También hablan

 

El día que el político de extrema derecha que lidera el tercer partido más votado de España fue “a divertirse” al programa más visto de la televisión en España, dijo que estaría a favor de que dos hombres o dos mujeres adoptaran a un hijo siempre y cuando antes no hubiera querido adoptarlo ninguna familia heterosexual. Dado el número de votos de esta formación extremista y reaccionaria, parece que los prejuicios sobre las familias homoparentales están aún demasiado extendidos en España. Estaría genial que esas personas que fruncen el ceño cuando ven a un niño feliz pero, vaya por dios, con dos padres o dos madres, vieran También hablan, el documental de Lidia Titos García que puede verse en Filmin en el que se da voz, precisamente, a hijos de familias homoparentales, cuyos únicos problemas están relacionados con los retrógrados que son incapaces de entender estos modelos de familia. 

El documental se centra en dos familias. Por un lado, la que forman dos hombres casados, ahora separados, y su hijo adoptado en Ucrania, que ahora es adolescente. Por el otro, una familia con dos madres, un niño y una niña. Todos ellos hablan a cámara y cuentan sus experiencias y sus vivencias. Insisto, los únicos problemas que relatan tienen que ver con los obstáculos que les ponen otras personas retrógradas, no porque algo no funcione en su familia. Es decir, son esos homófobos que dicen que un niño debe tener sí o sí un padre o una madre los que dificultan con su odio la vida de los hijos de familias homoparentales, que reciben en su casa todo lo que se debe recibir de una familia: amor, respeto, diversión y un espacio seguro. 

El hijo de los dos padres cuenta que lo pasó mal en la escuela porque sus compañeros le preguntaban por qué no tenía un papá y una mamá. "La forma de protegerlo era llenarlo de amor", cuenta uno de los padres. Su historia, lamentablemente, fue derivando hacia un caso de acoso escolar salvaje. Dejaron de invitarlo a fiestas y a cumpleaños. Se reían de él. Le decían que si te toca un gay te pega el sida. Cuestionaron su orientación sexual porque era hijo de dos padres, como si los gays hijos de un padre y una madre no fueran suficiente ejemplo de que no se sostiene en modo alguno esa idiotez de que los progenitores inculcan a sus hijos una determinada orientación sexual. 

En el documental también se pregunta a varios niños sobre si tienen compañeros con dos papás o dos mamás, qué opinan de ello, qué consideran que es una familia o cuál es su opinión sobre el acoso escolar. La familia formada por dos madres cuenta también que asistieron a la negativa de varias iglesias de bautizar a sus hijos. Las miradas y los prejuicios de otros se lo ponen difícil, pero ambas familias demuestran lo obvio: que lo importante es el amor y que resulta irrelevante el modelo de familia para el bienestar de los menores, sólo dañados, en ocasiones, por las trabas que les pone cierta gente retrógrada peleada con el paso del tiempo. 

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