Los miembros de la tripulación se encuentran en buen estado de salud, dentro de lo bien que se puede estar cuando estás secuestrado por unos piratas del siglo XXI, armados hasta las cejas. España no tiene embajador en aquel país africano, y ya ha mandado hasta allí a nuestro embajador en Kenia. Se sabe que la ministra de Defensa, Carme Chacón, ha cambiado su agenda para seguir el delicado asunto al que ha "dado prioridad". El atunero está fondeado en las costas somalíes, y ya se conocen más detalles, como que podrían ser 10 y no 4 los secuestradores, que utilizan tácticas militares, y que la tripulación está confinada en el salón. Son 26 tripulantes, 13 españoles y 13 africanos. El problema no es nuevo, ni lo era cuando a un barco francés le ocurrió lo mismo, son mafias de piratas que se aprovechan de las aguas que no son de nadie, sobre las que nadie tiene control. Ahora lo único prioritario y urgente es liberar a los secuestrados, pero Europa debería ponerse manos a la obra para acabar con esta y todas las mafias en el continente africano, descuidado durante demasiado tiempo por Occidente.
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