Detenciones masivas de inmigrantes ilegales en Italia

El gobierno de Berlusconi, recientemente elegido, no ha tardado mucho en llevar a la práctica sus medidas en materia de inmigración. Y lo han hecho con la crudeza que temía la oposición italiana y parte de Occidente.
La situación es esta que sigue. Berlusconi anunció, ya en la campaña electoral una serie de "medidas de necesidad y urgencia" ante la situación de los sin papeles. Pues bien, la policía ha detenido a 268 inmigrantes. De ellos 53 han sido deportados sin ningún tipo de paso previo. Entre los arrestados hay 50 marroquíes, 32 rumanos, 25 tunecinos, 18 nigerianos, 16 egipcios y 14 albaneses. Y además se ha expulsado ya a 53 ciudadanos nigerianos y albaneses. Así lo informa la policía italiana según recoge el corresponsal en Roma del diario El País, Miguel Mora. Entre otras acusaciones, a decenas de los arrestados se les acusa de robo, de ayuda a la inmigración ilegal y de tráfico de drogas. Las autoridades incautaron 7 kilos de cocaína, 360 gramos de heroína y 11 kilos de cannabis.
Detrás de esta medida esta Umberto Bossi, líder del partido Liga Norte con el que gobierna Berlusconi. Este partido es tachaco de "xenófobo" y racista" por una gran parte de los analistas en Italia. De hecho su discurso se aproxima o al menos bordea el mismo, según informan distintos medios. Es más, recientemente un grupo de exaltados asaltaron y quemaron un campamento gitano en Nápoles. Hoy Berlusconi ha tratado de pedir calma, pero s ministro y mano derecha Bossi justificó la acción delictiva con un "la gente hace lo que no consigue hacer la clase dirigente".
Así mismo, el rechazo a los inmigrantes entre la población italiana es creciente. Ayer mismo una encuesta del diario La Reppublica mostró que el 70% de los ciudadanos consultados veía como un "problema prioritario" el de los gitanos e inmigrantes. No todas las voces del gobierno jalean el racismo. Hay quien desde dentro del ejecutivo ha llamado hoy a la "serenidad". Dentro de Italia, las voces críticas con estas primeras medidas gubernamentales también se escuchan con nitidez. El presidente de la República, Giorgio Napolitano, ha puesto ciertos reparos al paquete de medidas que Berlusconi desea lanzar. La Iglesia italiana ha llamado a "parar los extemismos" contra los inmigrantes. La polémica sobre la inmigración, presente en todo el mundo, está abierta. De la Vega, en nombre del Gobierno español, ha desechado las medidas de Berlusconi y sus aliados por "xenófobas".

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