Formas de estar lejos

Los mejores libros son aquellos en los que el lector, aunque sabe que hay mil maneras de contar una historia, siente que es imposible narrar mejor la que tiene entre manos. Es exactamente eso lo que pienso al leer Formas de estar lejos, de Edurne Portela, editado por Galaxia Gutenberg. Es una novela sencillamente impecable. Habrá muchas maneras de contar una historia como esta, claro, pero me cuesta imaginar una mejor, más valiosa, más perfecta en el tono y el ritmo, en la estructura y en el manejo de las voces narrativas, que la que emplea la autora. 


Es una novela que dialoga con el presente. Puede que uno de los prejuicios más dañinos a la hora de afrontar la violencia machista es pensar que existen prototipos de mujeres maltratadas. Pensamos con inquietante frecuencia que hay un retrato robot del maltratador y también de la mujer que sufre su violencia. Por ejemplo, se tiende a pensar que mujeres jóvenes e independientes económicamente tienen menos riesgo de caer en las garras del machismo violento y opresor. Se cree que eso es cuestión de mujeres de una determinada edad que trabajan en casa y dependen de los ingresos de su pareja. Pero, naturalmente, no es así en absoluto. Ni la edad, ni la situación financiera ni la formación tienen absolutamente nada que ver con ello. El machismo es transversal y, por supuesto, pueden ser víctimas de él mujeres inteligentes e independientes. Esto, que es una obviedad, no se tiene tan claro como se debería. 

Alicia, la protagonista de Formas de estar lejos, es una mujer libre e independiente con una exitosa carrera universitaria en Estados Unidos. Añora a sus amigos de Euskadi y a su familia, con quienes mantiene relación gracias a las nuevas tecnologías. Está volcada en su trabajo. Lidia como puede con la soledad, las inseguridades y la presión que se pone a sí misma, ya que es muy autocrítica y perfeccionista en su trabajo. Entabla amistades en su país de acogida. Una vida normal, feliz, incluso. Pero, entonces, conoce a Matty. Encantador, inteligente, atractivo. Comienzan una relación. Y entonces, sin saber bien cuándo comenzó, todo empieza a destruirse. Primero algún mensaje nimio. Después, algún grito. Pequeños detalles. Control. Anulación de la persona. Progresivo distanciamiento con sus amigos. Presiones para dar pasos que ella no tiene tan claros. Refuerzo de sus inseguridades y dudas. Sentimiento de culpa. Real, dolorosamente real. 

Alicia sigue siendo la misma mujer de antes, pero cada vez es menos libre. El libro, que da saltos temporales, comienza con un pasaje estremecedor y extraordinariamente creíble. "No podría decir cuándo empezó todo", se titula este pasaje con el que comienza la novela. Sigue así: "He cerrado la puerta de la calle con llave y echado los dos cerrojos. He comprobado la puerta corredera de la cocina y colocado el listón de madera en el raíl para trancarla. También he cerrado por dentro la habitación. No he dejado de repetir este ritual no una noche". Un poco más adelante, leemos: "no podría decir cuándo empezó todo. Cuándo mi vida comenzó a torcerse y esa que fui dejó de existir y se convirtió en una mujer que se encerraba a llorar en un armario. Y todo lo que vino después". 

Con un estilo ágil, con una perfección prodigiosa, la novela tiene una apariencia de sencillez, tanto en la historia narrada como en la forma en la que se cuenta, pero esa aparente sencillez es la primera prueba de su brillantez. Este libro cumple aquello de que las novelas son mentiras que cuentan la verdad. La historia, fruto de la imaginación, no basado en una historia real concreta, es más real que la propia vida, porque suena verosímil hasta doler, porque es una novela ficticia, pero que pone un espejo frente a la realidad

Una novela, en fin, extraordinaria, de Edurne Portela, autora de la muy aclamada Mejor la ausencia, que espero leer pronto. Un libro sobre la sutileza con la que el machismo puede destrozar una vida, que deja claro cómo algo así le puede ocurrir a cualquiera. Un libro importante que toma partido, desde la dolorosa y realista ficción, en una de las cuestiones sociales más urgentes e imperiosas, la lucha contra el machismo. Un libro sobre la dramática facilidad con la que el patriarcado y la dominación sobre las mujeres se abre hueco en sociedades que se dicen avanzadas. Una novela espléndida, que duele y emociona como lo hace la propia vida. 

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