El tributo a la radio de Alsina y su equipo

No sabemos cuándo terminarán estos días raros de confinamiento ni lo que vendrá después, pero sí sabemos ya cuál será uno de los recursos más preciosos que nos llevaremos de este tiempo extraño. Hoy Carlos Alsina y su equipo de Más de Uno en Onda Cero han hecho historia de la radio con una de sus benditas locuras. Tributo a la radio, así han llamado este espacio de cuatro horas por el que han pasado decenas de profesionales de la radio, en activo o no, de todas las emisoras. 24 de abril de 2020, el día en el que Alsina y su equipo (ese equipo técnico, esa labor de producción, ese trabajo inmenso de tantas personas) hicieron historia. Qué gran regalo nos han hecho hoy a los amantes de la radio, qué gran recuerdo han creado para todos.


Incluso antes de que comenzaran a circular las grandes voces de la radio de la última década por "donde Alsina", a partir de las 9, la mañana de la radio en Onda Cero nos regaló un momento precioso, con la entrevista que Alsina, ese genio de la radio que la engrandece con su pasión, le hizo a Eugenio, de 96 años, oyente vallisoletano que una vez estuvo a punto de ser locutor de radio. Una delicia. El mejor anticipo posible de lo que estaba por venir porque, como bien dijeron Alsina y sus invitados, lo mejor de la radio, esa magia de la que siempre hablamos, es la cercanía con el oyente, el calor que da la radio, su compañía constante. Y todo eso está quedando más de manifiesto que nunca estos días de confinamiento. El diario que cada día escribe en antena Alsina a las ocho de la mañana, con mensajes de los oyentes, da buena cuenta de ello. 

Desde entonces y hasta pasada la una de la tarde, la magia de la radio creada por muchos de sus mejores hechiceros. Una mañana de radio para el recuerdo, para la historia. Primero, el humor, con el señor Casamajor de Sardá y con Ortega, de la Ser. Después, uno de los más grandes de siempre, Iñaki Gabilondo, de quien Alsina dijo que "de pequeño quería vivir en la radio y luego, cuando creció, nos llenó de vida la radio". 

Y así sin parar, de emoción en emoción, de recuerdo en recuerdo, las grandes voces de la radio, de todas las radios, sonando en antena. Javier Ares, la voz del ciclismo en la radio,  recordó una entrevista a un preso del campo de concentración de Mauthausen, que le marcó. Gemma Nierga habló de la primera vez que un oyente dijo su nombre en antena y la emoción que le causó percatarse de que había alguien al otro lado del emisor que la conocía. 

Juan Ramón Lucas regresó a Más de uno, donde presentó el segundo tramo hace años. Alsina habló también con Julia Otero, otra de las grandes de la radio de este país, quien recordó uno de los momentos más especiales de su programa en las tardes de Onda Cero y dejó claro que las mejores entrevistas casi nunca son a políticos y casi siempre tienen como protagonistas a personas anónimas. La emisión de Onda Cero se entrecruzó con la de RNE un instante a eso de las diez, cuando pudimos asistir a una charla maravillosa entre Alsina y la gran Pepa Fernández. "Me gusta mucho Pepa Fernández por lo bien que dice las cosas", dijo Alsina. Y a ver quién le lleva la contraria. 

Pasaron más y más nombres ilustres por la radio. Olga Viza. Andrés Aberasturi. Carlos Pumares. Una hora después de la charla con Pepa Fernández se vivió otro de esos momentos únicos, de radios entrelazadas, de emisoras unidas, de reencuentros, en este caso, ya que Alsina habló con Carlos Herrera, a quien sucedió en las mañanas de Onda Cero y que ahora roza el liderato en la Cope. "O nos dan el Ondas o nos echan a los dos", le dijo Alsina. Fue un momento magnífico de radio, ya que se reencontraron profesionales que habían trabajado muchos años juntos, como Begoña Gómez de la Fuente, ahora con Alsina, tantos y tantos años con Herrera. 

Alsina saludó después a Carles Francino, quien le reprochó, en broma, haber frustrado una cumbre de Carlos, ya que por entonces ya había despedido a Herrera. Sacó pecho Francino del buen rollo de los de la radio y felicitó a Alsina y a su equipo por este programa. Francino, ahora en la Ser, saludó con cariño a Paco González, ex de la Ser tras su salida y la del equipo de deportes a la Cope. Buen rollo. Cordialidad, como durante toda la mañana. Tras ellos fue el turno de María Teresa Campos, de José Ramón Pardo y, cómo no, de José María García. No estaba anunciado en el cartel pero no podía faltar. García recordó a Manuel Martín Ferrand, de quien dijo que fue el gran nombre de la radio española, y volvió a escenificar la reconciliación con José Ramón de la Moreno, hace años su gran rival en las noches deportivas, ahora presentador de El transistor en Onda Cero. 

Alsina también saludó en antena a Àngels Barceló. A eso de las doce, esta bendita locura de Alsina y compañía sonó también en la Ser. La presentadora de Hoy por hoy, el programa más escuchado de la radio española, rememoró un programa con público en San Sebastián, el día del fin de ETA. Un ex de la Ser, Pepe Domingo Castaño, contó que se está recuperando del coronavirus. Después hablaron Jaime Cantizano, la voz de los fines de semana en Onda Cero, y Javi Nieves. Más tarde llegaron, entre otros, Pepa Bueno y Juan Luis Cano, la mitad de Gomaespuma.

A Cano le dijo Alsina que tenía a Dios esperando. Y no exageraba, o sólo un poco, porque quien esperaba era Luis del Olmo, por quien Alsina siente veneración, por quien todo amante de la radio sólo puede sentir veneración, de hecho. Compartieron recuerdos y se pasaron un poco del tiempo del boletín de la una, como hacía Del Olmo en sus buenos tiempos de Protagonistas. Aún quedaba un último regalo, el reverso de Javier Ruiz Taboada, cuyo talento puso el broche perfecto a una mañana de radio memorable. 24 de abril de 2020. Será fácil recordar dónde estábamos, en casa, claro, dónde si no, y también qué hacíamos: escuchar un programa histórico, algo que sólo puede hacer la radio. Cuánto talento y cuántos buenos recuerdos juntos. Qué mañana la de aquel día. 

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