Invasor

 

Es llamativo que el cine español, que se movilizó contra la guerra de Irak, como buena parte de la sociedad, haya rodado tan pocas películas sobre aquella contienda en la que participó nuestro país. Más allá de cualquier planteamiento político o partidista, lo cierto es que una guerra es un escenario dramático imponente para contar historias, porque muestra lo peor de la condición humana. Salvo contadas excepciones, el cine español apenas ha abordado esta guerra. Una de ellas fue Invasor, basada en la novela homónima de Fernando Marías, en la que Daniel Calparsoro plantea un sugerente dilema ético, aderezado con escenas de acción propias del cine bélico que nada tiene que envidiar a producciones de Hollywood, aunque es de intuir que su prepuesto fue mucho más bajo del habitual en Estados Unidos.


La película, estrenada en 2012, no hizo demasiado ruido en su día, yo al menos no lo recuerdo, y ahora puede verse en Amazon y en Filmin. Creo que es una cinta muy rescatable por muchas razones, entre las que está esa peculiaridad de ser de las pocas películas españolas ambientadas en la guerra de Irak, en este caso, en 2003, pero no sólo, porque hay que añadir unas convincentes interpretaciones y una puesta en escena impecable.

Con un ritmo trepidante, que se apoya en la música de Lucas Vidal, la trama avanza y va haciéndose más compleja y turbia. Tengo la impresión de que, si en lugar de en A Coruña la trama transcurriera en Filadelfia, tuviera intérpretes estadounidenses y estuviera rodada en inglés, posiblemente la película hubiera tenido mucho más éxito y mejores críticas. Es una película sin complejos, que no pide permiso ni perdón por hacer una cinta de género en España. Y lo hace muy bien. Además, con una interesante reflexión sobre el Estado profundo, la verdad oficial, los bulos lanzados por los propios gobiernos y los excesos de las guerras. La película nos recuerda que la guerra la declaran los poderosos, pero no la hacen ellos. 

Habrá a quien la resulte poco creíble la historia de ficción contada en la cinta, pero es perfectamente verosímil. No puede ser de otro modo tras las filtraciones que mostraron las peores prácticas del ejército estadounidense en la guerra de Irak. Conocemos lo desvelado por filtraciones como las de Wikileaks o la de Snowden, y las consecuencias que tuvo para él. El protagonista de Invasor es Pablo (Alberto Ammann), un médico militar enviado a Irak. Sufre una emboscada junto a su compañero Diego (Antonio de la Torre), de la que salen vivos en circunstancias poco claras que el gobierno prefiere enterrar en un pacto de silencio. Pero el protagonista, que no recuerda casi nada de aquel momento de tanta tensión, quiere descubrir la verdad cueste lo que cueste. 

Las interpretaciones de ambos actores son impecables, igual que la de Karra Elejalde, quien da vida al miembro del gobierno que contacta con los militares implicados en ese incidente. Como siempre, excelente. Si se busca una película de acción bien hecha, que además invite a la reflexión y plantee cuestiones sugerentes sobre la guerra, el poder, las mentiras y los secretos oficiales, sin duda, Invasor es una opción excelente

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