Amor de madre

Once años después de Primos, Quim Gutiérrez vuelve a interpretar a un personaje abandonado en el altar el día de su boda en Amor de madre, la película dirigida por Paco Caballero con guión de Cristóbal Garrido y Adolfo Valor, que estrenó Netflix el fin de semana del día de la madre. Al impacto emocional de ser rechazado justo antes de casarse, a José Luis, el personaje de Quim Gutiérrez, se le suma otro problema: la agencia de viajes con la que contrató la luna de miel no puede anular la reserva. Su madre, Mari Carmen (inmensa una vez más Carmen Machi) termina convenciéndolo para acompañarle al viaje, una idea que no entusiasma demasiado a su hijo. 
La película cumple con su misión. Busca ser un filme entretenido y entrañable en el que se alternan escenas cómicas con otras más reflexivas en las que el hijo conoce algo más a su madre, a la mujer que hay detrás de su madre, con sus sueños, sus ganas de divertirse y sus frustraciones. La parte más puramente cómica funciona, mejor en algún momento que en otro, pero funciona, en gran parte, gracias a la vis cómica de Carmen Machi y al buen hacer del propio Quim Gutiérrez, además de la siempre hilarante Yolanda Ramos, que tiene un papel secundario muy, muy divertido. 

Amor de madre gana, sobre todo, cuando se centra en la relación entre ambos protagonistas. Las conversaciones entre los dos, por ejemplo, una escena en la que se retan para ver quién sabe más del otro, con una botella de ron de por medio, son estupendas. La película, de alguna forma, sirve de homenaje a tantas y tantas mujeres entregadas a su familia, que son madres por encima de cualquier otra cosa y que apartaron sus intereses y sus apetencias para cuidar de sus hijos y de su marido. 

Es esa parte en la que más emociona la película, porque de una forma u otra, casi cualquier espectador podrá sentirse identificado con la relación entre la madre y el hijo. Ella, volcada con él, en ocasiones, incluso demasiado. Ninguno de los dos personajes se muestra como alguien perfecto carente de defectos, todo lo contrario, se muestra el lado más humano de ambos. Ella, entregada por fin a unos días de descanso y de disfrute. Él, disgustado por el plantón, pero también, poco a poco, contento por conocer más a su madre y sus sentimientos. Amor de madre es una película amable para ver en familia que a buen seguro arrasará en audiencia en su plataforma. 

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