Hierro

 

Hierro. No podría titularse de otro modo la serie creada por Pepe Coira y emitida por Movistar. Porque es una de esas historias en las que el escenario en el que transcurre la trama es una de sus claves. La acción ocurre en la isla de El Hierro y gran parte del magnetismo de la historia se debe a las peculiaridades de este territorio: su paisaje tan particular, el hecho de que sea una isla con una conexión escasa con el exterior, sus tradiciones, un pueblo en el que casi todo el mundo se conoce. 

A la isla de El Hierro llega una nueva jueza (Candela Peña), que claramente no ha decidido ese destino. Su adaptación a la isla será complicada. Llega en la víspera de la Bajada, una romería que se celebra cada cuatro años en la isla. Nada más llegar a su nuevo destino, la jueza tendrá que hacerse frente de la instrucción de un asesinato. El día de su boda aparece el cadáver de un joven, Fran, que se iba a casar con la hija de Díaz (Darío Grandinetti), un empresario de la isla tan conocido como despreciado, al que todo el mundo señala como el culpable del crimen. 

Es difícil encontrar una pega a esta serie. Cumple a la perfección con lo que se exige al género, con descubrimientos, intrigas y giros de guión. Integra con maestría el escenario en la trama. Las interpretaciones del elenco son impecables, con mención especial para sus dos protagonistas, claro, pero no sólo, ya que el nivel general es elevado. Candela Peña, siempre convincente, da vida a una mujer compleja, llena de aristas, a la que le costará la adaptación a su destino. Una mujer directa, de carácter, profesional,  cuya debilidad es su hijo con discapacidad. Al principio de la serie una de sus colaboradoras en el juzgado le dice que debería cambiar de actitud. "Me pilla mayor", responde. 

No es menos atractivo el personaje de Díaz. Señalado por todo el pueblo como el culpable del crimen, desde el comienzo el espectador sabe que anda en negocios turbios, pero también que defiende su inocencia y que está más empeñado que nadie en encontrar al culpable. Es un personaje con mil caras, que comparte con la jueza más de lo que parece inicialmente, ya que los dos adoran a sus hijos y ambos son bastante poco apreciados por sus convecinos, muy directos y cortantes, muy suyos

Como mandan los cánones del género, la trama se va enredando más y más durante los ocho capítulos de la serie, hasta llegar a un desenlace poderoso que está a la altura de lo visto hasta entonces. La serie, envuelta en las tradiciones de El Hierro, que capta su esencia y la integra en la historia, es la enésima demostración de cómo a veces la mejor forma de construir una historia universal (avaricia, amor, violencia...) es hacerlo desde una perspectiva muy íntima y local, en este caso, desde la idiosincracia de la isla de El Hierro. 

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