Las novelas de Juan José Millás comienzan siempre con una situación insólita, que puede ser planteada en una frase, de la que el autor va tirando del hilo a lo largo de las páginas. En El desorden de tu nombre, se trata del encuentro que cada martes y cada viernes, a su salida de la consulta del psicoanalista a la que acude, Julio Orgaz, que trabaja en una editorial, se encuentra en un parque con Laura, una mujer por la que se siente atraído y que le recuerda a otra mujer importante en su pasado, Teresa.
La novela se adentra entonces en la relación de Julio con esta mujer, pero también en lo que le cuenta a su psicoanalista, quien a su veces vive una crisis matrimonial con su esposa. Hay pasajes en los que se describe la relación de Julio con Laura realmente inspiradas. Como muestra, dos ejemplos: "estaban aislados y la tarde era hasta tal punto hermosa que no era difícil llegar a pensar que la soledad de los meses anteriores había sido un accidente, una casualidad prolongada, que, como las demás cosas de la vida, estaba a punto de alcanzar su fin”, y más adelante, esta brevísima y precisa descripción de lo que es el amor: "lo cotidiano alcanzaba un grado de irrelevancia tal que a veces no entendía que el tiempo se acabara”.
Tan importante para Julio es la relación con esta mujer misteriosa como la que entabla con su psicoanalista, que va volviéndose más y más compleja a medida que avanza la historia. “Ambos constituían dos espacios de libertad personal, dos lugares en los que podía prescindir de los gestos más cotidianos y vacíos de las intrigas laborales, pero también del simulacro de comunicación que desarrollaba todos los días desde que se levantaba de la cama hasta que cerraba el círculo metiendo de otra vez en ella”, leemos.
Julio tiene una “alucinación auditiva de carácter marxista”: escucha de cuando en cuando sin venir a cuento La Internacional. Un hallazgo que es puro Millás, como tantos otros a lo largo del libro. El protagonista soporta la existencia gracias a estos encuentros con Laura y también a su trabajo y su intento de escribir una novela. De hecho, lo que más me atrae del libro es la relación metaliteraria entre lo que les sucede a los protagonistas y lo que escribe Julio en ese intento de novela, que lleva por título... El desorden de tu nombre. La identidad, otro tema clásico de Millás, está también presente en esta novela, que deja claro que "la información que tenemos de nosotros mismos es tan parcial como la de un personaje de novela”. Un libro muy entretenido que, además, incluye bocetos de cuentos que lee el protagonista, y que en sus breves descripciones ya son de por sí valiosos y originalísimos relatos.
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