Aguas oscuras

 

Algunas de las películas que más he disfrutado los últimos años están protagonizadas por Mark Ruffalo. Las he disfrutado a pesar de Mark Ruffalo, a quien casi siempre veo algo sobreactuado. Es una opinión totalmente subjetiva, pero es un actor al que me cuesta creerme. En Aguas oscuras, de Todd Haynes, vemos a un Ruffalo mucho más contenido que en otros trabajos suyos. Y se agradece. Aquí da vida a un abogado que emprende una larga batalla legal contra la multinacional Dupont, por contaminar a miles de personas con un compuesto químico cuyos efectos adversos en la salud conocía tiempo atrás, pero que le reportaba cuantiosos beneficios. Es un caso real estremecedor y la película, en línea con Spotlight, adopta un tono casi documental, sin estridencias ni escenas lacrimógenas, lo cual está muy bien, y en ocasiones también sin emoción, lo cual está algo peor. En cualquier caso, es una gran película, sin duda, recomendable. 

La película cuenta una de esas historias reales tan del gusto de Hollywood y que tan bien suele contar le cine estadounidense, la de un héroe inesperado. En este caso, un abogado que acaba de ser nombrado socio de su bufete. Un bufete, para más inri, especializado en defender a las grandes empresas químicas como Dupont, que es denunciada por un granjero amigo de la abuela del abogado, que ha perdido a decenas de vacas en poco tiempo en su finca, situada cerca de un vertedero de esa empresa. 

De forma minuciosa, pero siempre entretenida y amena, el filme narra cómo avanza la investigación, con todo en contra, claro, porque la gran compañía tiene prestigio, influencia y mucho, mucho dinero. Pero el descubrimiento de que el caso puede ser mucho más grande y dañino para la sociedad de lo que parece en un primer momento da fuerzas al protagonista para seguir esa batalla de David contra Goliat, aunque eso repercuta negativamente en su trabajo (nadie quiere como abogado defensor al quijote que está batallando contra un gigante) y en su vida privada, ya que su mujer, a quien da vida Anne Hathaway, sufre las constantes ausencias de su marido, siempre pensando en el caso, siempre investigando alguna prueba. 

Sigue la película el curso habitual de este tipo de filmes, con créditos impactantes al final incluidos, para terminar de contar la historia. Una historia tremenda y que reconozco que desconocía. La narración sobria da lugar a interesantes reflexiones sobre el poder de las multinacionales, la justicia y la necesidad de que exista un control de aquellos productos que consumimos y pueden ser contaminantes. Siempre causa una sensación extraña ver a Hollywood, que es puro sistema formado por grandes multinacionales, producir historias demoledoras contra el sistema y contra grandes multinacionales. Aguas oscuras es, en todo caso, una gran historia, muy bien contada, que es exactamente lo que se le pide al cine. 

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