Iacobus

Cada vez que leo una novela de Matilde Asensi pienso en lo muy complicado y meritorio que es hacer lo que ella hace libro tras libro. Por su forma de atrapar al lector desde la primera página, por su admirable sentido del ritmo (sus libros son como trepidantes películas de acción), por su muy seria labor de documentación histórica y por su talento para jugar a llenar los vacíos de la Historia, sus páginas en blanco, para insertar tramas y personajes de ficción en contextos históricos muy bien recreados.



Se toma licencias, claro, fantasea con lo que nunca ocurrió, con las leyendas y las intrigas, y consigue entretener al lector con todos esos misterios, sí, pero también despierta su interés por épocas pasadas a las que le traslada con su prosa. Tras leer la trilogía de Martín Ojo de Plata quedé con ganas de saber más del Siglo de Oro español y cuando terminé Sakura, su última novela, indagué más en la vida de Van Gogh y en el estilo japonés ukiyo-e. Ahora, tras leer Iacobus, su segunda novela, he buscado información sobre los templarios y sobre el camino de Santiago.

Tengo la sensación de que las novelas de Matilde Asensi no son del todo bien tratadas por cierta crítica ceñuda que recela de la novela de aventuras históricas y que no le perdona, además, la osadía de vender muchos libros, dónde vamos a parar. Ya se sabe, esa lógica que manejan algunos según la cual cuanto más vendida sea una obra, menos valor tiene. Tan absurdo como considerar automáticamente un bestseller como un libro de alta calidad, sólo por ser muy leído, es menospreciarlo precisamente por lo mismo. Hay de todo, como en botica. 

He disfrutado mucho Iacobus, eso es lo único que me importa de verdad. Me ha hecho compañía y me ha hecho  viajar atrás en el tiempo, en estos tiempos en los que no podemos salir de casa, pero siempre podemos ir a cualquier sitio y a cualquier época de la mano de un libro. El punto de partida es muy atractivo: Galcerán de Born, monje de la Orden del Hospital con algún que otro secreto a sus espaldas, recibe el encargo del papa Juan XXII de investigar las muertes en extrañas circunstancias de su antecesor, Clemente V, de Felipe VI de Francia y de Guillermo de Nogaret, quienes fueron amenazados por el Gran Maestre de la Orden del Temple instantes antes de ser ejecutado. 

Junto a un joven novicio a una hechicera judía que vive en París, Galcerán de Born descubrirá qué se esconde detrás de esas muertes y, de paso, se verá inmerso en otra investigación aún más peligrosa, sobre el poder y las riquezas de los templarios. Novela de aventuras en estado puro, con una sólida labor de documentación que permite saber más de la historia de los templarios y del camino de Santiago y su historia. Es una obra muy recomendable para los amantes de la historia. 

Es una lástima que haya más de un descuido en la edición de la obra. Al menos, en la edición de bolsillo de la Esfera de los Libros que yo he leído. Descuidos como un "si no" en lugar de un "sino", un "esta bien" sin en la "a", un "saltó" en vez de "salto", un pasaje en el que se lee que "los ojos de Sara no sabían mentían", cuando se supone que quiere decir "no sabían mentir", o un "vacío" en vez de "vacío". Son cuestiones menores, por supuesto, y que en absoluto reducen el interés del libro, pero es una pena encontrar estas erratas

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