Cuando salgamos de esta

Cuando salgamos de esta... Cuántas frases no estaremos empezando estos días con estas cuatro palabras. Cuando salgamos de esta. Cuando todo esto pase. Cuando regrese la normalidad. Cuando vuelva la rutina. Empezamos muchas frases con estas palabras porque necesitamos visualizar ese escenario en el que todo esto sea un mal recuerdo. Cuando todo va mal, cuando cada noticia es peor que la anterior, imaginar un escenario mejor, aferrarse a esa salida del túnel, es una forma de sobrellevar esta situación excepcional.


Lamentablemente, muchos no superarán esta crisis sanitaria. Muchos ya no la han superado, más de 600 personas han fallecido desde que empezó esta pesadilla sólo en nuestro país, muchos miles más en el resto del mundo. También por eso necesitamos vernos en ese futuro en el que todo esto haya quedado atrás, porque sabemos que de este virus sale con vida el 97% de las personas afectadas, pero eso significa también que hay personas, muchas, siempre demasiadas, que no lo logran. Porque vemos cada día en televisión o escuchamos en la radio el drama de tantas personas fallecidas, de tantos hospitales y residencias de ancianos desbordadas ante lo inimaginable de esta pandemia. 

Por todo eso, porque sabemos que hay personas que lo están pasando infinitamente peor que nosotros, porque sabemos que hay mucha gente que no tiene un hogar donde confinarse, porque todo es demasiado doloroso, necesitamos algo de esperanza. Necesitamos frases que empiecen con esas cuatro palabras. Cuando salgamos de esta. Porque en esa frase está implícita la certeza de que saldremos, de que todo esto será una pesadilla, un mal recuerdo. Cuando salgamos de esta, cuando todo esto pase, valoraremos más la vida que tenemos, las pequeñas cosas, las que la engrandecen de verdad

Cuando salgamos de esta le daremos el valor que siempre tuvieron a los abrazos y a los besos, esos que ahora no estamos pudiendo dar. Cuando salgamos de esta apreciaremos más cada pequeño paseo, cada flor que podamos oler y tocar, cada encuentro casual por las calles. Valoraremos lo felices que éramos, lo magnífica que era esa rutina, aunque a veces nos quejáramos de ella. Nada volverá a ser lo normal, lo habitual, porque ya sabremos que no hay nada cotidiano que no pueda dejar de serlo. Y por eso todo tendrá más valor

Cuando salgamos de esta, cuando todo esto pase, mantendremos ese cariño que mostramos hoy por redes sociales o por las videollamadas de Whatsapp. Preguntaremos a los que queremos cómo están. Nos mimaremos, dedicaremos tiempo de calidad a nuestra gente. Y, ojalá, tendremos más empatía para ponernos en el lugar de otros. Cuando salgamos de esta puede que hayamos aprendido algo de esta salvaje cura de humildad. Quizá juzguemos menos a los demás, tal vez no hablaremos tanto de cosas que no sabemos, puede que nos guardemos los juicios sumarísimos sobre cuestiones de las que nada entendemos. Cuando todo esto pase, cuando salgamos de esta, quizá aparquemos el politiqueo barato, las divisiones estériles, las broncas intrascendentes. 

Cuando salgamos de esta habremos comprendido la fragilidad de todo, lo rápido que eso que damos por hecho puede desaparecer. Cuando salgamos de esta, cuando todo esto pase, agradeceremos con algo más que aplausos en las ventanas la generosidad ejemplar de tantos profesionales sanitarios y de otros sectores, que lo están dando todo, incluida su salud, para proteger a los demás. Cuando salgamos de esta miraremos con orgullo a los jóvenes que se están volcando en el cuidado de las personas mayores y a los mayores que están resistiendo esta crisis, en ocasiones, solos y en situaciones terribles. 

Cuando salgamos de esta, cuando todo esto pase, entenderemos tal vez lo intrascendente de las fronteras. Comprenderemos al fin que todos somos humanos y habitamos el mismo planeta, que hay cuestiones globales que nos afectan a todos, votemos a quien votemos, amemos a quien amemos, hablemos el idioma que hablemos, tengamos el color de piel que tengamos. Puede que cuando salgamos de esta cambiemos nuestra visión del mundo para mejor y todos seamos más humanos. O puede que no, puede que no aprendamos nada. Pero ojalá de verdad todos salgamos transformados y reinventados de esta crisis. 

Cuando salgamos de esta arrasaremos con las librerías y nos asentaremos en los cines por un buen rato. Volveremos a los bares, qué lugares, y a los restaurantes. Celebraremos todos los cumpleaños y las fiestas que han quedado pendientes, en cuarentena. Cuando salgamos de esta, cuando todo esto pase, emprender un viaje volverá a ser una aventura en la que celebraremos la vida en cada instante, en cada pequeño detalle. No daremos nada por hecho, lo saboreamos todo más intensamente. Cuando salgamos de esta, cuántas cosas no haremos cuando salgamos de esta. Y qué bien nos viene pensar en todo ello para sobrellevar de la mejor manera posible estos días ratos de confinamiento. 

Comentarios

Luz Mery ha dicho que…
Excelente reflexión, pido permiso para publicar dos párrafos. Gracias
Alberto Roa ha dicho que…
Muchas gracias. Perdón por tardar en responder.
luis garcia ha dicho que…
permiso para tomar unas lineas, gracias, muy buen escrito.