El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba compareció ayer para hablar sobre política y aprovechó para responder a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre quien había afirmado que creía que el gobierno iba a reabrir un proceso de paz con los terroristas por la noticia, publicada por el diario El Mundo y confirmada poco después por el Ministerio del Interior sobre el acercamiento de presos etarras a cárceles próximas al País Vasco.
El ministro declaró que no deseaba enfrentarse con la líder del PP, y que nunca más se abriría un proceso de negociación con los terroristas. Rubalcaba habló de las distintas ocasiones en las que el gobierno de España ha tratado de hablar con los terroristas para poner un final dialogado a la violencia terrorista en el País Vasco y en toda España. Así recordó como tanto Felipe Gonzáles como José María Aznar ya lo intentaron antes de Zapatero.
Cuando se refería a estas actuaciones pasadas, el ministro del Interior dejó una afirmación que habla bien a las claras de la orientación de la política antiterrorista del gobierno: "ETA tuvo tres ocasiones para acabar como el IRA, pero acabará como el GRAPO", declaró el ministro del Interior.
Ayer también conocíamos las actuaciones judiciales contra la banda criminal ETA por parte de la Justicia francesa y de la española. Así, el juez Pedraz mandó a prisión a los cinco detenidos en Irún por la operación en la que cayó el nuevo jefe de la banda terrorista, Iriondo. Este personaje también fue juzgado ayer en Francia. Las autoridades francesas no creen que fuera él el autor material del asesinato de dos guardias civiles en territorio galo.
Además ayer fue el día en el que cien ex presos etarras hacían una declaración pública en la que pidieron un final dialogado a la violencia. Pero no hubo cambios sustanciales en sus posturas, y se puede decir que ETA sigue en el mismo sitio. Desde luego esa es la impresión que da la declaración de ayer de los ex presos etarras.
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