Nevenka

 

Hace 20 años, Nevenka Fernández, concejal del Ayuntamiento de Ponferrada, fue la primera víctima de acoso sexual que ganó una querella contra un político, el que entonces era alcalde de la localidad leonesa, Ismael Álvarez. La sentencia no deja lugar a dudas. A pesar de que la Justicia demostró el acoso del alcalde, fue la víctima quien se vio obligada a salir de España por culpa del acoso que sufría. Se le llamó de todo, se culpabilizó a la víctima, hubo multitudinarias manifestaciones de apoyo al señor alcalde acosador, quien envió por correo postal a todos los vecinos de Ponferrada una carta en la que desvelaba detalles íntimos de la relación que mantuvo con Nevenka Fernández y se inventaba una versión de la historia, ya digo, por completo desmentida por la Justicia. Hoy, 20 años después, tras la irrupción del Me Too, Netflix estrena una serie documental producida por Newtral sobre este caso estremecedor. Nevenka habla del infierno que sufrió esta mujer, pero también, o sobre todo, de cómo ha cambiado la sociedad española, de lo sola e injustamente trataba que fue ella. 
El documental no deja en buen lugar a casi nadie. La Justicia le dio la razón a Nevenka Fernández, sí, pero de alguna forma este documental hace de alguna forma justicia con ella, porque lo que tuvo que vivir fue estremecedor y, como ella misma afirma, por entonces España no estaba preparada para que una mujer joven alzara la voz y denunciara un caso de acoso, además, contra un señor muy poderoso. Las imágenes de las manifestaciones en apoyo al alcalde son impresionantes. Por ejemplo, se ve a una señora fuera de sí decir que a ella no le acosan si no quiere. A Nevenka Fernández se le presentó como una joven buscona que le hizo la vida imposible al alcalde. El estereotipo rancio y machista de siempre. 

El gran valor de esta serie documental es que hace un necesario ejercicio de memoria, porque es importante saber de dónde venimos, y también porque resarce de algún modo a Nevenka. Mucho antes del Me Too, muchos años antes de que la sensibilidad social cambiara en materia de igualdad (y más que debe cambiar aún), ella fue valiente y denunció lo que sufría, aunque sabía perfectamente que muchas personas no la creerían y que sería ella, la víctima de ese tipo, la que más vería alterada su vida por culpa de lo ocurrido, la que sería cuestionada por todos. Cuando al final del documental vemos que Nevenka es feliz en la familia que ha creado, uno se emociona y siente una gran felicidad, porque no merece menos, porque fue terriblemente injusto lo que vivió y lo sola que estuvo. 

Hay aspectos del documental que no me convencen, como alguna selección de música o ese empeño que hay ahora por convertirlo a todo en una serie, cuando creo que en este caso podría haber sido un documental de seguido, de los de antes. Por los nuevos hábitos de consumo, ahora todo tiene que tener capítulos, en este caso, tres. El primero presenta la entrada de Nevenka Fernández en el Ayuntamiento de Ponferrada y el comienzo de su relación con el entonces alcalde, mientras que el segundo, muy duro, retrata el espantoso acoso que sufrió, y el tercero queda reservado para el juicio y la valiente denuncia de la mujer. En el documental encontramos imágenes de archivo y entrevistas con personas conocedoras del caso, pero el peso de la narración lo llevan las declaraciones actuales de Nevenka Fernández, que explica con precisión lo vivido. Es admirable lo que hizo esta mujer hace 20 años, en un contexto tan adverso y machista, y es también digno de admiración cómo recuerda ahora su historia, sabedora de que puede ayudar a otras víctimas. Por lo que hizo, por no callar, por su valentía, Nevenka Fernández merecía este documental y nosotros lo necesitábamos. 

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