Un Mundial para la historia


20 de agosto de 2023, el día en el que la selección española de fútbol se proclamó campeona del mundo. Nos acordaremos bien de dónde estábamos este día histórico, de cómo festejamos la victoria. No recuerdo la última vez que vi un partido de fútbol, pero he vibrado cada segundo de la final de hoy de la Copa del Mundo femenina en la que España ha vencido por un gol a cero a Inglaterra. Ya digo que de fútbol entiendo más bien poco, así que poco puedo decir de lo estrictamente deportivo sin hacer el ridículo, más que destacar lo emocionante que me ha resultado el partido y la intensidad sensacional que ha tenido la final desde él comienzo. Pero esto no va sólo de fútbol, va de mucho más. Por eso tantas personas que no somos aficionadas a este deporte hemos seguido ilusionadas la final, porque lo que estas jugadoras han conseguido va mucho más allá de lo meramente deportivo. 

Cuando hace trece años la selección masculina de fútbol ganó el Mundial en Sudáfrica aquello parecía un sueño, algo irreal, algo que jamás pensamos que veríamos. Posiblemente si entonces nos hubieran dicho que la selección femenina lograría lo mismo tiempo después, en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda de 2023, también nos hubiera costado creerlo. Pero aquí están ellas para demostrar que sí era posible, que con su esfuerzo han podido romper barreras que creíamos infranqueables. No ha sido un camino sencillo, no han faltado obstáculos en el camino, pero hoy todo eso queda atrás porque son campeonas del mundo. 

La victoria de hoy es especial porque ganar un Mundial siempre lo es, por supuesto, pero no sólo. También porque sabemos bien lo que significa el fútbol en España, una auténtica religión, y el poder simbólico que este triunfo puede tener para impulsar el deporte femenino y combatir el machismo que todavía está entre nosotros, persistente y tenaz pese a los muchos avances conseguidos. Las propias jugadoras de la selección han contado en entrevistas lo difícil que les resultó formarse, porque el fútbol se veía hasta hace no tanto como algo de hombres. Ese rechazo, ese muro contra el que se chocaron tantas pioneras, ha sido derribado hoy por esta selección portentosa que ha sabido sufrir para ganar el Mundial y hacer vibrar a todo el país. 

Esta victoria ha sido especial porque el partido se ha seguido en más de 100 pantallas gigantes en plazas, polideportivos y espacios públicos de toda España. Porque las jugadoras que hoy se han proclamado campeonas del mundo son esos referentes que les faltaban a las chicas aficionadas al fútbol, pero también para tantos chicos, porque igual que los futbolistas son referentes para ellas, las futbolistas lo pueden ser y lo son ya para los chicos aficionados a este deporte. Porque hace no tanto se miraba mal a las chicas que querían jugar al fútbol.  Porque los medios de comunicación, al fin, han cubierto la cita como lo merecía. Porque ha habido grandes empresas que han decidido dar un paso adelante y patrocinar a la selección femenina y a este torneo. Porque más de 70.000 personas han seguido en directo la final en Sídney. Este Mundial ha marcado un antes y un después para el fútbol femenino y la selección española ha estado al frente de esa revolución. 

Incluso quienes no somos aficionados al fútbol somos plenamente conscientes de la influencia de este deporte en España. Que hoy el país se haya volcado con la selección femenina es un histórico paso adelante en igualdad, como los es que hoy digamos que somos campeonas (así, en femenino, claro que sí) y vibremos todos y todas como también vibraron ellas, las mujeres aficionadas al fútbol, con el Mundial masculino ganado en 2010. Porque de eso exactamente va, de disfrutar con ellas tanto como hacemos con ellos. Las chicas y los chicos que hoy quieran jugar al fútbol tendrán a Aitana Bonmatí, a Alexia Putellas, a Jennifer Hermoso, a Olga Carmona, a Salma Paralluelo y a todas las demás como referentes

Por cierto, la Casa Real ha acertado de lleno con la presencia de la reina Leticia, que ha estado impecable, y de su hija la infanta Leonor. Igual que miembros de la Casa Real han acompañado otras veces a grandes deportistas españoles en distintas disciplinas, es lo suyo que hoy también hayan apoyado a la selección en Australia. Si además se hace con la naturalidad con la que lo han hecho hoy la reina y la infanta, el acierto de la Casa Real es pleno. 

Por supuesto, sería un error creer que con la victoria de hoy todo está resuelto, que el deporte femenino será tratado con justicia y equidad y que dejará de sufrir prejuicios y comentarios de barra de bar. Nada de eso, me temo, aún nl estamos ahí, pero es un salto de gigante el que han dado hoy las jugadoras de esta selección que se han sobrepuesto a todas las dificultades y que hoy han emocionado a todo un país. Ni me gusta el fútbol ni soy patriotero, pero hoy me han alegrado el día estas mujeres bravas y poderosas que han hecho historia y han abierto camino. ¡Enhorabuena y gracias! 

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