Yo, Simon, homo sapiens

 

Por lo general cuando una película me gusta, cuando me gusta de verdad, suelo obsesionarme un poco con ella. Un poco bastante. Escucho de forma compulsiva su banda sonora, leo críticas, entrevistas y reseñas, hago búsquedas sobre ella en las redes sociales. Cuando esa película está basada en un libro, es inevitable que antes o después termine leyendo la obra original, no digamos ya si el universo creado por ese libro incluye además de también una serie de televisión que me ha emocionado igualmente, como es el caso de Love, Victor. Antes o después tenía que terminar leyendo Yo, Simon, Homo Sapiens, de Becky Albertalli, el libro en el que se basa la maravillosa película Love, Simon. Empecé a leerlo tras terminar Love, Victor, la serie que continúa ese universo (Simonverse, lo llaman), para hacer más llevadera la espera de la segunda temporada, que llegará el 11 de junio.


He disfrutado y me he emocionado mucho con la película y con la serie, así que estaba deseando conocer cómo empezó todo, leer el libro que supuso el punto de partida de estas historias. La autora de la obra, Becky Albertalli, es una psicóloga clínica que trabaja con adolescentes y niños LGTBI. Los incluye en sus agradecimientos, a ellos y a sus familias, y explica que escribió este libro para ellos. Es el primero de los aspectos destacables del libro y de todo lo que ha llegado después: la importancia de la representación, de ofrecer referentes a jóvenes no heterosexuales, que les ayuden a entender que lo que sienten y lo que son no está mal. 

No hay fórmulas del éxito, afortunadamente, pero leyendo el libro, se entiende el éxito de esta obra y todo lo que ha generado. Es un libro importante para muchas personas. A veces, los días que soy optimista, pienso que la generación de los más jóvenes de hoy puede ser la primera generación libre de homofobia o, al menos, una de las primeras verdaderamente concienciadas sobre la diversidad, y creo que en parte eso es gracias a historias como esta. Recuerdo que la primera vez que leí una novela con un personaje homosexual me chocó. Por supuesto, no fue en ningún libro de los que leí en el colegio o en el instituto, fue ya más adelante. Creo que hoy eso está cambiando, afortunadamente, y los jóvenes encuentran un mundo más diverso en los libros que leen desde pequeños, es decir, un mundo más real, más parecido a la vida. 

Leyendo esta libro, que me ha encantado, también he pensado en la trascendencia de la literatura infantil y juvenil, que es el comienzo de nuestra relación con los libros. Nadie empieza a leer por los grandes clásicos, todos nos hacemos lectores con obras destinadas al público infantil y juvenil. Por eso es tan importante y tan esperanzador que ahora se más fácil que los jóvenes encuentren en los libros a personajes a los que les pasa lo mismo que a ellos y que hablan igual que ellos. Esta obra tiene una frescura especial que lo hace muy atractivo. 

Inevitablemente, al leer un libro en el que se ha basado una película que me ha gustado, uno tiende a buscar las diferencias y los parecidos entre la obra escrita y el filme. En este caso, sin duda, la película es muy fiel al libro, aunque, lógicamente, no es un calco de ésta. Diría que en el libro Simon es más juguetón y que la relación con sus padres es algo más tirante que en la película. También es algo distinto el grupo de amigos del protagonista, que en la novela tiene dos hermanas y en el cine, sólo una. Además, los correos que Simon se intercambia con Blue son aquí algo más subidos de tono, que diría aquel. En la película ese intercambio de mensajes es más blanco. 

Pero, sí, la película capta muy bien el espíritu del libro. La autora capta bien el habla y los miedos de Simon, que relata en una especia de monólogo interior sus dudas. Él sabe que es homosexual e intuye que nadie en su entorno recibirá mal la noticia, pero no se atreve a dar el paso, no todavía. Todo se acelera cuando Martin, el graciosete de la clase, le hace chantaje tras leer uno de esos correos que Simon se intercambia con Blue, el joven cuya identidad no conoce que salió del armario en el blog donde los estudiantes del instituto comparten sus historias. Esos correos son parte del encanto del libro. En uno de ellos, Simon escribe que los dos se han conocido “al revés que todo el mundo, primero por dentro y luego por fuera”. El libro que desencadenó el Simonverse, el universo de Simon, es muy entretenido. Me habría encantado leerlo de adolescente y me ha gustado mucho leerlo hoy, un poco, como la serie y la película, con la mirada de mi yo adolescente. 

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