El limpiaparabrisas


¿Qué es el amor? Es la pregunta que se hace el protagonista de El limpiaparabrisas, el cortometraje de animación de Alberto Mielgo que ganó el Oscar la semana pasada. La maravillosa respuesta que ofrece este corto es una sucesión de viñetas que en apenas 15 minutos muestra las distintas caras del amor, ese misterio. A través de diferentes historias pequeñas, apenas bocetos, se muestra el amor que salva, el tóxico, el idealista, el que destruye, el que reconforta, el que acompaña, el que salva vidas. 
Escribió Cioran que el amor parece una trivialidad sólo por culpa de quienes han amado. Es el gran tema de la historia del cine y la literatura, porque es el gran tema de la humanidad. Sin dulcificarlo ni romantizarlo en exceso, sin negar esas otras caras menos amables, pero reconociendo siempre su enorme impacto como motor de la vida, Mielgo plantea en este corto un preciso, inspirador y reflexivo tratado sobre el amor. El corto, por cierto, puede verse en muchas plataformas. Yo la vi en RTVE Play, pero también está disponible, entre otras, en YouTube y en Movistar. Vale la pena. Es una auténtica delicia. 

Contó Mielgo en las entrevistas posteriores a su victoria en Hollywood que le alegró especialmente la presencia de cortos de temas adultos entre las nominadas al Oscar en su categoría. Contó, y es verdad, que es importante reivindicar también la animación no sólo destinada a un público infantil, que es estupenda, sino también la que se dirige al público adulto. Este corto es el perfecto ejempo de que la animación tiene un poder de transmisión enorme. Al igual que en ocasiones los cómics son menospreciados, no considerados literatura, tratados como libros de segunda, a veces corremos el riesgo de hacer lo mismo con la animación y lo cierto es que el arte no entiende de límites ni de etiquetas. 

Es magistral la forma en la que este corto condensa tantas historias de amor, todas ellas tan llenas de verdad, con tantas posibilidades. Ese hombre que vive en la calle y confunde a un maniquí de un escaparate con la mujer que le abandonó por culpa de su alcoholismo. La chica desesperada. La pareja que lleva ofreciéndose mutuamente compañía toda la vida. El amor desenfrenado, apasionado. El amor en tiempos de Tinder, con una de las escenas más potentes del corto, en la que un chico y una chica que están en el mismo supermercado no paran de mirar al móvil en una app de citas y se encuentran el uno al otro... pero sólo en la pantalla, sin mirarse. Sin juzgar, sólo mostrando las distintas caras del amor, El limpiaparabrisas emociona y da que pensar. 

Completa la larga lista de méritos de esta producción la canción We Might Be Dead By Tomorrow, de Soko, cuya letra encaja a la perfección con el tono y el tema de este corto. La canción llama a amar y a hacerlo hoy, porque, en efecto, mañana podríamos estar muertos, y porque si alguien no está preparado para amar, cómo puede estarlo para vivir. 

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