades muy importantes para estas elecciones. Claro que todas las son, pero me centraré en estas cuatro a la hora de hablar sobre estos comicios que se celebrarán el año próximo. Antes una valoración general. ¿Serán las locales y autonómicas una especie de plebiscito sobre el gobierno de Zapatero? Los barones socialistas, pongamos a Barreda como ejemplo de ello, pueden pensar que el gobierno central es más un lastre que otra cosa de cara a las elecciones de mayo.
Barreda declaró antes de la remodelación del gobierno que el PSOE iba, si no había cambios hacia una catástrofe electoral. Ya ha habido cambios pero algunas medidas de ajuste del gobierno pueden no ayudar en exceso a los candidatos socialistas en las elecciones autonómicas y municipales. Por ejemplo el recorte en las inversiones en las infraestructuras. Según informó hace unos días la Cadena SER, existiría verdadera preocupación en algunos barones del PSOE por este recorte. Los ciudadanoa darían un voto de castigo al gobierno a través de los candidatos locales del PSOE. Algo similar puede pasar con la congelación de las pensiones, medida antipopular donde las haya. Los votantes pueden escargar su descontento con el gobierno central con los candidatos en las distintas comunidades.
Barreda declaró antes de la remodelación del gobierno que el PSOE iba, si no había cambios hacia una catástrofe electoral. Ya ha habido cambios pero algunas medidas de ajuste del gobierno pueden no ayudar en exceso a los candidatos socialistas en las elecciones autonómicas y municipales. Por ejemplo el recorte en las inversiones en las infraestructuras. Según informó hace unos días la Cadena SER, existiría verdadera preocupación en algunos barones del PSOE por este recorte. Los ciudadanoa darían un voto de castigo al gobierno a través de los candidatos locales del PSOE. Algo similar puede pasar con la congelación de las pensiones, medida antipopular donde las haya. Los votantes pueden escargar su descontento con el gobierno central con los candidatos en las distintas comunidades.
He elegido las cuatro comunidades que antes he señalado (Madrid, Valencia, Andalucía y Castilla la Mancha) porque son feudos del PP los dos primeros, y del PSOE los dos últimos. En Madrid el presidente del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero trató de poner toda la carne en el asador para poder poner fin al dominio que nadie altera del PP en Comunidad y Ayuntamiento. Para ello propuso a Trinidad Jiménez y a Jaime Lissavetzky para ser candidatos. Lo que pasó con la primera ya lo sabemos, y será Tomás Gómez quien, vía primarias, tratará de dar un vuelco electoral en Madrid. Para el PSOE vencer en Madrid sería algo muy positivo, tan positivo sería como impensable resulta a día de hoy. Aguirre y Gallardón arrasan en las encuestas y el feudo popular parece inexpugnable.
Algo similar pasa en Valencia, y allí el PSOE tendría que hacerselo mirar. Si finalmente no es capaz de arrebatar la presidencia de la Comunidad de Valencia a un político que está imputado por un asunto turbio es que están haciendo las cosas realmente mal. Camps es inocente hasta que no se demuestre lo contrario, como no podría ser de otro modo. Pero todos los escándalos que afectan al PP valenciano deberían causar un desgaste en el grado de apoyo que las últimas encuestas no reflejan. Es otro feudo del PP que el PSOE tratará de arrebatar. Allí se espera una batalla importante, con el PSOE sacando a relucir todas las presuntas corruptelas de los populares. A ver qué pasa.
Andalucía y Castilla la Mancha son dos feudos socialistas. Y en los dos el PP quiere dar la vuelta a la situación. En la comunidad andaluza algunas encuestas ofrecen datos que sí dan como creíble que el PP logre el asalto al poder tras décadas de gobiernos socialistas. El gobierno de Griñan está muy desgastado y tiene una difícil papeleta en mayo. El PP de Arenas una oportunidad de arrebatar al PSOE uno de los territorios más socialistas de España. En Castilla la Mancha será Ciudad Real la clave. Allí María Dolores de Cospedal se enfrenta a José María Barreda. Las encuestas hablan en este caso de victoria socialista, pero tampoco se puede descuidar Barreda. El PSOE tratará de mantener sus feudos, sus territorios. Mantener tus posiciones es el primer paso para tratar de arrebatar otros.
Más de seis meses quedan y realmente parece muy poco tiempo. En todo caso tanto PP como PSOE, y así el resto de partidos, tienen tiempo para tratar de cambiar la dinámina en las comunidades que le son adversas. Esta cita será la primera en la que veamos si un hipotético bajón del PSOE beneficia a Izquierda Unida, y en qué medida lo hace. Sobre el resto de partidos, la única novedad es la de UPyD. El único partido con representanción parlamentaria que se enfrenta por primera vez a una cita electoral autonómica. Todo hace indicar que hace unos meses eran más optimistas en esta formación que ahora, pero aún así tienen intención de entrar en ayuntamientos de distintas ciudades y su gran aspiración es entrar en la Asamblea de Madrid. Queda mucho para las elecciones, procuraré no aburrir mucho a los lectores con ellas hasta que no sea estrictamente necesario.
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